Pablo Terrazas y el hidrógeno verde: “El Estado quiere dar facilidades para el desarrollo de esta industria”
Tras el lanzamiento de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, el vicepresidente ejecutivo de Corfo profundiza en cómo se implementarán algunas de las principales medidas propuestas en el plan de acción para alcanzar las metas. En esto, dice, será clave la información que se está recogiendo a través del Request for Information (RFI) lanzado a nivel global por la institución, ya que ayudará a definir requerimientos, inversiones, subsidios, plazos y áreas específicas de interés a desarrollar. “Con este llamado le estamos pidiendo a todos los actores que nos entreguen esa información, que es muy valiosa para después poder tomar decisiones desde la autoridad”, afirma.
Periodista
La semana pasada, durante la inauguración del “Chile 2020: Green Hydrogen Summit” en Santiago, el gobierno presentó la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde que busca tres objetivos principales: producir el hidrógeno verde más barato del planeta para 2030, estar entre los tres principales exportadores para 2040, y contar con 5 GW de capacidad de electrólisis en desarrollo al año 2025.
Esto acompañado de un plan de acción que establece una serie de medidas concretas para fomentar la ceración de esta industria, de un mercado doméstico, y la posterior exportación de este combustible limpio. Entre ellos, una ronda de financiamiento de US$50 millones para proyectos de hidrógeno verde, de manera de ayudar a los inversionistas a cerrar brechas y crear experiencia temprana; y la creación de un equipo operativo -task-force- para acompañar la tramitación de permisos y el desarrollo de pilotajes de hidrógeno verde y sus derivados.
A esto se suma un segundo equipo operativo para generar a corto plazo en el país tres consorcios internacionales de al menos 1 GW de capacidad de electrólisis cada uno, así como un foco puesto en la formación de capacidades, I+D e innovación.
¿Cómo se irán concretando estas propuestas? Pablo Terrazas, vicepresidente ejecutivo de Corfo, analiza los avances que se han realizado hasta ahora y las perspectivas que existen a corto y mediano plazo en base a esta estrategia, que se ha ido desarrollando en conjunto con el Ministerio de Energía y donde hoy Corfo trabaja desde varios frentes.
El primero de ellos, dice Terrazas, está ligado con la generación de I+D en torno a las distintas industrias de energía en base al sol, y entre ellas en particular el hidrógeno verde.
“En el norte estamos creando el Instituto de Tecnologías Limpias más grande de la región, y probablemente en esta materia va a competir con los más grandes del mundo, y ya estamos ad portas de adjudicarlo, lo que debiera ocurrir durante este mes. Este centro va a generar las condiciones habilitantes que necesita el país para desarrollar de buena manera una industria como esta, con laboratorios, capacidad de hacer pilotajes, tener universidades involucradas en la investigación en esta industria; la idea es hacer desarrollo, asesorías y traspaso de tecnologías. Todo eso lo vamos a concentrar en este centro que se ubicará en la Región de Antofagasta”, dice Terrazas.
¿El objetivo ahí es la incorporación del hidrógeno verde a la actividad minera?
Si lo piensas, el hidrógeno verde debiera servir a la minería, y la energía necesaria debiera almacenarse en baterías de litio. Entonces este instituto tiene tres orientaciones: una, el desarrollo de energías en base al sol, donde puede haber otras pero el hidrógeno cae de cajón. Después viene la minería sustentable, y para ello requiere avanzar en dos frentes: que los camiones que usan combustibles fósiles usen otro tipo de energía, que por tamaño no son baterías de litio sino hidrógeno; y avanzar hacia una “minería verde” para exportar “cobre verde”. Y también su incorporación los explosivos para las tronaduras, porque a partir del hidrógeno verde se hace amoniaco verde para fabricar explosivos. Entonces, con eso ya puedes empezar a hablar de cobre verde y darle trazabilidad. Y el tercer foco es el valor agregado del litio y cómo avanzamos en la industria que se relaciona con este mineral, que está asociada con la electromovilidad y con las energías limpias. Entonces, cuando hablamos de hidrógeno verde pensamos en energía solar, en abastecer a las mineras, y este centro va a estar instalado en el norte para generar I+D que apoye el desarrollo de esta industria.
Hoy ya se está trabajando en algunos proyectos pilotos con la minería, principalmente en el uso de hidrógeno como combustible para camiones de gran tonelaje. ¿Cómo avanza este proceso?
Sí, nuestro segundo frente de trabajo es el apoyo a tres consorcios que básicamente están viendo cómo funcionarían los vehículos y el transporte de los camiones mineros si es que tuviéramos ya el hidrógeno. Y ahí estamos con tres proyectos concretos, con pruebas de campo, empresas mineras involucradas y con socios estratégicos expertos en tecnología para determinar cómo aplicar el hidrógeno en la minería, y donde hemos invertido como Corfo varios millones de dólares.
“En las alternativas de financiamiento hay una combinación de subsidios, créditos y programas de garantías. Eso es lo que estamos analizando, pero queremos ver primero lo que nos llega con el RFI para conocer de qué envergadura de financiamiento estamos hablando”
Otro componente interesante de este trabajo es el Request for Information (RFI) que lanzó Corfo a nivel global hace algunas de semanas. ¿Cómo esperan que esta recopilación de información ayude al desarrollo de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde?
Todos sabemos que se habla mucho de que esta es la tecnología del futuro, de que hay interés por desarrollarla; sí, como gobierno lo hemos escuchado, y a Corfo también se han acercado, pero otra cosa distinta es saber quiénes serían, en qué tiempos lo necesitan, quién está dispuesto a financiar estos proyectos, quiénes demandarían este hidrógeno y en qué cantidades… En todo eso no existe una información concreta, por eso es tan importante este RFI que está haciendo Corfo, para levantar esa información y conocer realmente quiénes son los que están mirando Chile. Este es un llamado internacional, puede haber empresas chilenas -que las hay- como empresas extranjeras, para que nos digan ‘nosotros estamos interesados en producir hidrógeno verde a partir de tal fecha, lo queremos para tal cosa (minería, exportar, etc.)’. Eso es lo que queremos saber. Si las empresas mineras están interesadas en consumir hidrógeno verde, bueno, cuáles son concretamente y en qué tiempos tendrían la posibilidad -por ejemplo- de cambiar toda su flota de camiones. Hoy no sabemos cuánto se demorarían las empresas que operan el el norte de Chile en renovar toda su flota, en qué tiempos requerirían de este combustible. Entonces, con este llamado le estamos pidiendo a todos estos actores que nos entreguen esa información, que es muy valiosa para después poder tomar decisiones desde la autoridad.
¿Qué tipo de decisiones podrían tomarse a partir de esa información, por ejemplo?
Muchas. Por ejemplo, todo el aspecto regulatorio. El Ministerio de Transportes tendrá que regular por ejemplo el tránsito de los camiones mineros, los sistemas de mantención de esos camiones. En qué tiempo tendríamos que tener mecánicos formados junto a las universidades y los institutos técnicos, qué profesionales vamos a necesitar en tres o cinco años más. Otro ejemplo: si el Estado quiere entregar un subsidio para la instalación de esta industria, de cuánto tiene que ser, porque puede que solo aparezcan proyectos chicos y entonces los recursos deban ser menores. O bien llegan megaproyectos, y quizás necesitamos más recursos si queremos acelerarlos. Nosotros hoy imaginamos que la demanda viene de la minería, pero a lo mejor viene de la industria de los alimentos, porque también con hidrógeno verde podemos hacer fertilizantes. O a lo mejor no debiera estar en fertilizantes ni en la electromovilidad sino en los explosivos para tronaduras. No lo sabemos. Con el hidrógeno puedes hacer todas esas cosas. ¿Cuál está empujando más? Hoy tenemos una idea, pero lo que estamos haciendo con este llamado es que cada uno de estos actores que he mencionado le hagan una manifestación de intereses al Estado de Chile, donde expresen lo que ellos estarían interesados en hacer, en qué plazos, con qué montos, etc. Con eso vamos a tener la película mucho más clara para poder dar bien los próximos pasos.
Esto va de la mano de la disponibilidad de terrenos fiscales, junto con el RFI ya anunciaron la disponibilidad de un paño en el norte ¿Se está pensando en ampliar esta posibilidad a otras zonas del país o va a depender de lo que llegue en el RFI?
Efectivamente, de manera paralela Corfo firmó un convenio con el Ministerio de Bienes Nacionales -en el que también participó el Ministerio de Energía-, donde le solicitamos que un terreno que había traspasado a Corfo en la Región de Atacama, en Diego de Almagro -de casi 11.500 ha y una gran radiación solar, donde Corfo ya ha invertido en las líneas base para desarrollar proyectos de energía-, lo linkeemos con un proyecto de hidrógeno verde. Pero hemos solicitado también a Bienes Nacionales, y así quedó expresado en el convenio, que hayan otros terrenos que se están levantando, tanto en la zona austral como en el norte de Chile, que estarían a disposición de ser entregados para el desarrollo de hidrógeno verde en Chile. Lo que estamos haciendo es facilitarle la instalación a los inversionistas que puedan llegar, decirle que el Estado de Chile quiere dar facilidades para el desarrollo de esta industria y por eso que los terrenos que sean de dominio fiscal, y que tengan vocación para el desarrollo del hidrógeno verde, estén a disposición de quienes postulen y manifiesten su interés a través de estos llamados que estamos haciendo desde Corfo.
La Estrategia Nacional que se entregó contiene una ronda de financiamiento de US$50 millones. ¿Son fondos fiscales, es financiamiento internacional, y a qué tipo de proyectos?
Lo que hemos determinado, y esto es algo que ha liderado el ministro de Energía, con quienes estamos trabajando de manera muy coordinada, es evaluar distintas alternativas de financiamiento. Estos son megaproyectos que no tienen una sola vía de financiamiento, sino vías combinadas. El anuncio es que el Estado va a tener hasta US$50 millones disponibles para dar uno o más subsidios, y lo otro son financiamientos que pueden ser a través de créditos, donde Corfo y Energía están trabajando en coordinación con la Cancillería para ver de qué manera podemos conseguir financiamiento internacional, que se generen créditos en buenas condiciones. Y no se descarta evaluar los programas de garantías que tiene Corfo, ver si hay alguno que pueda aplicar a estos proyectos. Por lo tanto, en las alternativas de financiamiento hay una combinación de subsidios, créditos y programas de garantías. Eso es lo que estamos analizando, pero queremos ver primero lo que nos llega con el RFI, por eso que es tan importante, para conocer de qué envergadura de financiamiento estamos hablando.
“No podemos ser carbono neutrales hacer siendo menos productivos, lo tenemos que hacer siendo más productivos aún, pero producir de manera más limpia a través de la innovación y de la tecnología. Todo esto nos llama a desarrollar la industria del hidrógeno verde lo antes posible”
También se propone la creación de un equipo operativo para acompañamiento de proyectos de pilotaje y tramitación de permisos, ¿qué objetivo tendrá?
Es importante el rol que pueda jugar ahí el Estado, es importante que proyectos de esta envergadura sean hechos en alianza entre lo público y lo privado, porque detrás del desarrollo de estas nuevas tecnologías también vienen cambios regulatorios, entonces en la medida que vayamos avanzando juntos se hace todo más expedito. Lo que queremos, y que es lo que estamos haciendo, es tratar de acelerar esta transformación. Si el Estado no hiciera nada esto llegaría igual, pero probablemente llegaría más tarde. Lo que queremos también es una buena posición en el mercado internacional de esta nueva industria que se va a empezar a desarrollar, y para eso lo que estamos haciendo desde Corfo es empujar para acelerar esta transformación y llegar en un buen momento para satisfacer el mercado global.
Un objetivo declarado es llegar a instalar en Chile al menos tres consorcios de al menos 1GW de capacidad de electrólisis. Una meta, me imagino, que es viable porque ya hay interés concreto en materializar proyectos de este tipo
Sí, hay proyectos dando vuelta. Efectivamente, uno ve la capacidad que tiene el Estado, y con el trabajo que hemos hecho en conjunto con Energía, estamos en condiciones de poder acompañar y asumir esos tres consorcios, pero también queremos ver -y es importante para el país- cuál es la señal del mercado. Y con cosas concretas. Pero efectivamente, por la información que manejamos y por los tiempos que administramos, efectivamente tenemos eso como una meta alcanzable en el corto plazo.
¿Qué rol ven en las empresas del Estado para el desarrollo de esta industria, qué oportunidades se presentan para empresas como Codelco o Enap, por ejemplo?
Un aliado estratégico natural son nuestras empresas. En el caso de Codelco, como una empresa en la que se pueden probar todos estos desarrollos tecnológicos y hacer alianzas con ellos, pueden ser quienes demanden esta energía. Y con Enap tenemos interés de conocer cuál es el potencial que tendríamos con ellos, con su infraestructura, de qué modo podríamos utilizarlo y aprovecharlo en la Región de Magallanes, donde hay mucho viento y muy estable, y por tanto en esa zona se podría desarrollar esta energía limpia. La infarestructura y los activos de Enap en esa zona lo convierten en un eventual socio estratégico para el desarrollo de esta industria. Pero la idea es que esto sea mucho más amplio y donde participe la empresa privada.
Se plantea que esta industria podría generar 100 mil empleos en Chile, lo que implica también formación, capacitación, ¿cual es la estrategia en esta línea para desarrollar este capital humano?
Estamos viendo varias cosas, más en la lógica de lo que estamos haciendo con el Instituto de Tecnologías Limpias. Lo estamos visualizando como un centro tecnológico en donde todas las universidades, centros de desarrollo de tecnología o de emprendedores, empresas de todo tipo y tamaño o quien tenga una idea que quiere desarrollar… La idea es que este centro tecnológico pueda entregarles servicios a quienes quieran emprender en relación a esta industria, facilitando laboratorios, testeo de pilotos, orientación sobre patentes, etc. Y de ahí sacar mucho conocimiento, transferencia y asesoría tecnológica a quienes tengan estas ideas. Por eso es muy importante que este centro tenga personas de primer nivel, que tengan las capacidades de ir distinguiendo y discriminando cuáles son las mejores ideas que van llegando para ellos poder ir empujándolas, apoyándolas, entregando el servicio técnico que requieren, para ir desarrollando este conocimiento y esta industria. La idea es que ahí lleguen emprendedores y universidades de todo el país.
La Estrategia Nacional tiene también un énfasis en el desarrollo de los territorios, en incorporar el hidrógeno verde incluso en las poíticas de ordenamiento territorial. ¿Cómo se visualiza el desarrollo de esta industria a lo largo del país?
Sí, de hecho uno de los puntos que pedimos en la manifestación de intereses es justamente cómo el proyecto que se está planteando impacta en el desarrollo local, en generación de empleos, en las empresas que tienen que prestar servicios y que sean locales. Es un dato que queremos evaluar en cada uno de los proyectos que nos lleguen.
¿Qué rol tendrá el hidrógeno verde en el nuevo modelo de desarrollo que se está discutiendo a partir de la crisis global por el Covid-19, cuál es la visión de Corfo en esta materia?
Corfo ha estado desde el inicio en impulsar esta nueva industria para el país por distintas razones. Primero, porque siempre estamos tratando de diversificar nuestra matriz productiva para no ser dependientes de una sola industria. La minería es muy importante, pero debemos ser capaces de diversificar nuestra producción, tener nuevas industrias nos hace ser más sostenibles económicamente. En segundo lugar, es muy importante el desarrollo de esta industria porque tenemos que transitar rápidamente a un cobre verde, a una minería verde. Vemos cómo los mercados internacionales están siendo cada vez más exigentes en la trazabilidad de los minerales, sobre todo la industria automotriz, que quiere producir autos más verdes y por tanto requiere insumos debidamente trazados y extraídos de manera sustentable. Por lo tanto, no queremos quedar fuera de mercado, y si queremos cobre verde tenemos que generar las condiciones necesarias para proveer a la minería de los insumos que les permitan tener esa trazabilidad. Para ello el desarrollo del hidrógeno verde es clave. Y en tercer lugar, porque como Corfo estamos conscientes de que nuestra matriz productiva tiene que ser limpia, porque nos pusimos el desafío de ser carbono neutrales al año 2050. Y eso no lo podemos hacer siendo menos productivos, lo tenemos que hacer siendo más productivos aún, pero producir de manera más limpia a través de la innovación y de la tecnología. Todo esto nos llama a desarrollar la industria del hidrógeno verde lo antes posible.