Aysén Recircular recicla plumavit de boyas y flotadores para fabricar paneles de construcción
Operativa hace tres años, esta empresa domiciliada en la Patagonia cuenta con una planta en Puerto Aysén que convierte este material en desuso de la salmonicultura en paneles SIP para la industria de la construcción. Últimamente el acento de este emprendimiento de producción 100% local consiste en dimensionar los paneles y dejarlos listos para usarlos en las viviendas, bajo un sistema de prefabricación. Hasta ahora suman 103 viviendas construidas y 15 bajo el sistema de dimensionado en la Región de Aysén.
En tres años, Aysén Recircular logró alinear a dos industrias que en general no conversan entre sí: la industria salmonera y la de la construcción. Nacida en 2022, esta empresa nació con el propósito de reciclar el plumavit contenido en boyas y flotadores que la salmonicultura convierte en desechos tras ser utilizados, y luego con ese material buscar una solución que propicie una construcción más sustentable. “El plumavit de la industria salmonera es un material muy complejo de reciclar y, salvo algunas iniciativas con pinturas, no hay soluciones concretas para hacer economía circular con estos desechos. Porque además, es mucho el volumen y es un excelente aislante térmico”, comenta Fernando Soto-Aguilar, socio fundador de Aysén Recircular.
Al principio con una planta de procesamiento en Puerto Chacabuco, y desde 2023 en Puerto Aysén, donde la productividad aumentó en un 67%, Aysén Recircular fabrica paneles SIP para viviendas (Structural Insulated Panel, por sus siglas en inglés) a partir de estos desechos de plumavit de la industria salmonera de la región. Desde 2024 incorporaron a la propuesta el diseño de paneles prefabricados y dimensionados, listos para instalar en las viviendas, con lo cual mejoraron la propuesta de valor. Es, como se ve, un proyecto 100 por ciento local y con identidad regional, porque las viviendas que usan los paneles son de esa misma zona de la Patagonia chilena.
“Los paneles SIP son paneles que combinan la estructura y la aislación térmica en una sola pieza, formadas por dos capas de OSB (tablero de virutas orientadas) y un núcleo de espuma de poliestireno expandido (o plumavit, en este caso reciclada) al medio”, agrega Soto-Aguilar. Actualmente trabajan con la plumavit de boyas y flotadores de cinco empresas salmoneras que funcionan en la Región de Aysén.
Los ingentes volúmenes de boyas y flotadores en desuso que generan las industrias del salmón son llevados hasta la planta de Aysén Recircular, donde se procesan y se transforman en paneles SIP que contribuyen a la sustentabilidad y a la eficiencia energética de los hogares (sobre todo en una región que consume una cantidad importante de leña para calefacción, lo que trae consecuencias para el bolsillo de las personas y para el medioambiente). De hecho, según el socio fundador, una buena aislación puede reducir hasta en un 65% el consumo de combustible. A la fecha Aysén Recircular suma 3.901 boyas y flotadores reciclados, equivalentes a 88 toneladas, y 5.909 paneles SIP fabricados. El promedio mensual de recuperación, agrega el empresario, es del orden de 8 toneladas.

“Los dimensionamos a medida y todo viene ensamblado de fábrica. Es un concepto de prefabricación donde no solo reciclamos un material y aplicamos la economía circular que queda en las mismas comunidades locales, sino que no lo trasladamos, no tienes huella de carbono alto”.
Las viviendas prefabricadas
Una de las máximas innovaciones de la empresa, y que agrega valor a la propuesta general, es la incorporación de paneles prefabricados y dimensionados para que los clientes los ensamblen de inmediato en sus proyectos de construcción. En enero de 2024 construyeron la primera vivienda dimensionada y de ahí redirigieron el camino hacia allá.
“Los dimensionamos a medida y todo viene ensamblado de fábrica. Es un concepto de prefabricación donde no solo reciclamos un material y aplicamos la economía circular que queda en las mismas comunidades locales, sino que no lo trasladamos, no tienes huella de carbono alto. Estos sistemas de prefabricación evitan tener residuos de obra, procesamos todo internamente. Tenemos mejor gestión de residuos, porque todo viene listo y ensamblar. No hay ninguna astilla botada en el piso”, explica Fernando Soto-Aguilar. Han desarrollado en total 15 viviendas bajo este sistema de dimensionado, las que se suman a las 103 viviendas construidas bajo el anterior modelo (de 80 metros cuadrados en promedio, aproximadamente).
Los paneles SIP, adicionalmente, deben cumplir con la normativa técnica de grosor que existe por cada región, en este caso la de Aysén, que va desde los 142 hasta los 182 milímetros, en función de las condiciones climáticas de ese territorio nacional. Por la innovación que representa su propuesta, a partir de marzo de 2024 suscribieron una colaboración con el Servicio de Vivienda y Urbanismo (SERVIU) para construir una vivienda social tipo con estos paneles SIP.

“El plumavit de la industria salmonera es un material muy compleo de reciclar y, salvo algunas iniciativas con pinturas, no hay soluciones concretas para hacer economía circular con estos derechos. Porque además, es mucho el volumen y es un excelente aislante térmico”.
El desafío de Aysén Recircular
Junto a su socio Carlos Díaz y ocho trabajadores, Fernando Soto-Aguilar observa que todavía hay brechas respecto de la conciencia de los clientes por adquirir productos que trabajen con economía circular aplicada. Según el emprendedor, “aún el precio es un factor que pesa mucho como decisión de compra”. A diferencia de otros países, agrega Soto-Aguilar, “no existe en Chile ese concepto de pagar más por temas de circularidad, para hacerse cargo del trabajo precio de limpiar, cortar y ordenar el material reciclado”. Socialmente, aduce, “es muy bonito, pero nadie te va a comprar tu producto por ser reciclado. Ahí hay algo que trabajar aún: debe haber incentivos económicos; si no, es muy difícil cambiarlo desde la voluntad de cada uno”.
La innovación en el modelo de negocios les hizo ganar el primer lugar en la categoría “Solución Circular Emergente, Pequeña Empresa” del concurso Territorio Circular de Corfo, en la versión 2024. “Es importante que personas externas, con otros criterios, valoren y validen lo que estamos haciendo acá en la Región de Aysén”, expresa Soto-Aguilar.
Por último, el emprendedor asegura que Aysén Recircular es la “única empresa manufacturera de este tipo de materiales en la región”, por lo que el proyecto se tiñe de una impronta regional. “Siempre hacemos producción para la región. Ésta es una región muy aislada, donde la única forma de traer material es por barco, por la falta de conectividad. Todo lo que sacamos de las salmoneras se queda en la región”.







