El camino del meteorólogo de la televisión hasta convertirse (él) en carbono neutral
Gianfranco Marcone decidió medir su propia huella de carbono para analizar el real impacto de las prácticas sustentables que adoptó aproximadamente desde 2017. La empresa GreenMind calculó que el meteorólogo emitió durante el año 2021 1,94 toneladas de carbono equivalente (tCO2eq), una cifra baja en relación con el promedio mundial, y que pudo compensar con compras de bonos de carbono y bosques virtuales en Fundación Reforestemos. “Busco concientizar y enseñar a la gente”, dice el “hombre del tiempo” de Canal 13.
Un día cualquiera del año 2021, en plena pandemia, quienes trabajaban en la empresa GreenMind se extrañaron con la pregunta que les hizo el meteorólogo de Canal 13, Gianfranco Marcone. “¿Le pueden calcular la huella de carbono a una persona?”, inquirió el profesional, ante lo cual la respuesta de la startup fue “nunca lo hemos hecho, pero sí, lo podemos hacer”.
En tanto especialista en hacer cálculo de huellas de carbono a empresas, como suele ocurrir normalmente, GreenMind se abocó a medir las toneladas emitidas por Marcone desde enero a diciembre del año pasado. Lo que el profesional buscaba, en el fondo, era revisar en cuáles de los alcances en que se mide la huella de carbono él estaba más al debe, y en cuáles había más progresos. Desde 2017, aproximadamente, que Marcone había adoptado prácticas más sustentables y este interés fue in crescendo.
“Comencé con lo más básico que es el reciclaje, y lo fui potenciando más con la pandemia porque había más tiempo, aunque yo siempre seguí yendo a mis pegas. En pandemia empezaron otras prácticas y siempre tenía esa inquietud de que si las empresas siempre se calculan la huella de carbono, ¿por qué no lo podía hacer una persona?”, comenta el meteorólogo nacido en Viña del Mar.
Dichas prácticas sustentables tenían un fundamento en sus años como profesor de la Escuela de Recursos Naturales del DUOC, trabajo que ejerció entre 2008 y el primer semestre de 2019. Dicha experiencia le ofrendó herramientas clave sobre medio ambiente y sustentabilidad, puesto que sus alumnos y alumnas eran futuros ingenieros agrícolas e ingenieros en medioambiente, y había otros docentes que ejercían dichas profesiones. “En esa época se hablaba aún de las 3R, no se hablaba de sustentabilidad”, recuerda Marcone, quien es licenciado en meteorología de la Universidad de Valparaíso.
“Yo tenía una app en el celular que abría todos los días y tenía a mi familia atenta por si botaban basura, ya que tenían que pesarla. Cada vez que reciclaban, había que pesar el reciclaje; lo mismo cuando compostaban. No era un formulario fácil de rellenar, pero empecé a hacerlo”.
Pero definitivamente cursar un magíster en medio ambiente en España le granjeó más conocimientos respecto del tema, y en un momento, ya con otros hábitos sustentables, recurrió a la citada empresa GreenMind -una consultora experta en diseño e implementación de estrategias de cambio climático y sustentabilidad- para comprobar cuánto emitía con sus acciones cotidianas, y ver la posibilidad también de compensar esa huella de carbono.
“Yo tenía una app en el celular que abría todos los días y tenía a mi familia atenta por si botaban basura, ya que tenían que pesarla. Cada vez que reciclaban, había que pesar el reciclaje; lo mismo cuando compostaban. No era un formulario fácil de rellenar, pero empecé a hacerlo”, agrega el “hombre del tiempo”.
Los tres alcances
Durante todo el año 2021, GreenMind le midió la huella de carbono a Gianfranco Marcone en sus tres alcances. En el alcance 1 (sobre consumo de combustible en vehículo propio y consumo de gas) el meteorólogo emitió 0,90 tCO2eq; en el alcance 2 (sobre consumo de energía), consumió 0,00037 tCO2eq; y finalmente el alcance 3 (consumo de agua, consumo de alimentos y bebidas y GB consumidos por plan hogar/móviles) fue el ítem que más consumo registró: 1,03 tCO2eq. En la sumatoria total, Marcone emitió 1,94 tCO2eq, una cifra ostensiblemente por debajo que el promedio mundial de emisiones.
Pero, ¿cómo una persona logra convertirse en “carbono neutral”? Aunque estrictamente Marcone no tiene un certificado que lo acredite personalmente como carbono neutral, recurrió a compra de bonos de carbono con The Carbon Sink para proyectos de reforestación y biodiversidad en el Amazonas brasileño, y también a la compra de “bosques virtuales” a través de la Fundación Reforestemos. Con estas compras, The Carbon Skin le otorgó el rótulo de “carbono neutral”. “De algún modo igual soy carbono neutral”, dice el profesional.
Así y todo, para él lo importante de este proceso es reducir al máximo la huella de carbono antes de compensar las emisiones. “Prefiero tener una huella pequeña y compensarla, a tener una huella gigante y compensarla igual. Sabemos que con dinero se pueden compensar”, dice Marcone, quien prevé que la huella de carbono que está calculado desde enero de 2022 será aun menor que la de 2021, puesto que, dice, incorporó otras variables como instalar paneles solares en su casa y vender su auto a combustión para adquirir otro eléctrico, que se alimenta de esos paneles solares.
“Estoy consciente de que, por ejemplo, los paneles solares hoy no son alcanzables para todos, si bien hay subsidios y créditos verdes. Hoy no lo puede hacer cualquier persona, pero sí puede empezar por compostar y reciclar”.
“La energía solar la empecé a usar desde septiembre de 2021. Vení el auto y adquirí uno eléctrico, y esto es importante decirlo: lo alimento desde los paneles solares y no desde la energía eléctrica cuya empresa sabemos que aún utiliza termoeléctricas y por lo tanto no es totalmente limpia. Pasé también a tener un jardín de pasto a un jardín seco. En lo único que estoy más al debe es en el alcance 3. Pienso que es porque internet y el celular son una herramienta de trabajo, cuesta desprenderse”, analiza Marcone.
Según el meteorólogo de Canal 13, el objetivo de medir la huella de carbono no es sino poder concientizar y enseñar acerca de la importancia de adquirir hábitos de sustentabilidad, aunque, advierte, “estoy consciente de que, por ejemplo, los paneles solares hoy no son alcanzables para todos, si bien hay subsidios y créditos verdes. Hoy no lo puede hacer cualquier persona, pero sí puede empezar por compostar y reciclar”.
Sobre el alcance 3, el más al debe, Marcone no sabe aún cuál de las subcategorías le hizo subir la huella. Reconoce que, en el caso de la alimentación, no ha llegado a ser ni vegano ni vegetariano, pero sí ha reducido notablemente el consumo de carne, lo cual tiene un impacto directo en la reducción de gases de efecto invernadero en el mundo. Dice además que en casa erradicó las botellas desechables y las cambió por retornables, y que usa ladrillos ecológicos. “Es cierto que se le debe dedicar más tiempo a la sustentabilidad, pero yo ocupo la mañana del sábado para limpiar la compostera, echar los residuos y cosechar el compost. Lo mismo con el reciclaje”, expresa.
Sin duda, la adquisición del vehículo eléctrico marcó un hito en su evolución hacia la sustentabilidad. Cuando aún tenía su vehículo a combustión, recuerda, el canal lo iba a abuscar a la casa y eso, en la medición misma, arroja una huella de carbono más baja que si él mismo hubiera manejado su auto hacia la estación televisiva. “Cuando venía de vuelta a casa ocupaba una app carbono neutral Awto”, sostiene. En tanto, para hacer más eficiente el uso de la electricidad, trata de aprovechar al máximo las horas de luz, y en la noche lo poco que consume se logra netear.
Como sea, Marcone está consciente de que su propio impacto es mínimo si se considera que la huella de carbono de Chile es ínfima en el contexto mundial. Sin embargo, insiste en que su finalidad, más allá del efecto mismo en el planeta, es invitar a que otras personas se logren sumar a esta ruta que permite calcular cuán sustentable se es, y cuánto falta para seguir progresando.