Economía Circular, clave para la reducción del desperdicio de alimentos
Una manera de abordar este tema es con la Ley REP y la gestión de residuos orgánicos, que incentiva la reutilización, el reciclaje y la valorización de residuos, incluidos los alimentos. Además, se está impulsando la creación de una Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos que busca valorizar los residuos alimentarios a través de compostaje y otras tecnologías. Pese a ello, nuestro país se debe enfrentar con desafíos importantes, especialmente en lo que respecta a la concientización y la mejora de la infraestructura en la cadena alimentaria.
Cada año, millones de toneladas de alimentos terminan en la basura mientras millones de personas en el mundo padecen hambre. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha establecido este 29 de septiembre la conmemoración del Día Internacional de Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos para destacar la importancia de reducir las pérdidas y el desperdicio alimentario en todo el mundo.
Aproximadamente, un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial para el consumo humano se pierde o se desperdicia cada año, lo que equivale a unos 1,300 millones de toneladas. Una cifra que tiene un gran impacto ambiental, social y económico.
El desperdicio de alimentos no solo significa una pérdida de recursos alimentarios, sino también de recursos como agua, energía, tierra y mano de obra. Además, los alimentos que terminan en los vertederos producen metano, un potente gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.
Chile ha venido alineándose con los objetivos globales en cuanto a la reducción de la pérdida y el desperdicio de comida, siguiendo el llamado de la FAO y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial el ODS 12.3, que busca reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita para 2030.
Una manera de abordar este tema es con la Ley REP y la gestión de residuos orgánicos, que incentiva la reutilización, el reciclaje y la valorización de residuos, incluidos los alimentos. Además, se está impulsando la creación de una Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos que busca valorizar los residuos alimentarios a través de compostaje y otras tecnologías. Pese a ello, nuestro país se debe enfrentar con desafíos importantes, especialmente en lo que respecta a la concientización y la mejora de la infraestructura en la cadena alimentaria. En ese sentido, la implementación de políticas públicas, sumado a la participación de empresas y consumidores será clave para avanzar en esta área y cumplir con las metas planteadas por la FAO para 2030.
En Ecológica, como protagonistas del desarrollo de una cultura de Economía Circular, sabemos que pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia. Nos comprometemos a fomentar la reducción del desperdicio alimentario desde el origen, apoyar la recuperación de alimentos para su redistribución a quienes lo necesitan, y promover el compostaje y la transformación de desechos orgánicos para darles una nueva vida y ayudar a la tierra.
Este 29 de septiembre, la invitación es a sumarse al cambio. Juntos, podemos crear un mundo más sostenible donde los recursos se aprovechen al máximo.