Crisis como oportunidades
“Bajo la lógica de una economía circular, con los envases recolectados se hizo una eco equivalencia, convirtiéndolos en 500 placas ecológicas hechas en Chile con envases de cartón para bebidas post consumo, las cuales fueron entregadas a familias del campamento Dignidad de la comuna de La Florida, con el fin de abrigar sus viviendas debido a las propiedades de aislación térmica y acústica de estas planchas, mejorando sus condiciones de habitabilidad”.
Entre 2015 y 2017, la generación de residuos a nivel nacional aumentó 8%, pasando de 21,2 a 23 millones de toneladas, según datos del Ministerio de Medio Ambiente. A esto, se suma que Chile es el país que menos recicla de la OCDE, reciclando sólo el 1,9, y es el que genera más residuos per cápita a nivel sudamericano. Con la crisis sanitaria actual, esta situación se ha ido agravando por el confinamiento o el cierre de algunos puntos limpios.
Esto nos obliga a pensar en soluciones que nos permitan avanzar hacia un futuro sostenible o como se ha hablado mucho una “reactivación sostenible”, donde el desafío es no retroceder en los avances que hemos logrado en los últimos años para crear conciencia sobre la crisis ambiental y la importancia del reciclaje.
En esta línea, un ejemplo desarrollado en plena pandemia fue la iniciativa #MiCajaAbrigaUnaCasa, liderada por Chile Sin Basura junto a la empresa Tetra Pak, una muestra clara de cómo la educación ambiental y el reciclaje pueden reinventarse creativamente en tiempos de coronavirus. Esta campaña, invitó a toda la comunidad a compartir una imagen mostrando cómo se puede acopiar en casa envases de cartón para bebidas, a la espera de tener la movilidad para acudir a un punto limpio. En solo un mes se logró reunir más de 3.200 envases.
Bajo la lógica de una economía circular, con los envases recolectados se hizo una eco equivalencia, convirtiéndolos en 500 placas ecológicas hechas en Chile con envases de cartón para bebidas post consumo, las cuales fueron entregadas a familias del campamento Dignidad de la comuna de La Florida, con el fin de abrigar sus viviendas debido a las propiedades de aislación térmica y acústica de estas planchas, mejorando sus condiciones de habitabilidad.
A simple vista parece algo simple pero el efecto multiplicador de esta iniciativa nos hizo creer en que es posible avanzar hacia una “reactivación sostenible”. Diversos municipios, ONGs y actores sociales nos contactaron para sumarse. Un ejemplo fue la iniciativa “Sumemos Chillán”, un grupo de particulares quienes voluntariamente se organizaron y juntaron 45 kilos de envases, para revestir interiormente -con placas ecológicas- las viviendas de la Población Luis Cruz Martínez de la comuna de Chillán.
Esperamos que, como ésta, surjan miles de otras oportunidades que nos permitan continuar creando conciencia sobre el cuidado del medio ambiente, porque, al igual que esta crisis sanitaria, la crisis ambiental la superaremos sólo si trabajamos unidos.