Edificios: Siete políticas clave para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
“En el contexto de la futura Ley Marco de Cambio Climático y de los compromisos de Chile para reducir las emisiones de gases efecto invernadero (GEI), el gobierno tiene que tomar medidas fuertes en términos de eficiencia energética. Actualmente la energía consumida en los edificios es responsable de un cuarto de las emisiones GEI en Chile y los estándares del país están lejos de los exigidos en el resto de los países de la OCDE”.
La Convención de las Partes se trasladó a Madrid, pero los problemas asociados al Cambio Climático siguen aquí y en todos los rincones del planeta. Es de esperar que el cambio de escenario, no signifique que Chile detenga el ímpetu que traía para tomar acciones contundentes para frenar el aumento de la temperatura. Que nos afectará a todos, pero mayormente a los más pobres.
En el contexto de la futura Ley Marco de Cambio Climático y de los compromisos de Chile para reducir las emisiones de gases efecto invernadero (GEI), el gobierno tiene que tomar medidas fuertes en términos de eficiencia energética. Actualmente la energía consumida en los edificios es responsable de un cuarto de las emisiones GEI en Chile y los estándares del país están lejos de los exigidos en el resto de los países de la OCDE. Hoy es posible que los edificios no consuman casi energía gracias a la combinación de 4 elementos esenciales:
(1) Envolventes aislantes: limitar los despilfarros energéticos con un espesor de aislamiento adecuado al clima.
(2) Hermeticidad: limitar la infiltración de aire exterior, y controlar la ventilación. Eso implica tapar grietas o agujeros que sobran para una ventilación adecuada. Incluso, la ventilación puede ser mecánicamente controlada, con extracción de aire en función de la humedad interior, hasta la recuperación de energía por intercambiador de calor.
(3) Diseños pasivos: poder aprovechar la luz natural y las ganancias térmicas de la radiación solar en invierno gracias a la orientación de la construcción y a la correcta disposición de las ventanas, y también protegerse del sol en verano con la integración de aleros, al uso de persianas regulables, toldos, pérgolas, y vegetación.
(4) Sistemas de energía renovable: el cumplimiento de los 3 puntos anteriores resulta en una menor demanda energética en calefacción, enfriamiento e iluminación. Entonces, es posible cubrir esta demanda con sistema o combinación de diferentes sistemas de energía renovable, tales como sistemas solares térmicos y fotovoltaicos o bombas de calor geotérmicas, una de las tecnologías más prometedoras, ya que obtienen retorno de la inversión dentro del rango de vida útil de los edificios.
Las soluciones existen. Es factible técnicamente llegar a construir edificios de muy buena calidad porque los costos adicionales son muy razonables. Las constructoras de edificios eficientes indican que dichos costos adicionales pueden representar hasta un 5% del valor del edificio implementando los 4 elementos señalados anteriormente. Incluso, la tendencia es que edificios sustentables lleguen a ser más baratos que los edificios convencionales.
Varios países como Francia, Alemania, Suecia y Canadá ya han conseguido reducir los consumos energéticos y las correspondientes emisiones de GEI de sus edificios. Chile podría inspirarse en los logros de estos países. Se presentan aquí siete políticas claves para implementar buenas prácticas de eficiencia energética a la hora de construir, y poder cumplir con los compromisos nacionales para el sector edificación:
- Códigos y estándares de eficiencia energética: Los códigos bien diseñados que requieren estándares exigentes de eficiencia energética en el diseño, construcción y/u operación de los sistemas de construcción pueden disminuir de manera rentable los gastos de energía durante la vida útil de los edificios.
- Objetivos de mejora de la eficiencia: los gobiernos deben establecer objetivos claros de reducción de energía para mejorar el rendimiento de los edificios en las ciudades. Pueden también introducir objetivos voluntarios para incentivar la acción del sector privado.
- Información y certificaciones de rendimiento: el mercado puede funcionar si hay datos claros que diferencien el rendimiento. Aumentar la transparencia del rendimiento del edificio permite a los propietarios, gerentes y ocupantes del edificio realizar transacciones inmobiliarias informadas, mejorar el rendimiento del edificio y realizar seguimiento.
- Incentivos y finanzas: los líderes deben realizar inversiones estratégicas en la eficiencia de edificios, y trabajar con instituciones financieras para ayudar a estimular nuevas inversiones en edificios. El financiamiento para ayudar a cubrir costos iniciales, materiales o tecnologías puede incentivar proyectos de mayores inversiones.
- Involucrar a los propietarios, gerentes y ocupantes de los edificios: a través de asociaciones, concursos y premios, campañas de sensibilización y actividades sobre la gestión de la energía para incrementar conocimientos y crear una mayor demanda y aceptación de la eficiencia del edificio.
- Involucrar a los servicios técnicos y financieros: los sectores público y privado deben trabajar juntos para capacitar a la fuerza laboral local para implementar estrategias de reducción de energía, y satisfacer la demanda de proyectos de eficiencia de construcción y crear buenos empleos.
- Trabajar con empresas de servicios públicos: los gobiernos pueden aprovechar las relaciones entre proveedores de energía y clientes para proporcionar mejores datos y hacer que las tecnologías eficientes sean más accesibles.
*Francois Simon es investigador posdoctoral CEDEUS y de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo UC.