El cambio climático ya no es una amenaza lejana. Es una realidad mundial generalizada que avanza a pasos agigantados de acuerdo con el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Desde hace más de 20 años la sustentabilidad ha pasado de ser una preocupación “de marketing”, a ser un elemento crítico para el funcionamiento de largo plazo de las empresas. Incluso los estados y la sociedad civil en su conjunto están pidiendo que se aúnen esfuerzos a fin de que el desarrollo industrial tenga en cuenta el impacto ambiental y social.

A esta altura, necesitamos repensar la estrategia para enfrentar esta situación. Para esto, la ciencia y la tecnología son nuestras mejores herramientas. En Siemens, hablamos de tecnología con propósito, espacio desde donde es posible avanzar conjuntamente entre las empresas, academia y Estados, porque la sociedad global requiere y espera soluciones innovadoras y colaborativas. Lo que se espera de nosotros es: tecnología e innovación al servicio del progreso económico y social de las sociedades en las que operamos.

El desarrollo de las empresas requiere un enfoque amplio (360°), involucrando a todas las partes interesadas, sin excluir a quien tenga algo que aportar. Para contribuir a un futuro mejor nos hemos comprometido con objetivos ambiciosos, medibles y reportables, ya que solo este compromiso permitirá que todos continuemos siendo relevantes para las sociedades.

En la estrategia DEGREE cada letra nos compromete con un objetivo muy claro. DEGREE es nuestra hoja de ruta para el desarrollo de nuestros negocios a nivel mundial. La letra D, descarbonización, muestra que al 2050 nuestra meta es ser carbono neutral; la letra E, por ética, refleja nuestra meta de capacitar al 100% de los colaboradores en materias de cultura organizacional cada tres años y así sucesivamente con la letra G, gobernanza. R por eficiencia de recursos (resource efficiency), E por equidad, donde la meta a corto plazo consiste en que el 30% de los cargos altos sean dirigidos por mujeres y E de empleabilidad, donde el objetivo es duplicar las horas de formación de los colaboradores al 2025, con una inversión equivalente a 250 millones de euros.

Todas las compañías podemos avanzar en temas de sustentabilidad conforme a nuestras respectivas capacidades y estándares éticos, especialmente cuando el planeta en que habitamos está en riesgo real producto del cambio climático. Lamentablemente estamos siendo espectadores de los efectos del calentamiento global y los múltiples desastres climáticos que ha traído asociados.

La rentabilidad y existencia de las organizaciones en el largo plazo depende de la sustentabilidad de nuestras actividades, ya no es posible negar esta situación. La pandemia nos ha mostrado muchísimos caminos posibles, algunos positivos y otros no tanto. Entre ellos, evidenció la creciente demanda de energía, el uso de la tecnología, la necesidad de implementar y mantener cadenas de suministros confiables y sustentables, entre otras, son piezas clave para mantener los avances en desarrollo humano logrados en las últimas décadas.

Hay pequeñas acciones que todos podemos hacer, no solo debemos esperar acciones o regulaciones estatales o iniciativas de empresas transnacionales u ONGs para llevar a cabo innovaciones y cambios significativos. Este cambio de mentalidad, aprendiendo de las dificultades e innovando colectivamente, es el mejor legado para las próximas generaciones, incorporando la sustentabilidad en toda la cadena productiva, procurando reducir y mitigar los impactos de nuestras respectivas organizaciones.

En Siemens estamos convencidos que, usando la tecnología y la innovación con propósito, es posible convertir los posibles riesgos que tenemos por delante, en una ventaja no sólo competitiva, sino que además rentable.

Dalma Parisi es GERENTA SUSTENTABILIDAD & HEAD COMPLIANCE SOUTH AMERICA (W/O BRAZIL) EN SIEMENS.