Turismo sostenible: Avances y desafíos que enfrenta en Chile este sector en explosivo crecimiento
El turismo sostenible, cada vez más demandado por los viajeros a nivel global, busca minimizar los impactos sobre el medio ambiente, a la vez que promueve el desarrollo de la población local. En Chile se lanzó recientemente la Estrategia Nacional de Turismo Sostenible 2035 que, sumada a futuras mejoras en la certificación del Sello S, dan cuenta de la relevancia que ha cobrado este sector dentro la industria. Para ahondar en los avances y retos de esta actividad que implica responsabilidad, compromiso e inclusión, País Circular conversó con Cristóbal Benítez, director de Sernatur; Claudia Huepe, académica de Administración en Ecoturimo UNAB y Gustavo Salinas, representante de las asociaciones gremiales Aprotur y Aptur.


Hace unas semanas se revelaron los ganadores de los World Travel Awards 2024 -conocidos como los ‘Oscar’ del turismo-, donde Chile triunfó, entre otras categorías, como Principal Destino Verde de Sudamérica. Previamente, en estos mismos galardones, Chile se había alzado como el Destino Verde Líder del Mundo en 2023, 2022, 2020 y 2019, evidenciando así que la propuesta turística nacional avanza cada vez más hacia un turismo sostenible y responsable.
Si bien suelen confundirse los conceptos de turismo sostenible y sustentable, Claudia Huepe, académica de Administración en Ecoturismo en la sede Concepción de la Universidad Andrés Bello, aclara la diferencia: “Algo sostenible se puede mantener en el tiempo. O sea, si hablamos de turismo, buscamos que sea soportable en la parte ecológica, viable en la económica y que considere la integración social. Pero el turismo no puede ser solo sostenible, en el sentido de que sea algo que queramos conservar tal y como está. Lo que queremos hacer es mejorarlo a través de acciones y de ahí es que aludimos a turismo sustentable”.
Lo cierto es que, más allá de esta diferenciación, Gustavo Salinas, director de comunicaciones de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Turismo en Chile (Aprotur), indica que “turismo sostenible y sustentable son términos que llevan a desarrollar la actividad turística, en la planificación y operación, bajo un equilibrio económico, ambiental y sociocultural. Es decir, que pueda preservar y conservar el medio ambiente y sus recursos naturales para futuras generaciones, pero al mismo tiempo protegiendo a las comunidades locales”.
Si bien en Chile existe un largo trecho por avanzar hacia un turismo más responsable, un paso importante se dio en julio de 2024, con el lanzamiento de la Estrategia Nacional de Turismo Sostenible 2035. Se trata de un trabajo en conjunto entre el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) y la Subsecretaría de Turismo (Subturismo), que involucró a más de dos mil actores clave relacionados con esta actividad.
Cristóbal Benítez, director de Sernatur, destaca que “el objetivo principal de este documento es consolidar el turismo como una actividad estratégica y esencial para el desarrollo sostenible de las regiones del país. La visión al año 2035 es que Chile sea reconocido por su turismo sostenible, que contribuye al bienestar de las personas y comunidades, la conservación del medio ambiente y el crecimiento económico”.
“Entre las líneas de acción del pilar de Turismo Sostenible se encuentran Cultura y conciencia turística; Acción climática proactiva; Compromiso empresarial con la sostenibilidad; Turismo, biodiversidad y áreas protegidas; Bienestar de las comunidades locales; Seguridad y resiliencia turística; Turismo inclusivo y accesible; y Destinos y Zonas de Interés Turísticos sostenible. Gracias a esta hoja de ruta, nuestro país cuenta con una sólida estructura para guiar nuestras acciones hacia el fortalecimiento y la diversificación de la industria turística en Chile”, subraya Cristóbal Benítez.

“La visión al año 2035 es que Chile sea reconocido por su turismo sostenible, que contribuye al bienestar de las personas y comunidades, la conservación del medio ambiente y el crecimiento económico”.
Nuevo perfil del turista
Alineado con estas acciones hacia un turismo sostenible, se ha ido potenciado en los últimos años un viajero cada vez más responsable y consciente de su impacto en el medio ambiente, la economía y la cultura local, ya sea a la hora de escoger servicios como destinos.
“Tanto a nivel nacional como internacional, hay un cambio en cómo el visitante se conecta con los territorios. Por ejemplo, si hablamos de turismo local, ha aumentado considerablemente, en estadísticas, la cantidad de personas que va a la cordillera o a los parques a hacer trekking. En general ha habido un interés importante por conectarse con actividades en la naturaleza”, comenta Gustavo Salinas, también director secretario de la Asociación de Periodistas de Turismo de Chile (Aptur).
“Además, el visitante es mucho más tecnológico y, por lo tanto, se involucra en la planificación de su viaje, más allá de solamente comprar un paquete. Hoy el turista quiere reconocer los territorios con su color real y busca lugares donde pueda interactuar más con la localidad, comprar sus artesanías, probar su gastronomía, alojar en sus residencias”, señala el profesional del rubro, quien afirma que el turismo sostenible no necesariamente implica un mayor gasto para el viajero.
Una opinión distinta tiene Claudia Huepe, pues la académica de Administración en Ecoturismo considera que este tipo de turismo sí se traduce en un alza en los precios. Sin embargo, aclara que es un punto que actualmente el turista está dispuesto a sortear.
“Es una lástima. Pero, por ejemplo, si una empresa quiere trabajar con productos que sean ecológicos o biodegradables, todavía tiene un costo más alto. Para mí es casi imposible que no cueste un poquito más. Ahora, las personas que buscan experiencias de turismo sostenible, así lo entienden, lo valoran y no les molesta pagar un poco más”, sostiene la experta.

Mejoras al Sello S
Actualmente, Sernatur dispone de un un sistema de registro para los servicios turísticos, para identificar la oferta formal del país, diferenciarla por tipo y clase, y validar su autenticidad y vigencia. “El registro es obligatorio para los servicios de alojamiento turístico y actividades de turismo aventura, pero es voluntario para el resto. Nuestro llamado a los turistas, nacionales y extranjeros, es revisar siempre los servicios a los que accedan en Chile en nuestro sitio web”, recomienda Cristóbal Benítez.
Asimismo, el organismo entrega 3 tipos de certificaciones: El Sello R (Servicio Turístico Registrado), el Sello Q (Sello de Calidad Turística) y el Sello S (Turismo Sustentable). Todas ellas se engloban en un nuevo Sistema de Competitividad Turística, diseñado por Sernatur en alianza con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Es una nueva forma de vinculación con las empresas de turismo, que permitirá un acompañamiento personalizado, con el fin de cubrir sus brechas competitivas. Sus beneficiarios directos son mipymes turísticas de todo el país, cuya cobertura abarca empresas de alojamiento, tour operadores, agencias de viaje, turismo aventura, alimentación y guías turísticos. Actualmente, se encuentra en etapa de diseño y se espera tener los primeros resultados piloto hacia finales del 2025”, explica Cristóbal Benítez.
Por su parte, en lo que compete específicamente al turismo sostenible, el Sello S apunta al cumplimiento de criterios de sustentabilidad en los ámbitos económico, sociocultural y ambiental. “Este distintivo cuenta con el reconocimiento internacional del Consejo Global de Turismo Sostenible (GSTC) y es auditado por un organismo independiente”, afirma el director de Sernatur.
Se trata de una distinción a la que actualmente se le están realizando mejoras, con el fin de agilizar los criterios de otorgamiento y disminuir algunos costos asociados.
“Nuestro reconocimiento de Turismo Sustentable, que se entrega a las empresas que se comprometan con implementar prácticas sustentables, también está en proceso de actualización de condiciones, a las que se sumará, por ejemplo, el desarrollo de políticas internas de sustentabilidad en empresas de turismo”, indica Cristóbal Benítez.
“También estamos trabajando en mejorar los conocimientos y competencias de los trabajadores del sector, a través de los cursos de Sustentabilidad Turística, Cambio Climático y Gestión de Riegos, Accesibilidad, capacitaciones ESNNA contra la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en contexto de viajes y turismo, la aplicación del Modelo de Gestión Turística Interna Municipal que conlleva a la Distinción de Municipalidad Turística y, prontamente, un nuevo Curso de Género”, agrega el director del organismo público.
Si bien Claudia Huepe valora que cada vez más empresas trabajen con las bases del turismo sustentable, avaladas por el Sello S que otorga Sernatur, expone la traba que puede significar en algunos casos hacer la inversión.
“El Sello de Sustentabilidad es muy positivo, porque guía la gestión de la empresa, indicando cuáles son las brechas y acciones que se pueden tomar para mejorar. El único tema es que el sello tiene un valor que no es accesible para todos. Por lo tanto, hay muchas empresas que si bien han adoptado acciones sustentables y sí generan un impacto positivo, quizás no pueden avalarlo porque no tienen los medios económicos hoy en día para pagar la certificación. Entonces, cuando las empresas son pequeñas y quieren hacer las cosas bien, por supuesto que la primera inversión, antes de certificarse, es mejorar internamente. Por ejemplo, en su gestión de residuos”, argumenta la académica.
Al respecto, cabe destacar que, aunque postular a la obtención del Sello S no tiene ningún costo, sí es necesario financiar una auditoría hecha por un organismo certificador autorizado por Sernatur.
De todos modos, en un paso previo al Sello S se encuentra el Compromiso Turismo Sustentable, que es un distintivo básico, con su foco puesto principalmente en micro y pequeñas empresas turísticas que trabajan con turistas nacionales.

“Hay muchas empresas que si bien han adoptado acciones sustentables y sí generan un impacto positivo, quizá no pueden avalarlo porque no tienen los medios económicos hoy en día para pagar [la auditoría para] la certificación”.
Metas pendientes
Además de su labor desde la docencia, Claudia Huepe se dedica al cicloturismo, particularmente en la Patagonia, lo que le ha permitido recabar datos reveladores y, asimismo, plantear nuevos desafíos.
“El año pasado hicimos un estudio sobre el impacto que tiene el cicloturismo en la Carretera Austral, que nunca había sido medido. Y descubrimos que al año están trasladándose casi dos mil personas en bicicleta. Además, se evidenció que el cicloturista en la Patagonia es el viajero que pasa más días en el destino. Y, por lo tanto, a pequeña escala es el que más impacta en la economía local y más beneficios reporta a la comunidad”, destaca la socia gerenta en Cicloaustral Chile.
“Las cifras son relevantes, porque si no tenemos información base, no podemos mejorar nada. Hablamos mucho de turismo sostenible, pero no sabemos realmente qué es lo que hay que mejorar, ni sabemos tampoco el impacto que están teniendo nuestra acciones. Por eso, una meta pendiente es aprender a medir lo importante en cifras. A modo personal, creo que Sernatur tiene que empezar a ser más como un laboratorio o un barómetro del turismo. Tiene que tener cifras reales del impacto que está dejando el turismo en Chile”, asegura Claudia Huepe.
Para Gustavo Salinas, en tanto, un reto es que si bien la industria del turismo implica un trabajo articulado, en la práctica esto no siempre ocurre así. “Es clave que todos los planes, programas y modelos propuestos no se queden en el papel. Y aquí el compromiso no es solamente del gobierno, ni del municipio, ni de las empresas, ni de los gremios, sino de cada uno de los actores que están involucrados en el turismo sostenible, de forma directa o indirecta. Que cada uno tome, revise y realice acciones, aunque sean pequeñas”, señala el también académico.
Desde su vitrina, Gustavo Salinas comenta que “en Aprotur nuestra misión es apoyar tanto a las instituciones públicas como privadas en la profesionalización del turismo en Chile, ya sea a través de mesas de trabajo, capacitaciones, asesorías o trabajo en terreno, siempre impulsando el turismo sostenible e inclusivo”.
Mientras que en Aptur, “nuestro objetivo es influir, apoyar y poder comunicar todo lo que se está desarrollando en la actividad turística, también desde un enfoque sostenible e inclusivo. Aptur lo que hace es mostrar acciones positivas que se están desarrollando en los distintos territorios, pero también dar a conocer cuál es el desarrollo y la realidad de los destinos”.

“Es clave que todos los planes, programas y modelos propuestos no se queden en el papel. Y aquí el compromiso no es solamente del gobierno, ni del municipio, ni de las empresas, ni de los gremios, sino de cada uno de los actores que están involucrados en el turismo sostenible, tanto de forma directa como indirecta”.
Acciones ante el cambio climático
Finalmente, entre otros desafíos por abordar, el cambio climático es uno de los más significativos y urgentes, porque impacta a todos los ámbitos de la sociedad, siendo el sector turístico uno de los más vulnerables frente a sus efectos.
Cristóbal Benítez señala al respecto que “ante esta realidad, Chile asumió el compromiso de adoptar medidas proactivas que fortalezcan la resiliencia y sostenibilidad del sector turístico para facilitar su adaptación a las nuevas condiciones del clima y garantizar su rol como motor clave para el desarrollo económico, el bienestar de las comunidades locales y el progreso del país”.
“En línea con la visión de posicionarnos como un país con un turismo resiliente, sostenible y adaptado al cambio climático, Chile aprobó en noviembre de 2024 el Plan Sectorial de Adaptación al Cambio Climático del Turismo, que busca reforzar la capacidad del sector para enfrentar los impactos del cambio climático mediante la colaboración interinstitucional, la implementación de medidas preventivas ante eventos climáticos, la reducción de efectos negativos en el sector y el aumento de la adaptación y resiliencia de los destinos y servicios turísticos. Además, incorpora a las comunidades locales y asegura que el enfoque de género esté presente en todas las etapas de su desarrollo”, especifica el director de Sernatur.
“Para conseguirlo se proponen cuatro objetivos específicos. Primero, fortalecer la institucionalidad y gobernanza, integrando instrumentos de gestión local y ordenamiento territorial. Segundo, promover experiencias sostenibles y resilientes gracias a prácticas que reduzcan impactos ambientales. Tercero, mejorar la capacidad de respuesta y adaptación mediante información relevante para la implementación de acciones y el establecimiento de canales de comunicación frente a monitoreo de desastres y eventos climáticos extremos. Y cuarto, conservar y restaurar los destinos turísticos, a través de la implementación de proyectos de mejora de la infraestructura, de restauración de la biodiversidad, de conservación de los recursos naturales y el cuidado del patrimonio urbano”, expresa Cristóbal Benítez.

“En línea con la visión de posicionarnos como un país con un turismo resiliente, sostenible y adaptado al cambio climático, Chile aprobó en noviembre de 2024 el Plan Sectorial de Adaptación al Cambio Climático del Turismo, que busca reforzar la capacidad del sector para enfrentar los impactos del cambio climático”.