Advierten que cerca del 70% del Santuario de la Naturaleza Palmar El Salto fue afectado por los megaincendios
Los feroces incendios forestales que entre el 2 y el 5 de febrero arrasaron con grandes extensiones de Viña del Mar y Quilpué causaron, junto con la tragedia humana, un importante daño a la biodiversidad. Entre las áreas afectadas se encuentra gran parte del Palmar El Salto, una de las tres áreas protegidas a nivel nacional donde crece de manera natural la palma chilena, una especie endémica cuyas características la hacen única. Desde la Comunidad conservacionista Santuario El Quiteño, así como desde Fundación Terram, informan que un alto porcentaje del palmar fue afectado por el fuego. El Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, servicio público a cargo de los monumentos nacionales -como son los Santuarios de la Naturaleza-, confirmó que el fuego quemó dos de los cuatro sectores del palmar, AV3 y AV4, es decir, El Quiteño y Siete Hermanas.
El Santuario de la Naturaleza Palmar El Salto, ubicado en la parte alta de Viña del Mar, es una de los tres zonas protegidas del país donde crece de forma natural la palma chilena, una especie endémica de la zona central de Chile, única palma no tropical del mundo y la más austral de todas. De acuerdo a diferentes fuentes consultadas, una gran superficie del Palmar -entre 67,8 y 90%- fue afectada por los megaincendios que a principios de mes devastaron extensas zonas de Viña del Mar y Quilpué, y causaron al menos 132 muertos.
El Palmar El Salto fue reconocido como Santuario de la Naturaleza hace 26 años (decreto exento 805/1998), con el objetivo de resguardar los más de 6 mil ejemplares de palma chilena (de nombre científico Jubaea chilensis) ubicados en una extensión de 328 hectáreas (superficie oficial) que comprenden 4 sectores: Rodelillo (82 ha.); Alto Tranque (26 ha.); Siete Hermanas (54 ha.); y El Quiteño (166 ha.), que cuenta con la mayor cantidad de ejemplares de palma chilena dentro del Palmar El Salto.
Los terrenos donde está el Palmar El Salto son de propiedad privada, y el dueño es Sociedad Quiscal S.A. En tanto, la tuición de este Santuario de la Naturaleza, por su calidad de Monumento Nacional, le corresponde al Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, entidad dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
En el decreto que declara Santuario de la Naturaleza al palmar se explica que la palma chilena está considerada como “vulnerable” en el Libro Rojo de la Flora Terrestre de Chile y, según el Sistema de Información y Monitoreo de Biodiversidad (Simbio) del Ministerio del Medio Ambiente, una de las principales amenazas de esta área protegida son los incendios forestales. Según datos de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), citados por Simbio, entre 2010 y 2015 hubo 187 incendios forestales en la zona. En tanto, en los incendios de diciembre de 2022, según CONAF resultaron quemadas 1.661 palmas en ese territorio de la región de Valparaíso.
Si bien aún no existe un catastro oficial de los daños causados en esa zona por los incendios de principios de este mes, organizaciones vinculadas con el Palmar El Salto y con el cuidado del Medio Ambiente revelan que la situación es dramática.
“El Santuario de la Naturaleza Palmar El Salto fue afectado en un 90%”, dijo Ángel de la Costa, representante de la Comunidad conservacionista Santuario El Quiteño. En conversación con País Circular, Ángel agregó que el 70% de las palmas resultaron quemadas, el 25% de ellas perdió su ápice (la parte más alta, donde están las ramas y hojas), y se perdió el 100% de los renovales (los individuos jóvenes).
Escasa protección
Desde Fundación Terram, su directora ejecutiva, Flavia Liberona, explicó que “el Santuario de la Naturaleza (SN) Palmar El Salto, está conformado por cuatro polígonos separados que suman 317,199 hectáreas [superficie calculada], pero solo una fracción de la superficie real está ocupada por palmas chilenas. De los cuatro polígonos, dos fueron afectados por el incendio de febrero de 2024. De los otros dos que quedaron fuera de este incendio, uno ya se había quemado parcialmente en diciembre de 2022. En cifras, se quemaron esta vez aproximadamente 215 hectáreas del SN, lo que corresponde al 67,8% de su superficie”.
Liberona lamentó que “siendo esta una especie emblemática de Chile y especialmente de la región de Valparaíso, no podamos tener cifras exactas de cuánta superficie con palmas se perdió en esta catástrofe, porque el Estado de Chile no ha publicado una adecuada actualización del Catastro de Usos de la Tierra y Recursos Vegetacionales para la región de Valparaíso, que incluya información clara y sencilla de las unidades en las que habita esta emblemática especie. La Jubaea chilensis, especie en peligro de extinción, es la palma más austral del mundo y ni siquiera ha sido declarada como Monumento Natural”.
Fundación Terram, a través de su proyecto Tayú, realizó un cálculo de la superficie vegetacional afectada por los recientes incendios en el Gran Valparaíso, utilizando información pública del Catastro de Usos de la Tierra y Recursos Vegetacionales de Conaf de hace 5 años (2019) y del Observatorio de la Tierra Copernicus, de la Unión Europea (datos satelitales e in situ). El informe señala que un total de 8.960 hectáreas de formaciones vegetacionales fueron arrasadas, y de ese total, 4.286 hectáreas corresponden a bosque nativo.
Al respecto, Liberona señaló a País Circular que “en las superficies siniestradas habitaban varias especies emblemáticas en categoría de conservación” y destacó entre ellas la palma chilena. “Se trata de una planta endémica de Chile central con una distribución bastante acotada. Está clasificada en peligro y desde hace algún tiempo organizaciones locales han solicitado que se le declare Monumento Natural, lo cual nos parece todavía más relevante tras los recientes siniestros. En otras palabras, es incomprensible el hecho de que, dada su escasa distribución y crecientes presiones que amenazan su existencia, siga tan desprotegida por el Estado”.
Diagnóstico referencial
Consultado sobre los daños que el fuego causó en el Palmar El Saldo, desde el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, informaron a País Circular que “los profesionales de la secretaría técnica del Consejo de Monumentos Nacionales (ST CMN) hicieron un diagnóstico referencial sobre la afectación que sufrió el Monumento Nacional, en categoría Santuario de la Naturaleza (SN), Palmar El Salto, que alberga la tercera población más numerosa de palma chilena (Jubaea chilensis) del país”.
Agregaron que “el incendio forestal afectó el Barrio Industrial El Salto, colindante al SN, el cual es atravesado por la ruta Las Palmas. Dado la magnitud del siniestro, este alcanzó la parte norte del Santuario, quemando los sectores AV3 [El Quiteño] y AV4 [Siete Hermanas], ubicados en el Fundo 7 Hermanas”.
“Faltan medidas de mitigación y de prevención de incendios, más allá de los cortafuegos, que poco pueden hacer cuando hay condiciones de viento. Es importante que también se haga un control de la especie exóticas invasoras -como pino, eucalipto y aromo- que propagan los incendios”.
Campaña de apoyo
El representante de la Comunidad conservacionista Santuario El Quiteño, Ángel, quien es fotógrafo naturalista, informó que la producción de semillas en el Palmar El Salto se perdió completamente por el fuego, pero también denunció que existe “cosecha de semillas por parte de los propietarios del fundo, quienes no han cumplido con elaborar un plan de manejo para el Santuario”.
El vocero añadió que están realizando una “campaña de recolectar semillas, y lo que estamos necesitando es quebracho, espino, cocos de palma -no comprados-, para alimento de las colonias de degús (roedor nativo de la zona)”.
Una de las entidades que está colaborando en la campaña es Vivero Litoral Nativo, de Cartagena, que se sumó a la iniciativa de Plantemos Nativo y Aprende Con-ciencia para ser centro de acopio y llevar las semillas a Santuario El Quiteño. Sofía Contreras y Mario Riquelme, representantes de Vivero Litoral Nativo contaron a País Circular que ya hicieron una primera entrega, la semana pasada: “Llevamos semillas de especies nativas, principalmente quebracho y molle. Llevamos semillas locales, porque la idea es que se recupere la genética cercana del Palmar”. En esta oportunidad incluyeron semillas del Vivero, junto a una “donación de unos amigos de Peñablanca (Villa Alemana) y también recolectamos semillas cerca de Lo Vásquez, que es el límite de la Reserva de la Biósfera La Campana-Peñuelas, que es como la gran región natural donde se inserta el Palmar”, explicó Mario.
La campaña de apoyo continúa y, en el caso de Vivero Litoral Nativo, todas las semanas van hasta Valparaíso y en esos viajes estarán llevando las semillas que se recolecten.
Mario Riquelme comentó que conseguir semillas de palma chilena es difícil, y alude al problema mencionado por Ángel: “La semilla está en los coquitos que da la palma, y en el Santuario El Quiteño hay extracción ilegal de coquitos, para venderlos para que la gente los coma. Es una costumbre antigua en Valparaíso, pero que daña mucho la reproducción de la palma”.
La evidencia de este problema, agrega, es que el Palmar El Salto es el que tiene menor reproducción de palmas chilenas de las 3 áreas protegidas: “Hay muy pocas palmas jóvenes en el Santuario, precisamente por la extracción de semillas, que la hacen con lazos y botan el racimo completo”. Sobre esto, relata su propia experiencia: “Nos ha costado mucho encontrar semillas de palma porque uno se topa con las personas que están extrayendo ilegalmente, y son violentas, se produce una situación de riesgo”.
Los representantes del Vivero Litoral Nativo también explican que las semillas que están recolectando son principalmente para alimentar a la fauna local (mamíferos y aves), no tanto para reforestar. Durante los incendios muchos de los animales se refugiaron en sus madrigueras y pudieron sobrevivir, pero perdieron su fuente de alimento, que es la vegetación y las semillas. Estos mismos animales, entre ellos los degús, cumplen una función de diseminación de las semillas, mediante sus deposiciones, señala Mario Riquelme.
“Es lamentable que siendo la palma chilena esta una especie emblemática de Chile y especialmente de la región de Valparaíso, no podamos tener cifras exactas de cuánta superficie con palmas se perdió en esta catástrofe, porque el Estado de Chile no ha publicado una adecuada actualización del Catastro de Usos de la Tierra y Recursos Vegetacionales para la región de Valparaíso”.
Regeneración y prevención
La regeneración del palmar, comenta Sofía Contreras, se va a producir principalmente por el rebrote de las mismas palmas adultas, que tienen gran resistencia al fuego y que, a pesar de quemarse, muchas veces tienen la capacidad de rebrotar -dependiendo de la magnitud del incendio-, y esto ocurre en la parte alta del árbol. De hecho, señala, algunas de las palmas que se habían quemado en 2022 estaban rebrotando, pero se volvieron a quemar ahora.
Los viveristas advierten que, si bien la palma chilena es de los árboles más resistentes al fuego, la situación en la que se encuentra la especie en la región de Valparaíso es preocupante. Esto, por la mencionada extracción de los coquitos, pero además porque se han quemado en incendios sucesivos y, asimismo, por los años de sequía. Mario llama la atención sobre la existencia de “especies exóticas invasoras, como pino eucalipto y aromo, presentes en todo el recorrido del incendio y que contribuyeron a propagar el fuego y aumentar su magnitud”.
Al respecto, agrega que faltan “ medidas de mitigación y de prevención de incendios, más allá de los cortafuegos, que poco pueden hacer cuando hay condiciones de viento. Es importante que también se haga un control de la especie exóticas invasoras que propagan los incendios”.
Sobre las medidas que se deben adoptar para evitar situaciones como las de comienzos de febrero, Flavia Liberona, de Fundación Terram, señala que “las acciones a emprender van desde el gobierno central a las autoridades locales. En términos generales, deberíamos tener un Servicio Nacional Forestal que reemplace a la actual CONAF y, al mismo tiempo, una ley de prevención y combate de incendios que tenga un importante componente en la prevención y, además, impida el cambio de uso de suelo después de los siniestros”.
Agrega que se requiere legislar para establecer las competencias de los gobiernos regionales y municipalidades en estas materias y establecer el presupuesto que faculte implementar estas medidas. A esto se debe sumar, sostiene, programas de educación y fiscalización.
Liberona comentó que estos incendios provocan un importante daño a la biodiversidad porque, además de la palma chilena, en las zonas urbanas y periurbanas afectadas por los incendios de comienzos de febrero habitan otras especies de plantas y animales de relevancia para la conservación de la diversidad biológica
Según datos del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), la zona del Palmar El Salto “se caracteriza por poseer un rico ecosistema, concentrando a 234 distintos tipos de flora, en su mayoría endémica”, entre ellas peumo, boldo, litre, molle y helechos de los géneros Blechnum y Adiantum, colliguay, quila, salvia, chagual y temu. El CMN también destaca la diversidad de fauna, con mamíferos como el cururo, degú y zorro culpeo; con aves como perdiz, carpinterito, picaflor gigante, turca, tenca, diucón y jilguero; y anfibios como el sapito de cuatro ojos y la rana chilena.
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