Históricamente las mujeres han conformado el sector de la población global más expuesto a los efectos no deseados del cambio climático. Son diversos los factores que marcan esta posición en desventaja, la que se incrementa en contextos de pobreza, desigualdad y falta de acceso a recursos. Lo cierto es que pese a ser un porcentaje crucial dentro de los grupos más vulnerables, las mujeres representan sólo una fracción del liderazgo en las decisiones que buscan mitigar y adaptarse a esta realidad. Justamente, el saber y la visión que le ha otorgado la resiliencia femenina frente a una de las tres crisis ambientales más grandes del planeta debe movilizarnos como sociedad para multiplicar su injerencia en el diseño de estrategias y políticas climáticas y su protagonismo en espacios de decisión público-privados.

El contexto es desafiante, sobre todo, en países en desarrollo. Según ONU Mujeres, el cambio climático impacta a representantes femeninas de manera desproporcionada, exacerbando las desigualdades de género preexistentes. En áreas rurales, son las principales responsables de la gestión de recursos naturales como agua, alimentos y energía. Sin embargo, la escasez y la degradación ambiental provocados por fenómenos climáticos extremos, alteran directamente su acceso a estas materias primas, lo que incrementa su carga de trabajo y su vulnerabilidad.

En Chile, el 70% de las personas desplazadas por la pobreza y el cambio climático son mujeres, de acuerdo a datos de la misma organización. Estos números muestran la importancia de tener una representación femenina equitativa en las decisiones que afectan su vida y la de sus comunidades. Hablando de espacios de poder en este ámbito, sólo el 30% de las gerencias de sostenibilidad en organizaciones importantes del mundo son ocupadas por mujeres, mientras que el 20% de estas gerencias es el retrato en Chile, como da cuenta un informe de la CEPAL sobre Cambio Climático y Desarrollo Sostenible.

Esta área es un lugar en el que podemos ganar terreno, especialmente, porque las empresas que incorporan más mujeres en sus equipos de liderazgo tienen un 21% más de probabilidades de tener un desempeño superior en términos de sostenibilidad, según señala un estudio de McKinsey & Company.

En nuestro país hemos dado pasos relevantes en el sector público, en específico, en el Ministerio del Medio Ambiente, liderado por una mujer desde el año 2010, donde las políticas y estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático han ganado visibilidad. Aunque tenemos que ir cerrando brechas en la esfera privada, donde la mayoría de las decisiones determinantes relacionadas con la sostenibilidad y el medio ambiente recaen sobre hombres.

La tendencia es alentadora a la hora de asumir roles más importantes en la gestión ambiental de las empresas, mientras se proyectan instancias de crecimiento en grandes empresas que forman parte del Índice de Sostenibilidad Dow Jones, como indica un análisis basado en la Agenda 2030 y el rol de la mujer en el desarrollo sostenible en Chile.

Las buenas señales siguen. Estos días nos hemos enterado que la presencia de directoras por primera vez supera el 20% de representación en directorios, tal como dio a conocer el VI Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile, elaborado en conjunto entre el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, y la Fundación ChileMujeres, que analiza los indicadores de género de las empresas que reportan a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) a través de las Normas de Carácter General Nº386 y Nº461. Se trata de un salto de 11 puntos en los cuatro últimos años, transitando de 13% a 24%, si se mide a las mismas empresas que han sido parte del reporte durante todo este período.

Como Transforma Cambio Climático de Corfo celebramos y valoramos este progreso en espacios tan decidores como lo es el mundo empresarial, el que está tomando decisiones estratégicas para una productividad sostenible. Es allí, donde creemos firmemente que, continuar con la representación y contribución femenina es imprescindible, tanto en directorios como en altos cargos ambientales.

En este camino hacia la creación y puesta en marcha de soluciones con perspectiva de género que permitan la construcción de sociedades más resilientes y equitativas, hacemos carne esta aspiración. Hemos puesto en práctica una gobernanza público-privada activa y transversal, la que cuenta con una significativa participación de mujeres líderes en sus respectivas áreas de acción climática. Cada una de las integrantes del Comité Ejecutivo aporta desde sus competencias profesionales y laborales a nuestra visión de alcanzar la transformación productiva sostenible de Chile, frente al cambio climático, con enfoque inclusivo, a través de un modelo carbono neutral, regenerativo y resiliente, habilitado con la promoción de la innovación, el desarrollo de capital humano y la transferencia tecnológica, la que esperamos contribuya además a reducir las brechas de género en términos de vulnerabilidad climática.

Tras ese propósito y en el marco de una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, queremos reconocer el valioso trabajo que hemos estado llevando a cabo con figuras femeninas clave del Ministerio de Economía, de Corfo, del Ministerio del Medio Ambiente, de la Agencia de Sostenibilidad Energética, del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, de Acción Empresas, de Sistema B Chile, de la Asociación Climatech Chile y de CLG Chile. Asimismo, queremos movilizar a todas las mujeres, a ser protagonistas de su propio presente y futuro sostenible, en todas las instancias que fortalezcan su empoderamiento y su colaboración. Necesitamos más liderazgos que habiliten soluciones justas, efectivas y rápidas frente al cambio climático, porque es un proceso que ya se instaló como el nuevo paradigma de la sostenibilidad humana.