Lima y su ruta hacia la Economía Circular
La capital del Perú ha emprendido un largo viaje y prepara el camino para llegar a la meta. El destino es convertirse a la economía circular. En sus planos hay capacitación para el manejo de residuos, creación de biohuertos, campañas de comercios sostenibles que premian las buenas prácticas en ecoeficiencia, y hasta el Día de la Economía Circular.


El planeta está en constante movimiento, en perfecta armonía y sincronización con los demás. En cada vuelta, la Tierra va sufriendo cambios provocados –en su mayoría- por nosotros y nos impone nuevos retos a veces inimaginables, que se deben reflejar en nuevos estilos de vida.
La pandemia de la Covid-19 hizo que el mundo se detenga a pensar qué pasará a corto plazo con nuestro planeta sino reaccionamos de inmediato y lo empezamos a cuidar a conciencia. Esta preocupación ha significado un impulso a las políticas o medidas que nos llevan a practicar una economía circular.
Lima, una ciudad con 9 millones 897 mil habitantes, realiza esfuerzos por implementar biohuertos urbanos en casas y comunidades de alta vulnerabilidad alimentaria. Con estas acciones, la municipalidad no solo alivia una de las necesidades básicas de las familias sino que aplica la economía circular porque además enseña a utilizar los desechos orgánicos en compost que servirá como fertilizante para la tierra y por ende cuidará el medio ambiente. Hasta el momento, hay 1990 biohuertos en casas y 94 en comunidades.
Otras iniciativas relacionadas al manejo de los residuos son campañas públicas “Lima Reúsa” y “TecnoRecicla”. En la primera se recibe bienes usados en buen estado para darles una nueva vida y ofrecerlos a ciertos sectores de la capital; y en la segunda, se promueve el manejo adecuado de los aparatos eléctricos y electrónicos en desuso para reutilizar las materias primas. En lo que va del año se ha podido recolectar más de 33 mil kilos de estos residuos.
El proyecto Biodigestor es una iniciativa para generar una fuente alternativa de energía como biogás y fertilizante biol obtenidos a través del uso de residuos sólidos orgánicos. El piloto se aplicó en un vivero municipal y los resultados fueron prometedores, según la web del Sistema Metropolitano de Información Ambiental. A decir de esta fuente, el proyecto está listo para implementarse a mayor escala y se indica que si fuera aplicado en el mercado municipal Gran Mariscal Ramón Castilla, ubicado en el Cercado de Lima, “un biodigestor tendría la capacidad de producir suficiente energía al año como para abastecerlo de energía eléctrica parcialmente. Además, si este usara 50 toneladas de restos orgánicos al día, podría ahorrarse más de un millón de soles al año”.
Mediante ordenanza municipal, El Consejo Metropolitano también promueve la disminución progresiva del plástico de un solo uso y otros envases descartables, al igual que la campaña de “Comercios saludables” mediante la cual se busca reconocer a establecimientos y comerciantes ambulantes autorizados que desarrollen buenas prácticas ambientales en sus procesos. Otra innovación que contempla el enfoque de economía circular es el programa “Limeños al Bicentenario”. Su objetivo es recuperar espacios públicos con acciones de limpieza, pintado, sembrado de áreas verdes, entre otras actividades, involucrando no solo a los vecinos sino a la empresa privada y sociedad civil. Esta estrategia recibió el premio Buenas Prácticas en Gestión Pública 2021 por la organización Ciudadanos al Día con el apoyo de la Universidad del Pacífico.
En el siglo pasado, Lima fue conocida como Ciudad Jardín por la gran cantidad de parques que adornaban la urbe. Con el paso de los años, el cemento fue reemplazando las áreas verdes. Ahora, los intentos por mantener estos espacios, aunque más por motivos apremiantes como el uso eficiente del agua, los parques y jardines son regados con aguas residuales luego de pasar por la planta de tratamiento. Estadísticas del 2019 y parte del 2020, indican que uno de los beneficios ambientales es el reemplazo de 32 mil metros cúbicos de agua dulce por agua residual tratada.
Lima tiene una extensión territorial de 2 638 mil km2, y buena parte es recorrida por los recicladores que nacieron ante la necesidad de subsistir, de llevar un pan a su mesa, pero hoy forman parte de la cadena de valorización de residuos sólidos. El trabajo con los recicladores de la ciudad se inició en 2005 con el proceso de reconocimiento y formalización. Este año, la comuna limeña extendió la vigencia de las constancias de inscripción a las 13 asociaciones de recicladores hasta mayo de 2022. En el contexto de pandemia, el ministerio del Ambiente autorizó al menos 53 asociaciones que cumplen con los protocolos de bioseguridad para realizar el servicio de reciclaje en 26 de los 43 distritos con los que cuenta la capital.
Las acciones del gobierno municipal para crear conciencia sobre lo importante que es dejar de practicar la economía lineal y adentrarnos en la circular incluyen el establecimiento de un día especial. El 15 de marzo, se celebra el Día Mundial del Consumo Responsable con la finalidad de hacer pensar a todos sobre el impacto que tienen nuestros hábitos de consumo sobre el ambiente, la salud y la comunidad. Yendo en este mismo sentido, la comuna limeña instauró recientemente el 15 de marzo como el Día de la Economía Circular. Para el próximo año, cuando se celebre esta fecha por primera vez, se espera contar ya con la Estrategia de Economía Circular de la Provincia de Lima aprobada mediante ordenanza municipal y representada en una hoja de ruta.
Dicha estrategia proyectada al 2030 es elaborada por un grupo multidisciplinario de la comuna y cuenta con el apoyo técnico del Instituto Global para el Crecimiento Verde (GGGI). Esta organización internacional tiene por finalidad promover el crecimiento verde, y en el Perú específicamente, apoya a instituciones locales en la implementación de la ecologización de los sistemas financieros, reducción de deforestación y promoción de la economía circular.
Por los esfuerzos que realiza el Perú hacia el modelo de crecimiento verde, basado en la inclusión social y la sostenibilidad ambiental, nuestro país fue elegido –por primera vez- miembro del Consejo de esta organización para el periodo 2021-2022.
Otra de las metas de la Gerencia de Servicios a la Ciudad y Gestión Ambiental del municipio capitalino es formar parte del Pacto Peruano para una Economía Circular, iniciativa multisectorial que articula esfuerzos de los sectores público y privado para acelerar la transición hacia la economía circular.
Lima tiene muchos títulos. Es conocida como la Ciudad de los reyes y la Capital Gastronómica de América por su mistura de sabores pero también como la peor ciudad con tráfico vehicular y la sexta urbe con mayor cantidad de habitantes de América Latina. Todos estos calificativos la muestran tal cual pero hoy ha empezado un camino cuya meta es que sus instituciones públicas, empresas y habitantes se vuelvan a la economía circular, como modelo de producción y de consumo que garantiza un crecimiento sostenible en el tiempo, es decir que nos permita conservar el planeta para que siga albergando a la humanidad.
Aún falta camino por andar.