Economía circular y sostenibilidad: Un nuevo modelo de sociedad
“Si consideramos que en Chile se generan más de 130 mil toneladas de NFU cada año, de las cuales sólo un 5% tiene algún tipo de manejo sustentable, gracias a iniciativas voluntarias llevadas a cabo por algunas empresas productoras de neumáticos y al apoyo de industrias que han adaptado sus procesos para dar valor a los NFU, el avance en esta regulación es una gran oportunidad para alcanzar el desarrollo sostenible”.
El camino hacia el desarrollo sostenible de la industria cementera, un sector intensivo en energía para su proceso de producción, tiene grandes desafíos. Entre ellos, el uso eficiente de los recursos para alcanzar una vida mejor en todo sentido, que impacte positivamente en las comunidades, las empresas, el país y la sociedad en su conjunto. Polpaico ha tomado esa ruta a través de una estrategia que tiene la sostenibilidad entre sus ejes centrales y que busca crecer en armonía con el medio ambiente, proyectando a la empresa al futuro.
Es un trabajo que en el caso de la filial Coactiva partió hace 15 años. Hoy es la única plataforma a nivel nacional que transforma residuos sólidos industriales en combustibles alternativos para su coprocesamiento, evitando que los desechos que no pueden ser reciclados lleguen a vertederos. A lo largo de los años, ha contribuido a lograr una sustitución energética del 13% del combustible fósil tradicionalmente usado en sus hornos de cemento y hoy trabaja por aumentar dicha tasa de sustitución hasta un 30% hacia el año 2025.
La transición a una economía circular nos exige la introducción de cambios en todas las cadenas de valor, desde el diseño de los productos hasta los nuevos modelos de gestión y de mercado, desde los nuevos modos de conversión de los residuos en un activo hasta las nuevas formas de comportamiento de los consumidores. Todo eso implica un cambio sistémico completo, así como innovación no sólo en las tecnologías, sino también en la organización, la sociedad, los métodos de financiación y las políticas.
Para ello es esencial trabajar articuladamente con toda la industria, la que se ha fijado metas desafiantes para replantear la fórmula en la que están produciendo y así seguir avanzando hacia una economía de bajo carbono. Concretamente, el año pasado se lanzó la Hoja de Ruta de la industria del cemento chilena, proyecto realizado bajo el estándar de la Hoja de Ruta Latinoamericana de la Federación Interamericana del Cemento (Ficem), que tiene como objetivo reducir gases de efecto invernadero, y así desarrollar herramientas asociadas a investigación, marcos regulatorios y tecnologías que impulsen la sostenibilidad del sector.
Esta Hoja de Ruta tiene como ejes la reducción en un 30% de las emisiones de CO2 al año 2030, alcanzar un 17,5% del uso de combustibles alternativos a través del co-procesamiento y reducir a un 64% el factor clínker, componente clave del cemento. Para ello, avanzar en nuevas regulaciones que permitan avanzan en ese camino, es esencial.
Hoy se encuentra en revisión en Controlaría el decreto REP NFU, que de ser aprobado permitiría la producción de combustible alternativo a partir de neumáticos fuera de uso y significaría una gran oportunidad para aprovechar el valor material y energético de los Neumáticos Fuera de Uso (NFU) que no tienen destino conocido.
La fabricación de cemento es un proceso industrial intensivo en el uso de energía, por lo que, en muchos lugares del mundo, las fábricas de cemento utilizan neumáticos fuera de uso –ya sea enteros, trozados o granulados– para complementar su combustible primario en los hornos de Clinker. Las altas temperaturas y largo tiempo de residencia del combustible en el horno permiten la combustión completa del neumático, sin generar humos, olores o emisiones visibles causadas por los NFU.
Si consideramos que en Chile se generan más de 130 mil toneladas de NFU cada año, de las cuales sólo un 5% tiene algún tipo de manejo sustentable, gracias a iniciativas voluntarias llevadas a cabo por algunas empresas productoras de neumáticos y al apoyo de industrias que han adaptado sus procesos para dar valor a los NFU, el avance en esta regulación es una gran oportunidad para alcanzar el desarrollo sostenible.
Sabemos que mejorar nuestro desempeño ambiental es clave para contribuir a la vida mucho mejor. Por eso, estamos comprometidos con un desarrollo sostenible y en seguir avanzando hacia la utilización eficiente de recursos y la gestión responsable de nuestro impacto.