Horus Control rehabilita aves rapaces para el control biológico y disuasivo de plagas
La empresa creada por Gonzalo Santibáñez logra introducir aves rapaces rescatadas por el SAG dentro de diferentes industrias para evitar el perjuicio que producen ciertas plagas de otras aves invasoras. Se trata de unas 65 especies que han sido dañadas y que comúnmente pasan a cautiverio o a ser sacrificadas, ya que no pueden volver a la vida silvestre. Sin embargo, Horus se empeña en darles mejor calidad de vida en una tarea cuyo efecto es, por ejemplo, evitar la pérdida de hasta un 80 por ciento de frutos en el rubro agrícola.
A sus bisoños 10 años, Gonzalo Santibáñez Muñoz aprendió a adiestrar aves rapaces. Desde entonces el amor por estos animales lo ha acompañado toda la vida. Tanto así, que en 2004 decidió pulverizar la idea de tener un trabajo normal y, en cambio, bregó por formar su propia empresa que procurara, por una parte, el resguardo de estas especies y, por otra, poder cumplir una misión de control biológico de plagas.
Estas dos vertientes dieron origen a Horus Control, un emprendimiento que entrega una mejor calidad de vida a las rapaces que son rescatadas por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). Tanto esas aves, como otras que Horus induce su nacimiento en el mismo cautiverio, participan en el control de plagas tanto en el área agrícola como en el área industrial. Otro tanto corresponde a aves que no pueden volver a la vida silvestre, por el daño tanto físico y/o sicológico que sufren, y que por lo tanto están condenadas a cautiverio o a ser sacrificadas.
“Partimos con el control de plagas, pero evolucionamos en las aves que teníamos para ese propósito. El SAG buscaba destinos para ejemplares que no estaban óptimos para ser liberados, que no estaban en condiciones para volver a la vida silvestre, y que si no le encontraban destino, los sacrificaban. Antes reproducíamos aves en cautiverio, y ahora quisimos darle una oportunidad a aves que iban a ser sacrificadas y que podían ser rehabilitadas”, explica Gonzalo Santibáñez, gerente general de Horus.
El servicio que ofrece Horus tiene solo un efecto disuasivo, es decir, las aves rapaces son adiestradas con una técnica de reflejo condicionado positivo, por lo que no tienen la necesidad de cazar a otras aves que representan un riesgo, en el caso agrícola, para las cosechas. “La presencia del depredador en el lugar, con sus pequeños vuelos, logra ahuyentar a las aves que representan algunas plagas para los cultivos”, apunta Santibáñez.
En palabras del emprendedor, este reflejo condicionado positivo implica que “nunca hay un castigo si ellas hacen algo malo; si las castigas, se pierde ese lazo entre el instructor y el ave”. En cada intervención siempre hay un cetrero, es decir, un adiestrador de estas aves rapaces que está presente en cada faena, tanto a nivel agrícola como a nivel industrial.
Ubicadas en un refugio en Curacaví, Horus Control cuenta con unas 65 especies en total, entre las que destacan águilas, cernícalos, peucos, chunchos y lechuzas. Gonzalo recalca que algunas de ellas tienen un problema “sociológico”, y no físico. Se explica: “Estas aves son sacadas de pequeñas de sus nidos y son criadas por la gente. Pero al crecer se les hace un problema y las entregan al SAG. Pero ese ejemplar se ‘improntó’ con la gente. Piensa que los humanos somos sus especies. Y si es liberada solo busca gente, no se relaciona con su especie”.
“Partimos con el control de plagas, pero evolucionamos en las aves que teníamos para ese propósito. El SAG buscaba destinos para ejemplares que no estaban óptimos para ser liberados, que no estaban en condiciones para volver a la vida silvestre, y que si no le encontraban destino, los sacrificaban. Antes reproducíamos aves en cautiverio, y ahora quisimos darle una oportunidad a aves que iban a ser sacrificadas y que podían ser rehabilitadas”.
Hasta un 80 por ciento reduce la pérdida de frutas
En lo que respecta al rubro agrícola, Horus Control se desempeña, por ejemplo, en molineras, donde abundan los desechos de trigo, lo cual incentiva a muchas palomas a llegar a comer esos granos. “Son un vector de mucho riesgo para las empresas”, puntualiza Santibáñez, quien explica que, en el procedimiento en sí, “se hace una visita técnica para ver cuál es la real presión de aves que hay en el lugar, considerando muchos factores, entre ellos la geografía. Cuando ya tienes una visión del campo, desarrollas un plan de trabajo que varía en cantidad de jornadas y aves que tienes que llevar”. En el caso de la fruta, Horus comienza el control antes de que la fruta ya sea atractiva para el consumo.
La otra área que Horus cubre con su servicio versa sobre sectores de puertos con aves marinas que suelen llegar a las instalaciones, y el problema ahí se produce por el exceso de fecas que depositan estas aves. De cualquier modo, el trabajo que realizan las rapaces es similar, con tal de disuadir a las aves más dañinas para las industrias. Actualmente Horus Control tiene una cobertura desde Iquique hasta la Isla Grande de Chiloé, pero hasta ahora el personal de la zona central es el que se ha tenido que ha desplazar hacia las zonas más remotas. Sin perjuicio de aquello, la empresa se encuentra preparando personal que va a quedar fijo en las regiones respectivas, a efecto de responder más eficientemente las demandas de los clientes.
Las cifras son contundentes si se trata de demostrar el efecto que ejercen estas aves rapaces vía disuasión. Según Santibáñez, el servicio puede reducir hasta en un 80 por ciento la pérdida de frutas en el sector agrícola, mientras que en el sector industrial han logrado hasta el 90 por ciento de reducción de ejemplares que causan daño en dicha área.
En el fondo, cierra el fundador de Horus, “las aves dañinas saben que donde hay actividades no van a llegar los depredadores. Entonces forzamos la presencia del depredador para generar un ambiente poco amigable a las aves que llegan para alimentarse. Para ellas no es posible pernoctar. En el sector cerezas nos llaman mucho, así como también en el rubro de la uva de mesa y la uva de vino. Cuando termina abril, nos focalizamos en el sector industrial”.