A la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados pasó el proyecto de ley que prohíbe el acopio de concentrado de metales pesados en zonas urbanas, iniciado a partir una moción presentada por los diputados José Miguel Castro, Sergio Bobadilla, Andrés Longton, Manuel Matta, Fernando Meza, Nicolás Noman y las diputadas Sofía Cid y Paulina Núñez.

En un artículo único, el proyecto de ley busca establecer que “se prohíbe el acopio de concentrado de metales pesados en zonas urbanas, a fin de proteger el medio ambiente y la salud de las personas. Un reglamento determinará qué se entiende por concentración de metales pesados, la sanción en caso de incumplimiento y el ente fiscalizador”.

En los fundamentos de la moción parlamentaria, se indica que en Chile los principales productos mineros son concentrados de cobre o zinc, cátodos o ánodos de cobre, derivados de boro o litio, entre otros, productos que son embarcados hacia Asia, Europa y Estados Unidos para ser usado en fundiciones y procesos industriales. Agrega que los puertos más importantes para la minería están ubicados en el norte de Chile.

“No obstante lo anterior -agrega el texto-, el daño al medio ambiente y a la salud de las personas es considerable y puede generar una serie de daños irreparables, especialmente si la concentración de metales pesados se encuentra en zonas urbanas y cercanas a establecimientos educacionales u otros de alta afluencia de personas”.

Los parlamentarios agregan que el puerto de Antofagasta aparece como una de las zonas con mayor contaminación por polvo negro, citando estudios de la Universidad de Antofagasta y del Colegio Médico que establecen que las concentraciones de arsénico, cobre y zinc son probablemente las más elevadas del mundo.

“De acuerdo al estudio del suelo realizado en el año 2014 en sectores cercanos al puerto de Antofagasta, se pudo obtener como primera conclusión que el análisis realizado por el Instituto de Salud Pública arrojó presencia de metales pesados, pudiendo encontrar la presencia de 16 metales distintos”, agrega el escrito.

A continuación, indica que los metales pesados como el plomo, el arsénico y el mercurio, entre otros, provocan una serie de problemas a la salud. “A juicio de la OMS, no existe un nivel de concentración de plomo en sangre que pueda considerarse exento de riesgo y recomienda continuar reduciendo el uso y la liberación de plomo para limitar la exposición ambiental y laboral, especialmente en el caso de niños y mujeres en edad de procrear”.

Por esto, finaliza la moción, “resulta indispensable que el acopio de concentrado de metales pesados no se localice en zonas urbanas, cercano a establecimientos educacionales o de alta afluencia de personas, por la contaminación al medio ambiente y las consecuencias que pueda provocar a la salud”.