La Asociación de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA) realizó ayer su conferencia anual, donde hizo un balance de los principales hitos de la industria durante 2024 y proyectó las prioridades, desafíos y oportunidades para 2025.

El presidente de la asociación gremial, Sergio del Campo, habló de los “puntos altos y bajos” que enfrenta el sector. Entre los primeros, destacó la ley de estabilización tarifaria; el liderazgo de Chile en la entrada del almacenamiento al sistema eléctrico local (donde incluso el gremio calificó el 2024 como el año del almacenamiento); y los anuncios de nuevas líneas de transmisión (especialmente Entre Ríos- Lo Aguirre).

“Esa ley de estabilización tarifaria que promovió el Ejecutivo, liderada por el Ministro de Energía, sin duda que al ser aprobada ha hecho una contribución importante, una señal de estabilidad a los inversionistas internacionales y a la banca internacional, que habiendo sido congelada durante 5 años esta tarifa, se hace la devolución”, sostuvo Del Campo.

El dirigente gremial subrayó este punto alto para destacar que “todo lo que uno haga como Ejecutivo o Legislativo en materia regulatoria tiene una influencia finalmente no solo en los inversionistas internacionales, no solo en la banca internacional, finalmente influye en la competencia del sector y en el precio final de la energía al cual acceden los hogares de Chile y la industria nacional”.

Sobre el liderazgo en almacenamiento, mencionó que hay aproximadamente 3 gigawatt (GW) en construcción, en operación, o en prueba, y recordó que la meta era 2-3 GW a 2026. Destacó que hay otros 15 GW en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), “de manera que será muy significativa la entrada de almacenamiento antes de la década del 2030”.

El presidente de ACERA destacó, asimismo, “el reglamento de potencia y suficiencia que se terminó de cerrar durante el año 2024 y aprobar por Contraloría, que le dio estabilidad a los ingresos de potencia y suficiencia, y a lo cual se agregó -en ese mismo reglamento- el incentivo al almacenamiento”.

Puntos bajos

Entre los “puntos bajos”, el presidente de ACERA subrayó “la incertidumbre en las inversiones del sector eléctrico, básicamente debido al proyecto de ley de subsidio al alza de la tarifa eléctrica, que es un proyecto que no se dimensionó adecuadamente”. A su juicio, el proyecto se diseñó con una meta muy ambiciosa (4,7 millones de clientes)” donde se decidió ir al sector privado a obtener esos recursos, interviniendo “los contratos de generadores de electricidad que se adjudicaron prácticamente en el año 2014, y eso es un tema totalmente negativo”.

También consideró que con este proyecto a los Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGD) “se les confisca los ingresos de los años 2025, 2026, 2027. El 2025 en un 25%, 2026 en un 20%, 2027 en un 15% y no se les devuelve. Entonces, es una confiscación. Y no es necesario realmente, porque los recursos están”.

También entre los puntos bajos sostuvo que “hemos visto las dificultades que hay para instalar los sistemas de transmisión. Hay una línea que es muy importante, que es que Kimal-Lo Aguirre, y realmente hay dudas respecto de la posibilidad de que esto esté terminado en fecha”.

“Tenemos un desafío importante mirando el próximo año, que es el retiro de 1 GW de centrales de carbón y ver cuál va a ser el impacto que va a tener ese retiro. Obviamente eso lo va a coordinar el CEN, el Coordinador Eléctrico Nacional, pero es un desafío importante para la estabilidad del sistema”, concluyó Sergio del Campo.

Cifras alegres

Posteriormente, la directora ejecutiva de ACERA, Ana Lía Rojas, fue la encargada de entregar el balance de 2024 y las proyecciones 2025.

Rojas destacó que el año recién pasado hubo una “cifra impresionante de inversión asociada a la nueva capacidad instalada” donde los 4,2 GW que se añadieron al sistema eléctrico involucraron US$ 5.695 millones de inversión. En concreto, en 2024 la inversión asociada a energías renovables no convencionales creció en 231% con respecto a 2023.

La directora ejecutiva explicó que estas son inversiones que fueron tomadas con un tiempo prudente de años, porque en ningún caso es el reflejo de la condición coyuntural. “Estas son decisiones que fueron tomadas hace cuatro o cinco o seis incluso más años y que hoy día se materializan en esas importantes cifras. Por eso el mensaje también tan importante es decir: todo lo que estamos haciendo hoy día regulatoriamente tendrá impactos significativos, en forma positiva o negativa”.

“Aparte de lo que ya entró en 2024, entrarán además 3,9 GW y eso corresponde a US$ 4.358 millones de inversión. Entonces, realmente entre el 2024 y 2025 vamos a tener cifras nunca vistas en el sector eléctrico y en el sector de energías renovables en términos de entrada de proyectos y de inversión”, detalló.

Por otra parte, destacó que el año pasado hubo un “récord de generación renovable nunca antes vista en nuestra matriz eléctrica”, gracias a dos factores: participación de 40% de energías renovables no convencionales, y 28% de participación de hidráulica convencional (que fue alta gracias a más lluvia).

En materia de almacenamiento, en línea con el presidente de ACERA, Ana Lía Rojas calificó de “impactante” la cantidad de proyectos que ya tienen una aprobación ambiental o que están en calificación ambiental y suman 19 GW de almacenamiento.

Electrificar más consumo

Pero no todo fueron cifras tan auspiciosas. En cuanto al crecimiento de la generación de energía en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), en 2024 se aumentó a 86 terawatt (TW) desde los 83 de 2023. Es un crecimiento bajo, dijo Rojas, porque lo que se busca es “no solamente crecer en términos de energías renovables y almacenamiento porque estamos sustituyendo fósiles -en la primera etapa carbón, en la segunda etapa gas-, sino que también porque la demanda eléctrica crece porque se están electrificando los consumos”. Es este sentido, recordó que en la matriz energética el 22% es renovable, 64% fósiles, y 14% biomasa (principalmente leña), por lo que existe un amplio margen para electrificar consumo.

Además, Rojas planteó que en el año 2024 crecieron los vertimientos 121% respecto de 2023. Sobre esto sostuvo: “El diagnóstico es que solo estamos esperando que entre el almacenamiento para solucionar los vertimientos”. En materia regulatoria, comentó que “hay procesos concluidos, pero otros pendientes y nos preocupa como industria el atraso en los procesos que dependen de la institucionalidad regulatoria o ministerial, porque los atrasos también en los procesos regulatorios impactan”.