Juventudes chilenas manifiestan tanto esperanza como preocupación ante la COP 30 que se desarrolla en Brasil
La protesta indígena que ayer en la tarde provocó la evacuación de miles de personas que estaban participando de las reuniones de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático sorprendió a Hans Hube, quien asiste al evento como miembro de Conferencia Local de la Juventud (LCOY) en Chile. “Nos obligaron a salir”, relató el activista chileno poco después de comentar a País Circular sus expectativas y opiniones respecto al encuentro. Complementando esa experiencia, Francisca Quevedo, también integrante de LCOY, contó desde Concepción sobre la Declaración Nacional de Niñeces y Juventudes que fue llevada a la COP 30 y que contiene las principales inquietudes y propuestas de este grupo etario frente a la crisis climática. “No podemos seguir sacrificando nuestro planeta” subrayó.
Pasadas las 20.20 de ayer todas las personas que estaban participando en las diversas actividades de la COP 30 en Belém (estado de Pará, Brasil) fueron obligadas a abandonar el inmenso recinto que alberga la conferencia anual de la ONU sobre Cambio Climático ¿La razón? Cientos de indígenas que protestaban contra el encuentro habían logrado ingresar a la zona azul, un espacio con acceso restringido donde se llevan a cabo las negociaciones oficiales. “Estábamos adentro, mientras afuera había una manifestación de pueblos indígenas de la Amazonía. De pronto los guardias empezaron a correr hacia la entrada y ahí comenzaron los golpes. Había gente peleando dentro de la COP y nos empezaron a desalojar”, contó el chileno Hans Hube Frías a País Circular.
Hube está en Belém participando en la COP 30, que se realiza desde este lunes y hasta el viernes 21 de noviembre; y previamente fue parte de la Conferencia Mundial de la Juventud sobre Cambio Climático (COY). En ambas instancias asiste como delegado de la Conferencia Local de la Juventud (LCOY) en Chile, que es parte de YOUNGO, red oficial juvenil de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
El desalojo puso un abrupto término a una jornada que ya había sido intensa para el joven activista chileno, quien hizo un alto entre reuniones y justo cuando comenzó a caer una intensa lluvia tropical para conversar con este medio.
“Se detuvo todo, negociaciones, paneles, todo. Nos obligaron a salir del recinto y ahora las calles de Belém están llenas con la gente que salió de la COP. Nunca había pasado que evacuaran toda una COP; es algo histórico”, relató Hans Hube, quien es uno de los coordinadores de LCOY Chile. “Fue muy fuerte, porque no solo llegó la policía, sino también los militares; afuera había un tanque y camiones con personal del ejército”, añadió sobre el conflicto con los indígenas que, de acuerdo a la prensa local, denunciaban entre otras cosas la privatización de los ríos Tapajós, Tocantins y Madeira.
Las protestas no son algo inusual en las Conferencias de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático; cada año suele verse en los alrededores del evento -y en la ciudad que lo acoge- a manifestantes que denuncian, entre otras cosas, la falta de acción real frente a la crisis climática debido principalmente a intereses económicos.
Es una ocasión propicia para estas acciones, por cuanto en las COP se reúnen líderes mundiales, científicos, organizaciones no gubernamentales y representantes de la sociedad civil para conversar y negociar acciones para combatir el cambio climático.
En ese contexto, delegados de LCOY Chile se sumaron como parte de la sociedad civil a la COP 30 que se realiza en Belém. “Acá hay como 2 mundos; un mundo son las negociaciones oficiales, y el otro es todo lo que hace la sociedad civil en su esfuerzo por encontrar alianzas, colaboración y financiamiento”, relata Hans Hube, ingeniero ambiental de 29 años.
En lo que se refiere a los negociadores, el activista valora que en esta oportunidad ha visto mayor unidad entre los países Latinoamericanos, “no como otros años y otros acuerdos”. En cuanto a las actividades de la sociedad civil, en su caso, también está la búsqueda de financiamiento climático: “Es un desafío y nos movemos como bloque latinoamericano; yo he recibido mucha ayuda de un equipo de México dedicado a colaborar en la creación de alianzas”.

“Vemos la COP con muchísima esperanza. Hay una necesidad muy importante de que las declaraciones de los jóvenes sean escuchadas, de que el trabajo de los jóvenes sea visto y tomado en consideración por los negociadores.”, agrega el coordinador de LCOY Chile.
Las declaraciones a las que hace referencia son documentos elaborados por las juventudes de cada país que integran la YOUNGO y que fueron consolidados en la Conferencia Mundial de la Juventud sobre Cambio Climático (COY), y de la cual surgió una “Declaración mundial” para ser presentada en al COP.
Hans Hube representó a Chile en la COY y comenta que la declaración nacional fue muy bien recibida: “Nuestro país tiene muchísimo que decir; y nuestro trabajo es muy bien valorado el trabajo, no solamente por los resultados y los documentos, sino que también por las formas de trabajo que tenemos, las investigaciones, metodologías, participación, y un montón de otras cosas en las que destacamos muchísimo”.
Algunos de los temas de la Declaración Mundial de jóvenes fueron expuestos en la mañana de ayer, durante el plenario de la Conferencia de la Partes, por una integrante de YOUNGO.
“Vemos la COP con muchísima esperanza. Hay una necesidad muy importante de que las declaraciones de los jóvenes sean escuchadas, de que el trabajo de los jóvenes sea visto y tomado en consideración por los negociadores”.

Intenso trabajo previo
La Declaración de LCOY Chile es el resultado de un trabajo voluntario de larga data, en el que participaron al menos 600 personas de entre 6 y 35 años, en todo el país, atendiendo a la diversidad territorial e identitaria. Así lo explica a País Circular la coordinadora del equipo de la declaración, Francisca Quevedo Castro.
El documento “Declaración nacional de niñeces y juventudes sobre Cabio Climático-Chile 2025”, de 131 páginas, aborda más de 50 temas. La metodología para su elaboración incluye varias herramientas, pero una parte fundamental es el proceso participativo, inclusivo y representativo, donde niños, niñas y jóvenes expresaron sus inquietudes, percepciones, y propuestas frente al cambio climático. La coordinadora destaca que, además de tratar problemáticas específicas en las investigaciones, también se abordaron aspectos transversales, como educación. En el proceso, añade, recibieron el patrocinio de los ministerios de Relaciones Exteriores (Minrel) y del Medio Ambiente (MMA).
Además, a solicitud del MMA, LCOY trabajó la perspectiva juvenil y de niñeces dentro de la actualización de la NDC (Contribución Determinada a Nivel Nacional), que contiene los compromisos chilenos para limitar el calentamiento global. Con orgullo, la coordinadora de LCOY cuenta que para este efecto “hicimos un webinar donde participaron niños y niñas, porque nosotros somos de las pocas organizaciones que trabajan con niños y niñas. Tenemos un consejo de niñeces”.
Respecto a las expectativas que tienen de la COP30, Quevedo coincide con Hube en que hay mucha esperanza. “Como jóvenes siempre hay esperanza. Creo que la esperanza es algo que no se nos pueda quitar”, sostiene Francisca Quevedo, quien tiene 29 años, es profesora de Historia y Geografía, máster of Science y estudiante de doctorado en Gobernanza Climática en el Karlsruhe Institute of Technology (KIT) de Alemania.
La esperanza, dice, se ve reforzada porque ven que hay mucha gente joven en la acción climática. “Antes se veía más en las calles, en las protestas. Pero ahora lo vemos más transversal, con profesionales jóvenes a quienes les importan estas cosas, y también niños que ven el desastre del cambio climático en su día a día”.
En ese contexto, “la COP siempre es una oportunidad”, señala y agrega que, no obstante, “la historia ha demostrado que muchas veces existen otros intereses en la COP, y esos intereses se ven reflejados en las decisiones que se toman y en la falta también de decisiones.(…) Hay muchas cosas que hacer todavía”.
“No podemos seguir sacrificando nuestro planeta y seguir cayendo un poco en el mismo modelo de desarrollo que nos ha llevado a esta crisis climática”.

Inquietud frente al negacionismo
Junto a los temas pendientes surgen nuevas preocupaciones, dice Francisca Quevedo, como el hecho de que “otros países y otras partes están cuestionando las decisiones tomadas en base a la ciencia”. Pero no es el caso de Chile, subraya, que como Estado parte respalda las decisiones basadas en la ciencia, lo mismo que LCOY, que también valora la incorporación de otras epistemologías y conocimientos, como los saberes ancestrales e indígenas.
La preocupación de la activista chilena es algo generalizado, según quedó en evidencia durante la ceremonia de apertura de la COP 30, el pasado lunes 10. “En la era de la desinformación, los oscurantistas rechazan no solo las evidencias de la ciencia, sino también los avances del multilateralismo. Controlan algoritmos, siembran el odio y difunden el miedo. Atacan a las instituciones, la ciencia y las universidades. Es el momento de imponer una nueva derrota a los negacionistas”, señaló en su discurso inaugural el presidente anfitrión, Luiz Inácio Lula Da Silva.
Al respecto, Francisca Quevedo reflexiona que “el negacionismo climático no es algo ajeno a la realidad chilena, a la realidad local de nuestros políticos y tomadores de decisiones. Incluso se ve en la campaña presidencial, donde el cambio climático pasó al último lugar de las prioridades; nadie habla de esto. Eso nos preocupa mucho”.
“A nivel transversal vemos que los jóvenes, los niños, niñas y adolescentes de Chile nos dicen que por favor llevemos estos temas a diferentes lugares, porque necesitamos que los tomadores de decisiones se capaciten en temas de cambio climático”, agrega la profesora de Historia y Geografía desde la ciudad de Concepción. De hecho, agrega, en la “Declaración nacional de niñeces y juventudes sobre Cabio Climático-Chile 2025” se incluyen carta escritas por niños y niñas dirigidas a los tomadores de decisiones. “Escribieron con sus palabras lo que está en la declaración en términos científicos. Le pusieron dibujos, Son súper lindas de leer”, dice Quevedo.
De un modo un poco más optimista, sostiene que, “sin embargo, si tenemos una mirada quizás a mediano y largo plazo, a nivel de Estado, Chile tiene avances importantes, como la Ley Marco de Cambio Climático, la Ley de Humedales Urbanos, etc. (…) Creemos que estas bases pueden permanecer, tenemos esperanza de que van a seguir, incluso si llegan negacionistas de cambio climático al poder”.
Por su parte, Hans Hube también ve con preocupación el avance de quienes niegan la evidencia científica sobre este tema. “Lamentablemente el sector político es quien está llevando el negacionismo climático a una posición de certeza, como si el cambio climático no existiera y eso fuera una realidad, pero es el mundo científico el que debe ser considerado, y los jóvenes nos adherimos al mundo científico, es ahí donde nos basamos para crear la declaración y para hacer nuestros discursos. (…) Los jóvenes no van a votar por alguien que nos miente directamente en la cara”, agrega Hube, quien se desempeña como encargado del departamento de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Recoleta.

“El negacionismo climático no es algo ajeno a la realidad chilena, a la realidad local de nuestros políticos y tomadores de decisiones. Incluso se ve en la campaña presidencial, donde el cambio climático pasó al último lugar de las prioridades; nadie habla de esto. Eso nos preocupa mucho”.
Cambiar el modelo de desarrollo
A juicio de Francisca Quevedo, frente a estas preocupaciones la COP 30 surge como una oportunidad. “A nivel estatal permite hacer alianza con otras partes, y eso nos da mucha esperanza; poder colaborar con otros países, otras regiones; poder trabajar temáticas de pérdidas y daños, de género, de ciencia, de transporte, donde Chile está destacando bastante de manera positiva”.
“Pero claro, hay mucho que hacer todavía, y a nivel internacional -no solo en Chile- el cambio climático está pasando a un plano secundario, no es algo que se esté hablando como prioridad a nivel internacional. Esto es preocupante, porque el cambio climático sigue avanzando y estamos en fases críticas. Hay que seguir haciendo cosas, en mitigación, pero básicamente ahora hay que pensar en adaptación y también pérdidas y daños”, destaca la activista.
Sobre este punto agrega que “Chile es uno de los países que menos emisiones genera y que más va a sufrir en temas de cambio climático; eso ya está estudiado por la ciencia, y por nuestra posición de sur global. En LCOY también investigamos esto en la Declaración y es muy complejo porque somos un país que vive de sus materias primas, entonces, el punto es cómo llevamos esta actividad a la sostenibilidad sin caer nuevamente en el extractivismo verde, donde básicamente nosotros sacrificamos nuestros humedales, por ejemplo, para poder extraer litio y poder asegurar la transición energética del norte global. Hay que tener un equilibrio muy específico, muy importante, pero claro, hay que avanzar a tener desarrollo en base a la sostenibilidad”.
“No podemos seguir sacrificando nuestro planeta y seguir cayendo un poco en el mismo modelo de desarrollo que nos ha llevado a esta crisis climática. Eso está en la investigación, está en nuestros posicionamientos en base a la participación de más de 600 personas y también en base a una investigación que desarrollamos de más de 30 personas”, dice Quevedo.
Desde Belém, Hans Hube comparte esta visión: “Pensar que tenemos recursos infinitos es lo que nos ha llevado a esta catástrofe climática. Para Chile es aún peor, porque cumplimos con 7 de 9 criterios de vulnerabilidad climática. En Latinoamérica, Chile es el país que más criterios cumple, y somos el país que por sexto año consecutivo alcanza el sobregiro ecológico primero. Las juventudes que estamos en la COP compartimos una visión común, y es que no solamente debemos tener la esperanza, sino que debemos exigir un cambio en el propósito de la humanidad”.
Asimismo, el ingeniero ambiental agrega que es indispensable aumentar la ambición de los países en términos de acción climática. “Ya no se está hablando de frenar el aumento de temperatura a los 1,5 grados -que era el espíritu del Acuerdo de Paris-, porque esa meta se perdió, eso el año pasado como humanidad lo superamos. Ahora se está hablando de cómo evitamos que este aumento de temperatura no pase la barrera de los 2 grados Celsius, algo que a la comunidad de jóvenes nos parece muy poco ambicioso. Por eso estamos acá con toda la esperanza del mundo intentando presionar a los negociadores para que mantengan la esperanza en que podemos revertir la situación y al menos mantener la temperatura en los 1,5”.
El coordinador de LCOY Chile añade que “esperamos lograr el financiamiento que se necesita para restaurar los ecosistemas, para limpiar los ecosistemas, para cuidar -por ejemplo -la salud del océano, porque se necesita dinero para esto. La cantidad de dinero que se mueve es bastante, pero la mueven justamente los petroleros y la industria de los combustibles fósiles; el pago de las pérdidas y los daños no debe ser solamente por parte de los países que causan más cantidad de gases de efecto invernadero, sino que también debe ser exigida al sector privado, que desembolse dinero”.
“Se requiere financiamiento para poder adaptarnos al cambio climático, para poder mitigar los efectos del cambio climático y también para la restauración de los ecosistemas que están sumamente degradados. Si regeneramos podemos tener más ambición a la hora de pensar en que no nos tenemos que dar por vencidos, no podemos permitir que el aumento de temperatura llegue a los 2 grados (…) Las juventudes no nos damos por vencidos, seguimos acá presionando para volver a aumentar esa ambición”, concluye el activista chileno Hans Hube.
“Ahora se está hablando de cómo evitamos que este aumento de temperatura no pase la barrera de los 2 grados Celsius, algo que a la comunidad de jóvenes nos parece muy poco ambicioso”.







