La empresa de transmisión de energía eléctrica ISA Energía comenzó el año con un duro traspié. Esto, ya que el 25 de febrero pasado se produjo un “apagón masivo” entre las regiones de Arica y Parinacota y de Los Lagos, que afectó a unos 8 millones de hogares. Debido a una falla en la Línea de Transmisión Eléctrica Nueva Maitencillo-Nueva Pan de Azúcar, este polémico corte de energía dejó más lecciones que lamentos en la empresa, según expresó Álvaro González de la Barra, gerente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de ISA Energía.

“El evento ocurrido en febrero fue un hecho extraordinario que puso a prueba al sistema eléctrico en su totalidad. En ISA Energía lo abordamos con máxima responsabilidad, activando de inmediato nuestros protocolos de emergencia y colaborando estrechamente con las autoridades técnicas correspondientes”, afirmó González, periodista y Máster en Comunicación Política y Corporativa.

“Más allá del análisis técnico, que hoy está en manos de los organismos competentes, creemos que este tipo de eventos refuerzan la necesidad de contar con infraestructura cada vez más resiliente, dotada de inteligencia operativa y con una mayor capacidad de respuesta ante contingencias”, agregó González de la Barra.

“Uno de los principales aprendizajes es la importancia de fortalecer la coordinación operativa del sistema en su conjunto, de manera que eventos como este se conviertan en oportunidades para generar mejoras concretas y sostenibles para el país”, aseguró el ejecutivo de ISA Energía, empresa perteneciente a la compañía colombiana Grupo Ecopetrol y dedicada a diseñar, construir, operar y mantener sistemas de transmisión eléctrica de alta tensión.

Sin perder de vista esos aprendizajes, Álvaro González se enfoca en los desafíos que enfrenta la industria de la transmisión, desde la infraestructura, la tecnología y la integración. Pero además, el ejecutivo comenta detalles de la iniciativa Conexión Puma, que involucra a socios como Colo Colo; a la vez que adelanta cómo se viene la Octava Semana del Clima, que se realizará entre el 19 y el 22 de agosto en la Región de Coquimbo.

-Ya que la energía juega un papel trascendental en el futuro de los países, ¿en qué aspectos deberían alinearse -para un correcto desarrollo económico, social y ambiental- las diversas empresas del rubro en Chile?

Creemos que el principal desafío es alinear el crecimiento del sector con las necesidades reales de las personas y los territorios. Hoy no basta con construir infraestructura eficiente; ésta debe ser resiliente frente al cambio climático, aportar valor local y construirse con legitimidad social. La transición energética solo será sostenible si considera como pilar del desarrollo el ‘trilema’ energético: seguridad energética, equidad y sostenibilidad ambiental.

En ese sentido, hoy más que nunca y de cara a los desafíos que nos depara la transición energética y el fuerte ingreso de las ERNC (Energías Renovables no Convencionales) tenemos que trabajar en conjunto para garantizar que ese ‘trilema’ se cumpla. Esto no es un desafío solo de Chile, sino que es algo global para todos los sistemas eléctricos del mundo.

La hoja de ruta que nos plantea la Estrategia ISA 2040 apunta justamente en esa dirección: consolidar redes de transmisión confiables, incorporar soluciones de almacenamiento, y hacerlo siempre con un enfoque que combine eficiencia, innovación y sentido de propósito. Aspiramos a ser parte de una industria que no solo transporta energía o conecta ciudades, sino que contribuye activamente a construir un país más justo, más limpio y mejor preparado para los desafíos del futuro.

-¿Cuáles son los desafíos a nivel de transmisión en Chile y el mundo que requieren abordarse con mayor urgencia?

Uno de los principales desafíos es el desfase entre la planificación del sistema y las necesidades reales para responder a la creciente demanda energética actual y futura. En ISA Energía hemos identificado importantes déficits en capacidad de transmisión e infraestructura que debiese estar operando y aún no se ha desarrollado. Esta brecha dificulta la integración eficiente de energías renovables, aumenta las restricciones operativas, eleva los costos y hace más vulnerable el sistema.

Pero estamos convencidos de que trabajando en conjunto los distintos sectores de la industria podemos llevar a Chile a ser pioneros y referentes en los sistemas eléctricos modernos. Encarar el desafío del aumento permanente del consumo y de la mayor disponibilidad de ERNC nos ubica en un lugar de avanzada.

Sin embargo, no solo es un tema sectorial, también debemos ser capaces como país de ir resolviendo las barreras estructurales que dificultan el desarrollo de nuevos proyectos, como la complejidad de los permisos, que afecta especialmente a proyectos lineales que atraviesan varios territorios, y la necesidad de una mayor estabilidad regulatoria. En un país que avanza hacia la descarbonización, la transmisión no puede seguir siendo un cuello de botella: debe convertirse en un habilitador estratégico para la transición energética. Todo esto siempre respetando los más altos estándares ambientales.

-¿Qué rol juega la integración de las comunidades en esta transición?

Hoy, la infraestructura energética no puede desarrollarse al margen del territorio. Cada proyecto interviene dinámicas locales, paisajes culturales y expectativas de futuro. Por eso, la integración comunitaria no es un proceso paralelo: es parte estructural del diseño. Si no se comprende ese desplazamiento de enfoque, la viabilidad de los proyectos queda en riesgo.

En ISA Energía entendemos que construir legitimidad social va mucho más allá del diálogo: exige generar valor territorial. Eso significa que una línea de transmisión debe conectar también con aspiraciones locales y propósitos colectivos; empleo, capacitación, desarrollo ambiental, para ser sostenible. No buscamos solo instalar infraestructura, sino habilitar procesos de transformación donde la energía sea una oportunidad compartida.

-¿Cuáles son los retos tecnológicos más relevantes por los que están apostando como empresa?

En ISA Energía estamos apostando fuertemente por tecnologías que fortalezcan nuestra capacidad operativa desde tres dimensiones clave: eficiencia, seguridad y anticipación. Esto no solo responde a las exigencias actuales del sistema, sino también a la necesidad de prepararnos para escenarios más complejos y dinámicos. Por ejemplo, estamos incorporando drones con inteligencia artificial para inspeccionar componentes clave de las líneas de transmisión, lo que reduce errores y optimiza los tiempos de revisión.

También hemos desarrollado herramientas como SAGES, que automatiza la gestión de equipos en subestaciones, y Plant Information (PI), que analiza datos en tiempo real. Además, contamos con modelos de analítica que proyectan el precio de insumos críticos. Todo esto apunta a una operación más robusta, segura, flexible y alineada con los desafíos del futuro.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que los desafíos tecnológicos están en permanente evolución. Por lo mismo, como empresa debemos estar siempre analizando todas las herramientas y oportunidades en este sentido.

-Parte esencial de la estrategia de ISA radica en la sostenibilidad, ¿qué retos enfrentan en materia de adaptación al cambio climático?

El cambio climático representa un desafío creciente para la infraestructura de transmisión. En ISA Energía asumimos esta realidad con seriedad, desarrollando conocimiento y soluciones concretas que nos permitan anticipar y mitigar sus impactos. En alianza con el Centro de Cambio Global UC y el Centro de Energía UC realizamos un estudio que proyecta escenarios climáticos para nuestras líneas. Los resultados son contundentes: hacia fines de siglo, podríamos enfrentar hasta 96 días adicionales de olas de calor sobre los 35°C, junto con un aumento significativo en la ocurrencia de incendios, aluviones y escasez hídrica.

Estos datos no son menores, son sumamente relevantes y permiten hacernos cargo de los posibles riesgos, respondiendo con medidas concretas: incorporación de cables HTLS capaces de soportar altas temperaturas, aisladores más resistentes a contaminantes, gemelos digitales que simulan el comportamiento de la infraestructura bajo condiciones extremas, y redes de monitoreo ambiental para ajustar los diseños a la realidad del terreno. Adaptarnos no es solo una necesidad técnica; es también una forma de proteger a las comunidades que conviven con nuestras infraestructuras y velar por el bienestar de los territorios en los que operamos.

Conexión Puma

-Con miras a cumplir la meta de descarbonizar Chile hacia el 2040, ¿qué acciones concretas están tomando?

En ISA Energía asumimos un compromiso concreto con la carbono neutralidad. Desde 2022 nuestras operaciones y las de nuestras filiales ya son neutras en emisiones en los alcances 1 y 2, gracias a una combinación de eficiencia operativa, mejoras en procesos y compensación con bonos certificados.

Además, contamos con proyectos integrados como Conexión Puma donde apostamos por diversos socios que nos permitan desarrollar iniciativas de reforestación, educación ambiental con enfoque territorial y una apuesta por masificar el mensaje de la sostenibilidad. En estos destacan actores estratégicos como Colo Colo, Fundación Basura y Fundación Reforestemos.

En otro ámbito de Conexión Puma, estamos ya desarrollando el proyecto más ambicioso de captación de emisiones de carbono en la Patagonia chilena, donde también nos estamos articulando con distintos actores y ONGs para transformar este proyecto en el más importante del continente.

-¿Qué actividades han realizado en conjunto con Colo Colo en relación al medioambiente y las comunidades?

La alianza con Colo Colo ha sido un vehículo innovador para vincular la sostenibilidad con el deporte y la comunidad. Junto a Fundación Reforestemos, Fundación Basura y otras organizaciones, ISA Energía ha impulsado la plantación de más de 500 árboles nativos en comunas como Maipú, La Pintana, Puente Alto y Temuco, entre otras. Asimismo, se han realizado 13 charlas de educación ambiental y jornadas de reciclaje en el Estadio Monumental, donde se gestionaron más de 2.600 kilos de residuos.

Estas acciones integran voluntariado corporativo, educación ambiental y gestión de residuos, demostrando que la sostenibilidad puede abordarse desde espacios no tradicionales, con impacto real en comunidades y ecosistemas urbanos. Esta alianza refleja cómo el deporte puede ser una poderosa plataforma para movilizar conciencia y acción climática.

Además, en el proceso de renovación de su estadio, Colo Colo está comprometido con ser el primer equipo carbono neutral del continente y eso sin duda puede ser un movilizador para distintos equipos o instituciones de la región.

–¿Cuál es el balance de las jornadas con el Museo Móvil de Colo Colo a bordo de un bus eléctrico?

El balance ha sido sumamente positivo. El Museo Móvil está recorriendo localidades desde Arica hasta Magallanes, acercando la historia de Colo Colo y la transición energética a miles de personas a lo largo del país. Para ISA Energía esta alianza es una forma concreta de conectar la sostenibilidad con la cultura popular en un formato cercano, inclusivo y profundamente significativo para las comunidades.

La experiencia de visitar el bus es totalmente inmersiva: las personas acceden a una exposición que repasa los hitos más importantes del club, con objetos originales, ‘memorabilia’ histórica, espacios interactivos y la presencia de ídolos como Carlos Caszely en varias de las paradas. Todo esto a bordo de un bus 100% eléctrico, que en sí mismo simboliza una forma de avanzar hacia una movilidad más limpia. En cada comuna vemos cómo familias completas participan, reflexionan y se vinculan con un mensaje que va más allá del deporte: el compromiso activo con el cuidado del entorno y la acción climática.

Octava Semana del Clima

-En cuanto a seguridad energética, ¿cuál es la mirada de ISA Energía hacia el futuro?

Creemos que la seguridad energética del futuro se construye sobre tres pilares: infraestructura resiliente, capacidad de anticipación y excelencia operacional. En esa línea, el año pasado iniciamos la construcción de un nuevo Centro de Control, que se encuentra ad portas de ser inaugurado, y que permitirá integrar información operativa en tiempo real y mejorar la capacidad de respuesta frente a eventos críticos. Pero para seguir avanzando en esta línea debemos trabajar en el sector de la energía como un solo equipo, porque la seguridad energética es tarea de todos.

-Finalmente, con respecto a la Octava Semana del Clima, “Infraestructura y Cambio Climático”, que se desarrollará entre el 19 y 22 de agosto, ¿qué temas específicos se plantearán este año? 

Primero que todo, esperamos que este evento sea una fiesta en el territorio y nos permita contar con invitados del mundo académico, autoridades nacionales y regionales, así como distintas empresas para que podamos hablar, debatir y discutir acerca de los desafíos y tareas que nos depara la adaptación al cambio climático para la Región de Coquimbo, el norte de Chile y todo el país.

Por lo mismo, y como queremos que este evento sea lo más amplio posible, esperamos que las conversaciones incluyan no solo los temas relativos a la infraestructura eléctrica, sino también todo lo que tiene que ver con el desarrollo de los proyectos de infraestructura vial tan relevante para el desarrollo del país y que también atraviesan procesos de adaptación al cambio climático en su desarrollo.

Es en ese sentido que ISA Vías tendrá un rol protagonista y, por lo mismo, esperamos convocar a especialistas de primer nivel tanto regionales como nacionales para dar estas importantes conversaciones que son centrales para el desarrollo sostenible del país.

-¿Por qué se decidió realizar por primera vez el encuentro en la Región de Coquimbo?

En Coquimbo ISA Energía tiene presencia operativa relevante, lo que nos conecta directamente con los desafíos locales: condiciones climáticas más extremas, presión sobre los recursos hídricos y necesidad de infraestructura resiliente. A esto se suma que la región cuenta con un ecosistema activo de actores públicos, privados y sociales que están liderando con fuerza la transición energética y climática desde los territorios. Por eso, realizar la Octava Semana del Clima en Coquimbo es una señal clara, no solo de reconocimiento a la región, sino también un llamado a poner foco en todos los territorios, eso es lo que las empresas con presencia en diversas zonas del país debemos impulsar de manera concreta para descentralizar el debate y acercar las soluciones a los lugares donde realmente se implementan.

-¿Cuáles son sus expectativas frente a esta convocatoria?

Esperamos que esta nueva edición de la Semana del Clima sea un punto de encuentro real entre las decisiones estratégicas y los desafíos que enfrentan los territorios. Queremos que el foco no se quede solo en el diagnóstico, sino que se traduzca en compromisos concretos, especialmente en infraestructura resiliente, transición energética y adaptación al cambio climático.

También queremos que esta instancia inspire nuevas formas de colaboración entre empresas, comunidades, academia y sector público. Sabemos que los desafíos son complejos, pero cuando se abordan de manera articulada, con visión de largo plazo y desde el territorio, las soluciones no solo son posibles: son sostenibles, y es desde ahí donde queremos seguir impulsando la transformación que el país necesita.