CONAF Biobío y el bosque de queules encontrado en Penco: “El hallazgo pone a esta especie en una primera línea de preocupación”
“Es muy probable que estas poblaciones de queules estén dentro de los puntos que tenemos considerados en nuestro catastro”, dice el director regional de la institución, Juan Carlo Hinojosa. CONAF ya participa en un proyecto de recuperación de este árbol endémico, apoyado por la FAO e impulsado por el Ministerio del Medio Ambiente.
CONAF Biobío se enteró por la prensa del hallazgo de un bosque de unos 150 queules en la zona entre Penco y Tomé, realizado por la Coordinadora Regional de Medio Ambiente de la región. “No nos han invitado aún y tampoco sabemos en qué sector específico estarían estos 150 árboles”, dice Juan Carlo Hinojosa, director regional de CONAF Biobío.
Ayer se calificó este descubrimiento como “histórico”, por cuanto la especie supuestamente estaba declarada extinta, pero Hinojosa relativiza esa información: “La especie no está extinta, sino en peligro de extinción. En el último catastro del año 2000, hecho con la Universidad de Concepción, detectó 22 puntos en el territorio nacional donde la especie está presente. Siete de ellos están en la Región del Biobío. Es muy probable que este sector haya estado contenido en los puntos que tenemos considerados”.
Del mismo modo, agrega Hinojosa, las agrupaciones de queules registradas se hallan aisladamente en las ciertas quebradas de la zona entre Penco y Tomé, por lo que la tarea inmediata de CONAF será pesquisar si se trata de poblaciones catastradas o nuevas. “No queremos descalificar el hallazgo por nada del mundo, porque se pone al queule en una primera línea de preocupación, pero tenemos que visitar el lugar y luego sacar conclusiones”, especifica el director regional.
“Las poblaciones de queules de nuestra región están rodeadas de vegetación exótica. No ocurre lo mismo con la Reserva Los Queules, en el Maule, donde estas especies conviven con otras originales. No sé si con 150 individuos corresponde transformarlo en algo diferente”, piensa Hinojosa.
Como complemento, dice la autoridad, CONAF participa de un programa liderado por el Ministerio del Medio Ambiente y apoyado por la FAO que propende a la recuperación de especies de flora y fauna en peligro de extinción. De cuatro especies amenazadas, CONAF colabora con el MMA en la preservación del queule y del huemul.
“Nuestra idea es replantar con queule las zonas de bosque quemado. Tomamos las semillas en ciertos puntos para hacerlas germinar y colocarlas principalmente en las zonas donde esta especie habita. Hemos establecido mesas de trabajo para estudiar el valor genético de la especie, ver si hay diferencias genéticas entre los grupos que hay en el país para evitar que desaparezca”, cierra Hinojosa.