La alianza colaborativa entre Fundación El Colihue y Enel Distribución permitió la realización de un proyecto que causó alto impacto en sus participantes. Se trata del taller de eco-carpintería circular, a partir del cual unos 100 pallets -equivalente a 2.200 kilos de madera- proveniente, en su mayoría, de las obras de terminación del nuevo edificio corporativo de Enel en el Mercado Urbano Tobalaba (MUT).

Un total de 14 mujeres y disidencias de la Junta de Vecinos de la Población El Pinar, en la comuna de San Joaquín, participaron entre octubre y noviembre de este taller de eco-carpintería, aportando desde sus saberes particulares y aprendiendo diferentes técnicas en este oficio. La idea era impulsar una economía circular local y la creación de empleos verdes con enfoque de género, a través de la entrega de una segunda vida a los materiales empleados por la empresa Enel.

“Llevamos cuatro años trabajando en alianza con Enel. Ha sido un partner muy importante para nosotros, porque confían en nuestros resultados. Nosotros empezamos a ver algunas necesidades dentro de poblaciones de Santiago ligadas a las mujeres y disidencias sexuales. Esos pallets se iban a disposición final, entonces recuperar esa madera, insertándola en una cadena de comercio, es muy bueno para ellas”, comenta Felipe Pizarro, director de la Fundación El Colihue.

Respecto de la actividad en sí, agrega Pizarro, fue un taller en nivel 2 donde se depuraron algunas enseñanzas para las alumnas, numéricamente, adultas mayores: “Les entregamos en principio herramientas básicas para que hicieran carpintería, en atención a que éste es un oficio más ligado a los hombres. La idea es que les permitiera desenvolverse en el ámbito económico, creando una fuente de ingreso económico para sus casas”.

Las mujeres que participaron del taller de eco-carpintería circular diseñaron alrededor de ocho prototipos de productos con los pallets reciclados. Aprovechando las fiestas de fin de año, cada una de ellas tiene a la venta en este catálogo sus artículos, y la gente interesada se puede comunicar directamente por teléfono o whatsapp. Entre los productos más destacados figuran bebederos y comederos para animales de compañía, repisas multiuso, porta papel higiénico y racks para bicicletas, entre otros.

Los otros proyectos

Fundación El Colihue fue creada en 2014 después de que Felipe Pizarro recorriera Sudamérica buscando temas ligados a la permacultura. Ese mismo año, coincidentemente con los mega incendios que azotaron a Valparaíso, Pizarro fundó El Colihue bajo el formato de una OTEC. En aquella emergencia, consiguieron trabajar -en conjunto con la Corporación Cultural Trafón- prototipos de vivienda que se construyeron en los cerros más afectados (La Cruz, Merced, Las Cañas) sobre la base de madera y tierra misma del lugar usada como envolvente. “Hicimos un llamado a la gente para implementar alguna técnica ligada a la sostenibilidad de los cerros. Costaban 400.000 pesos, más conveniente que lo que ofrecía Techo en aquel tiempo, cuyas mediaguas superaban los 1.200.000 pesos. El proyecto duró hasta 2015.

A través de la OTEC, lograron dictar charlas y cursos, que al tiempo comenzaron a realizarse bajo un pequeño pago, ya que la gente se entusiasmaba más, recuerda Felipe Pizarro. Luego se constituyeron bajo la figura de fundación y comenzaron a trabajar en proyectos, principalmente a través de alianzas público-privadas, cuyo objetivo es la sostenibilidad de los territorios.

En la página web de la Fundación El Colihue se resaltan los proyectos en los que han estado involucrados. “Todos nuestros proyectos y cursos son diseñados de acuerdo a las necesidades del territorio y las comunidades, previo levantamiento de información que nos da las certezas de generar un diseño para impacto a corto, mediano y largo plazo”, especifican en el sitio.

Prueba de esa conexión con las comunidades es la otra serie de proyectos que han realizado con la empresa Enel. Aparte de la iniciativa de eco-carpintería (que entre 2018 y 2022 se realizó en las comunas de Cerro Navia, San Joaquín y Valparaíso con pallets rescatados de las subestaciones eléctricas).

Hay otros dos proyectos con Enel que llenan de orgullo a Felipe Pizarro: una iniciativa de murales colaborativos que narran la historia de comunidades de Cerro Navia, Estación Central, Lo Prado, Pedro Aguirre Cerda, Peñalolén, La Reina y Renca, en las subestaciones eléctricas de Enel. Se realizó entre 2021 y 222 en colaboración con las jutas vecinales, municipalidades y corporaciones culturales, además de varias pymes. Los murales eran, asimismo, tratados con un aditivo que transforma el CO2 en gases no contaminantes. Dicho proyecto benefició a 900 personas.

También con Enel se está desarrollando el proyecto Eco-Parque, levantado en la localidad atacameña de Inca de Oro, a través el cual se planea construir un parque a partir de la reutilización del agua servida del observatorio que se ubica en aquel pueblo minero. “El diseño está terminado y lo comenzaremos a construir en enero de 2024”, adelanta el director ejecutivo de Fundación El Colihue.