2025: ¿Punto de inflexión para la contaminación por plásticos?
En Chile, iniciará la obligación de incorporar al menos un 15% de plástico reciclado en las botellas plásticas. Un desafío tremendo donde las plantas botella a botella de las principales embotelladoras del país jugarán un rol clave, pero que solo será posible si se logra recolectar el material suficiente.


El 2025 será una época de definiciones. A nivel internacional, parece evidente que este sí será el año del acuerdo global contra la contaminación por los plásticos. No hay margen para no lograrlo. La duda es qué tan ambicioso será. ¿Se pondrá un límite a la producción de plásticos?, ¿tendremos un listado de plásticos problemáticos a eliminar?, ¿hasta qué punto serán obligatorios los sistemas de responsabilidad extendida al productor? Son preguntas abiertas y complejas que se deberán debatir en los siguientes meses.
La Red de Pactos de los Plásticos, iniciativa internacional coordinada por la Fundación Ellen MacArthur y WRAP, que tiene su bajada en nuestro país con Fundación Chile, en coordinación con el Ministerio del Medio Ambiente, también está en un momento de inflexión, donde en las 13 regiones miembros se están acordando las metas 2030. Esto podría implicar una renovación del compromiso de la industria por avanzar hacia una economía circular de los plásticos. Y es que la única forma de lograr un cambio sistémico es a partir de la colaboración de toda la cadena de valor, donde las interrogantes son qué empresas tomarán el compromiso y cuáles preferirán mantenerse al margen. Esto dirá mucho de sus verdaderas intenciones.
En Chile, iniciará la obligación de incorporar al menos un 15% de plástico reciclado en las botellas plásticas. Un desafío tremendo donde las plantas botella a botella de las principales embotelladoras del país jugarán un rol clave, pero que solo será posible si se logra recolectar el material suficiente. ¿Cómo incentivar a las personas a separar sus residuos? Será el gran desafío, especialmente para alcanzar las metas de la ley REP. En esa línea, este tiene que ser el año en que se avance con una regulación sobre envases en contacto con alimentos. De lo contrario, será imposible alcanzar tasas de reciclaje relevante en la industria alimenticia.
Un punto de incertidumbre es lo que pasará con las iniciativas de reúso. Ya hay casos de emprendimientos de reutilización que se han posicionado en el ecosistema como una alternativa real de economía circular. En efecto, hemos podido ver múltiples pilotos proliferando en nuestro país en distintas categorías de productos. La incertidumbre está en si estos lograrán escalar este año y sobrevivir al famoso “Valle de la muerte” del emprendimiento. Desde el Pacto, estamos convencidos de que son necesarios para reducir la contaminación por plásticos y que, tal como señala la Hoja de Ruta de Economía Circular de Chile, es imperativo promover su desarrollo este 2025.
Para finalizar, es interesante estar pendiente de los temas “nuevos” que se podrían tomar la agenda del plástico. El año pasado vivimos el auge mediático de los plásticos compostables, que decantó en el Congreso Internacional de Polímeros Compostables de CENEM y la materialización del primer APL del tema. Seguramente, seguirán dando que hablar en los próximos meses. Además, la generación de microplásticos es un tema que está causando gran revuelo en el mundo, del cual aún desconocemos su impacto final. Por último, no debemos olvidar que este es un año de elecciones presidenciales en nuestro país. ¿Cuál será la importancia del medio ambiente en la discusión pública?
Sin duda, el 2025 será una época de definiciones.