Diputado Félix González: “Los temas ambientales van a calar mucho más profundo en este nuevo Congreso que en el anterior”
El recién elegido presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados cree que la configuración actual del Parlamento y la Comisión, más la asunción de Gabriel Boric a La Moneda, augura una tramitación más expedita de aquellos proyectos pendientes en materia ambiental, y allana el camino para presentar otras iniciativas de ley en aras de un desarrollo más sostenible. “En el actual Congreso hay más jóvenes, más mujeres y una ciudadanía más activa en la emergencia climática”, estima el legislador.
Solo dos diputados mantendrán su puesto en la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Baja que comenzará su trabajo legislativo: Félix González (Partido Ecologista Verde) y Hugo Rey (Renovación Nacional). Las y los once restantes parlamentarios que configuran la nueva Comisión de Medio Ambiente no la constituían en el período anterior, por lo que la instancia contará en gran parte con rostros renovados.
En la sesión de constitución de la Comisión, el diputado Félix González fue electo como presidente de la instancia, y le tocará nuevamente liderar la instancia como había ocurrido en otro período. González sucederá en el puesto a la última presidenta, la ex diputada Marcela Sandoval (quien no salió electa en los comicios parlamentarios de 2021) y, anteriormente, al diputado Ricardo Celis.
El diputado González cree que, debido a la asunción al poder de un nuevo gobierno encabezado por Gabriel Boric, el escenario es más favorable, en la medida de que este Ejecutivo ponga las urgencias necesarias para acelerar la discusión de las iniciativas de ley ambientales. “Hay un gobierno más abierto que no va a torpedear los proyectos como el anterior”, plantea el representante del Partido Ecologista Verde.
La misma percepción tiene del nuevo Congreso, cuya configuración, dice González, podría propiciar la tramitación de proyectos de ley en materia ambiental que requieren celeridad, en virtud de la crisis del clima y de la emergencia hídrica que azota a Chile.
-¿Cuáles son los ejes sobre los que va a trabajar en su presidencia de la Comisión de Medio Ambiente? ¿Dónde marcará la diferencia con respecto a sus antecesores Marcela Sandoval y Ricardo Celis?
-Bueno, primero, vamos a volver a sacar la Comisión a la calle, a las regiones. Lo hicimos antes en un vertedero en La Chimba, Antofagasta; en la Cuesta La Dormida, en Coronel, en el Cajón del Maipo. Es decir, veremos la utilidad de desplegar la Comisión en los territorios donde están los conflictos ambientales, hay un consenso en volver a hacerlo, dependiendo de las condiciones de la pandemia. Ya tuvimos una reunión con la ministra de Medio Ambiente (Maisa Rojas) y estoy seguro de que vamos a tener coincidencias con las prioridades que como ecologistas le estamos dando a la Comisión. Hemos conversado sobre que podamos proteger los humedales: tenemos una ley de humedales vigente, pero está estancada en los municipios, ellos no han hecho el trabajo. Hay un proyecto de la diputada Patricia Rubio que queremos poner en tabla, y que permita a la ciudadanía presentar los antecedentes para proteger un humedal, y no solo el municipio.
Por otra parte, creemos que la ley marco de cambio climático no es suficiente. Tiene plazos muy extensos que criticamos en su momento y entonces habrá que hacerse cargo de acciones directas prontamente. La aprobación del Acuerdo de Escazú acaba de ingresar a las comisiones de Relaciones Exteriores y de Medio Ambiente. Lo abordaremos ahora mismo, para que Chile pueda participar de la Conferencia de las Partes, en abril próximo.
“Yo tengo muchas expectativas positivas, porque habrá una colaboración más estrecha con un gobierno que entiende que en materia ambiental estamos muy atrasados”.
-¿Habrá luz verde -por fin- para el proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP)?
-Hay bastantes proyectos pendientes. Una cosa que les hemos pedido a los integrantes de la Comisión en la sesión de constitución de la instancia es que pudieran traer mañana (hoy) los proyectos de ley que les parezcan prioritarios y que ya están ingresados a la Cámara. Eso no impide que haya proyectos nuevos o que el gobierno les ponga urgencia a algunos proyectos. Nosotros sesionamos dos veces a la semana para urgencia, y los lunes para audiencias y otras mociones parlamentarias que no tenían urgencias del gobierno. Esperemos que haya más sintonía con este gobierno. Por ejemplo, al proyecto que a nosotros nos interesaba sobre el cierre anticipado de las termoeléctricas, nunca el gobierno anterior le puso urgencia e incluso intentó boicotear la tramitación.
La agenda es muy larga. Tenemos que hacernos cargo de la ley que prohíbe el cambio de uso de suelo tras los incendios forestales; independientemente de que exista la Comisión de Recursos Hídricos, hay proyectos relativos a agua que tenemos que revisar; también la regulación de las torres eólicas que está siendo un problema en algunos lugares, pese a que se trata de energía limpia. Lo importante es optimizar el tiempo porque el tiempo legislativo es breve, no es infinito. Es de esperar que la Comisión sintonice con el sentido de urgencia que se requiere para tramitar los proyectos más relevantes.
El SBAP es uno de los varios proyectos pedidos por las otras comisiones, pero los piden para tenerlos guardados. La antigua Comisión de Agricultura no quiso tramitarlo, lo dejó empantanado, y esperemos que la nueva Comisión de Agricultura, ahora que tiene suma urgencia, lo despache. Es importante contar con SBAP para que la protección de las áreas esté bajo una sola administración que tenga todos los poderes.
-¿Cómo se debiese reactivar el proyecto del diputado Diego Ibáñez sobre el cambio de uso de suelo tras incendios forestales? Pareciera que se hace urgente aprobarlo, a la luz de la frecuencia de incendios que han ocurrido este verano.
-Ese proyecto debió ser tramitado antes de llegar el verano. Me consta que la presidenta anterior, Marcela Sandoval, tenía una intención de tramitarlo. El diputado autor del proyecto presentó una indicación sustitutiva que cambiaba todo el texto, y no era una indicación que estuviera en forma, no estaba en condiciones de ser votada, estaba mal redactada. Eso hizo que no se pudiera tramitar. Estábamos esperando que el diputado Ibáñez ingresara una nueva indicación sustitutiva que fuera coherente en su texto. Son cosas que ocurren y hay que afrontarlas con transparencia. Ahora como hay una nueva conformación de la Comisión, vamos a abordar este tema, ya que no podemos esperar que un diputado corrija su proyecto. Si es necesario que se presente otra indicación sustitutiva por otro parlamentario, eso va a ocurrir.
“Esta es una agenda que los ecologistas estamos levantando desde 2017: proteger los humedales, el uso sustentable del agua. Hay proyectos que ingresamos, pero no han sido puestos en tabla, porque no había voluntad política para aprobarlos”.
-Dentro de su equipo, ¿hay alguna idea de moción parlamentaria que usted piensa presentar ante la Comisión y que le parezca relevante discutir?
-Nosotros no nos desesperamos por la autoría. Hemos tramitado la ley de humedales como si fuera nuestra. La ley que prohibía las carreras de perros también. Hay otras que son iniciativas nuestras y que ya fueron aprobadas, pero están durmiendo en el Senado. Esa es otra gestión que tenemos que hacer para que el Ministerio le ponga alguna urgencia y se tramite. Tenemos pendiente la ley que faculta el cierre de las termoeléctricas a carbón el 2025, y también la ley que tipifica el rodeo como maltrato animal. Necesitamos empujar la agenda y estamos preparando proyectos de ley, y una vez que estén ingresados, los daremos a conocer. Esta es una agenda que los ecologistas estamos levantando desde 2017: proteger los humedales, el uso sustentable del agua. Hay proyectos que ingresamos, pero no han sido puestos en tabla, porque no había voluntad política para aprobarlos. Por ejemplo, nosotros estábamos por eliminar el plástico de un solo uso en las botellas desechables y embalajes; eso no quedó en la ley de plásticos de un solo uso. El proyecto para modificar el SEIA está ingresado. Como se ve, lo que falta es viabilidad política.
-¿Los proyectos que ingresen a la Comisión deben tener el horizonte puesto en lo que se pudiera aprobar en la Convención Constitucional y, más actualmente, en el Acuerdo de Escazú?
-Hemos hecho harta campaña por Escazú, pero el tratado no es mágico, no va a resolver los problemas ambientales. Hay una bajada que, por ejemplo, dice que tiene que haber mayor acceso a justicia ambiental. En ese sentido, hay proyectos que son iniciativa del gobierno para crear nuevos tribunales ambientales; nosotros no podemos presentar ese proyecto de ley. Escazú también dice que tiene que haber una participación ciudadana de una calidad distinta a la que hay actualmente, que básicamente es levantar el dedo y opinar. Escazú dice que esa participación ciudadana debe tener efecto, no dice vinculante, pero podría serlo. Ahí sí ingresamos una iniciativa de ley donde la ciudadanía incluso podría someter a plebiscito un proyecto que los afecte. Nuestros proyectos de ley como ecologistas han sido muy adelantados. Hay que ver la nueva composición de la Comisión, ver si hay piso para proyectos más audaces, hay que tomar la temperatura. En el mismo Acuerdo de Escazú debemos ver cómo se hace real la protección de los y las defensoras ambientales. Y lo mismo pasará con la nueva Constitución, vamos a tener que adecuar la legislación a la nueva Carta Magna. Hay que esperar ver cómo sale.
“El SBAP es uno de los varios proyectos pedidos por las otras comisiones, pero los piden para tenerlos guardados. La antigua Comisión de Agricultura no quiso tramitarlo, lo dejó empantanado, y esperemos que la nueva Comisión de Agricultura, ahora que tiene suma urgencia, lo despache. Es importante contar con SBAP para que la protección de las áreas esté bajo una sola administración que tenga todos los poderes”.
-¿Siente que hay un clima político más propicio para aprobar ciertos proyectos, a la luz de un nuevo gobierno y un nuevo Congreso, sin perjuicio de que el Presidente Boric no cuente con mayoría parlamentaria?
-Yo tengo muchas expectativas positivas, porque habrá una colaboración más estrecha con un gobierno que entiende que en materia ambiental estamos muy atrasados. Por otra parte, es cierto que en el tema de los votos por bancada, el gobierno no tiene una mayoría sustanciosa si estamos hablando de proyectos que requieran cuórums especiales. Pero hay elementos de la matemática básica partidista que hay que considerar. Me refiero a tres: es un Congreso más joven, está lleno de millennials, en izquierda y derecha. Y eso es una composición cultural distinta, en el modo de ver el mundo. Creo que los temas ambientales van a calar mucho más profundo en este Congreso que en el anterior. No sabemos cómo nos va a ir, porque también hay gente joven que defiende a las AFP y a las termoeléctricas.
-¿Y cuáles serían los otros dos factores?
-Hay más mujeres electas, y eso remite a un interés genuino por la calidad de vida que espero que se traduzca en una mejor comprensión del entorno, de que es valioso preservar un humedal, y perjudicial entregárselo a una inmobiliaria. El tercer factor es la ciudadanía: la crisis climática está golpeando las puertas de aquellos que pensaron que no les iba a tocar. Pronto habrá racionamiento de agua, y cuando te toca la crisis climática con esa brutalidad, esperas medidas de parte de las autoridades. Esas medidas deben buscarlas en propuestas que están hace rato, en las nuestras, por ejemplo, que eran vistas como hippies. La fuerza de los hechos va a permitir que la agenda ambiental avance.