Empresas B: la experiencia de Compañías CIC como la segunda sociedad anónima chilena en certificar su triple impacto
Con más de un siglo en el mercado nacional, la empresa CIC lleva varios años transitando hacia un modelo de negocios más sostenible, que en 2023 fue certificado externamente por el Sistema B Chile. A juicio de la directora ejecutiva de Sistema B Chile, Zdenka Astudillo, cuando una compañía da ese paso es porque tiene un “compromiso real y profundo” de generar impacto positivo en lo económico, social y ambiental. Ese compromiso se pudo observar en el reciente Encuentro Sistema B Chile, donde el gerente general de CIC S.A., Cristián Barreaux, subrayó que para la compañía la “sostenibilidad es nuestra forma de hacer el negocio. Estamos convencidos de que es inviable pretender ganar dinero, generar valor económico, si no se genera a la vez valor social y ambiental”.


El Sistema B Chile reúne a más de 260 empresas de diferentes rubros, tamaños y regiones del país que están impulsando y concretando un modelo de negocios más ético, donde el crecimiento financiero vaya de la mano con el cuidado de las personas y del medio ambiente. Las empresas que se suman al Sistema B pasan por un proceso de certificación basado en la transparencia, que incluye una serie de parámetros para medir su triple impacto: social, económico y ambiental.
Hace un par de semanas se realizó el Encuentro de Sistema B Chile, donde su directora ejecutiva Zdenka Astudillo destacó que “la importancia de estos espacios es que cada uno de los asistentes se vuelve amplificador de lo que estamos promoviendo: generar valor más allá de lo económico. Considerar en el centro de los negocios el impacto social y ambiental. Hoy es necesario, por la urgencia del desafío que tenemos, que se haga lo antes posible”.
Este encuentro 2024 es el primero donde la participación se amplió a empresas que no están certificadas ni en proceso de estarlo porque, según dijo Astudillo, “la ambición es llegar más lejos, convocar al mundo público, al mundo de la empresa privada, tanto de empresas grandes como de emprendimientos, la academia, etc. La idea es invitar a todos a transitar y avanzar con los estándares que las Empresas B promueven, con esta forma de hacer empresa arraigada en el triple impacto positivo, en los social, económico y ambiental”.
La directora ejecutiva de Sistema B Chile se mostró muy satisfecha con la convocatoria del evento, con más de mil asistentes en dos días -29 y 30 de mayo-, y subrayó que la organización ha crecido mucho el último tiempo, pasando en cuatro años de poco más de 100 empresas a más de 260 actualmente.
Una de las empresas que se sumó el año pasado es Compañías CIC S.A., que tuvo una activa participación en el reciente encuentro, donde mostró cómo ha ido incorporando la sostenibilidad a sus procesos y lo que ha significado unirse al Sistema B. Además, el gerente general de Compañías CIC S.A., Cristián Barreaux, estuvo entre los participantes del panel “Desafíos y oportunidades en la línea de la circularidad”.
“La sostenibilidad no es nuestro negocio; la sostenibilidad es nuestra forma de hacer las cosas, nuestra forma de hacer el negocio. Estamos convencidos de que es inviable pretender ganar dinero, generar valor económico, si no se genera a la vez valor social y ambiental (..) Hacer el bien siempre es una buena inversión”

Mejorar como empresa
Durante la conversación en el panel, el gerente general de Compañías CIC S.A., Cristián Barreaux, expuso su punto de vista como representante de una empresa chilena con más de cien años de historia, que es Sociedad Anónima, que transa en la Bolsa, y que desde hace solo un año está certificada como Empresa B. “Hoy día somos, no la mejor empresa, pero somos mejor empresa que hace un año o dos”, sostuvo en relación a lo que ha significado el proceso de certificación.
“CIC es una empresa chilena, que partió en 1912. Ha estado casi la mitad de la historia de Chile acompañando al país y desde hace un año somos Empresa B”, comentó Barreaux y agregó que esto ha implicado tener una nueva mirada sobre los desafíos que enfrentan. “En Chile somos casi 270 Empresas B, donde el 90% son pequeñas y medianas empresas, que tienen un gran valor, que mueven la economía; somos solo 2 Sociedades Anónimas, y en este encuentro hemos invitado a empresas que no están certificadas y eso es muy bueno, porque tenemos que contagiarlas. Porque este cambio no lo vamos a hacer solos”.
A su juicio, hay tres elementos importantes que se deben impulsar para avanzar más rápido hacia la sostenibilidad. Uno de ellos es la formación de las personas “para que elijan la circularidad, tanto en su rol como clientes y consumidores, como de aquellos que serán emprendedores y los nuevos líderes en las empresas”. Otro elemento es el respaldo del Estado, por ejemplo, mediante un reconocimiento a las empresas que tengan una gestión certificada en sostenibilidad -como Empresa B u otra-, y el acceso a “incentivos para que el cambio sea más rápido, porque tenemos poco tiempo”.
Y el tercer elemento es hacia dentro la empresa. “Existe una visión de que las grandes empresas no están interesadas en esto. Pero creo que hay muchas grandes empresas en Chile que están interesadas; hay tremendos ejemplos, como Patagonia y Natura que están haciendo el cambio. Pero a otras les falta un empujón y creemos que nuestra experiencia como CIC puede servir para dar ese empujón”, señaló el gerente general.
Al detallar lo que implica el impulso hacia dentro de la empresa, Barreaux destacó que en CIC definieron un propósito claro, que es “inspirar a las personas a vivir mejor”. “Siempre le digo al equipo que la sostenibilidad no es nuestro negocio. No. Nuestro negocio está claro, lo estamos haciendo hace 100 años. La sostenibilidad es nuestra forma de hacer las cosas, nuestra forma de hacer el negocio. Estamos convencidos de que es inviable pretender ganar dinero, generar valor económico, si no se genera a la vez valor social y ambiental. Porque al final hacer el bien y hacer las cosas de manera adecuada, de manera correcta, no solo genera un propósito interno, genera también ser un mejor empleador. Y hacer el bien siempre es una buena inversión”, explicó el directivo de Compañías CIC S.A.
Barreaux comentó algunos de los avances que han desarrollado en materia de economía circular, como los programas que están desarrollando para reciclar los materiales de los colchones y camas usadas, de cualquier marca, mediante convenios con municipalidades que se hacen cargo del retiro.
Asimismo, mencionó el proyecto PlastiCIC, que consiste en el reciclaje del plástico con el que se embalan los colchones. Desde hace un par de años, reseñó, hicieron una pequeña comunidad con Plásticos Filmamérica y Comercial XP, mediante la cual lograron que los nuevos plásticos de embalaje contengan un 30% de material reciclado proveniente del plástico que, de otro modo, los clientes hubieran echado a la basura.
“Hacer el bien es hacerlo bien, para mi esa es la lógica, y este es un ejemplo que hicimos con estos dos proveedores, que es un ejemplo de circularidad. De hecho, bajamos los costos, generamos empleo, y estamos contaminando menos. Hacer el bien también te da beneficio económico, beneficio social y ambiental. Entonces, se puede hacer, es un buen negocio”, concluyó Barreaux.
“La única forma de seguir siendo Empresa B es que el compromiso sea real y profundo, si no, no se puede, no se sostiene. Esto es muy interesante, porque las empresas medianas y grandes que se han sumado no lo harían si no estuvieran realmente convencidas y comprometidas con que este es un camino que quieren recorrer”.

Camino a la recertificación
La directora ejecutiva de Sistema B Chile, Zdenka Astudillo, destacó que cada vez más empresas medianas y grandes, como CIC, están incorporándose y “entendiendo que no se trata de unirse porque es bien visto ser Empresa B, sino que debe haber una convicción, un compromiso que se tiene que demostrar con los hechos, cada tres años, con la recertificación”.
“La única forma de seguir siendo Empresa B es que el compromiso sea real y profundo, si no, no se puede, no se sostiene. Esto es muy interesante, porque las empresas medianas y grandes que se han sumado no lo harían si no estuvieran realmente convencidas y comprometidas con que este es un camino que quieren recorrer”, añadió.
En relación al próximo proceso de recertificación de Compañías CIC S.A., el Subgerente de sostenibilidad y clientes de la empresa, Iván Navarrete, comentó que durante el Encuentro de Sistema B conocieron algunas modificaciones que se están realizando a los estándares que establece B-Lab con nuevas y mayores exigencias. “Alguien podría pensar que recertificarse es fácil porque la empresa ya está certificada, pero la verdad es que va a ser un tremendo desafío, mucho más exigente”.
No obstante, recalcó que para el nuevo proceso, que deberán realizar en 2026, cuentan con el aprendizaje de la primera vez: “Tenemos toda la historia de lo que significó la vez anterior y, además, queremos hacerlo. Lo tomamos como algo que nos va a permitir mejorar, entonces, todo lo que nos tengamos que volver a exigir lo vamos a hacer, porque nos va a permitir ser mejor empresa”.
El Subgerente de sostenibilidad y clientes sostuvo que para Compañías CIC es “un tremendo orgullo haberse certificado como Empresa B”, y valoró mucho haber participado en el Encuentro Sistema B por primera vez, porque “pudimos compartir con un montón de empresas con las cuales tenemos los mismos ideales y desafíos; pudimos compartir experiencias y conocer buenas prácticas. Es mucho aprendizaje, crear redes para ir aprovechando sus conocimientos e ir compartiendo los nuestros, y que en conjunto hagamos todos algo mejor para nuestros negocios, cuidando a las comunidades y al medio ambiente”.
Navarrete coincide plenamente con lo señalado por el gerente general de CIC, en el sentido de que un elemento muy importante para ser realmente sostenibles y poder certificarse -y recertificarse- como Empresa B es el impulso al interior del negocio. “Tiene que ser siempre de manera transversal en la compañía, no puede ser un movimiento, una transformación que lideren una o dos personas. Por ejemplo, al definir nuestro propósito de ‘inspirar a las personas a vivir mejor’, lo hicimos muy seriamente, involucrando al directorio y a todos los funcionarios y funcionarias; es la única forma de estar convencidos de que ese propósito es posible, que sea lo que nos mueve y vayamos transformando internamente lo que sea necesario para cumplir con las mediciones que se necesitan”.
“En CIC somos una empresa grande, con más de mil funcionarios, y a veces cuesta movilizar a tantas personas, pero se hace todo más fácil cuando estás bajo un propósito. Teniendo clara esa razón de ser, y cuando las decisiones se centran en ese propósito, las cosas se movilizan de manera más fácil, y eso ha permitido que nos certifiquemos y que queramos seguir aportando y participando de este tipo de instancias”, concluye Navarrete.
“Cuando la empresa tiene un propósito claro, y todas las decisiones se centran en ese propósito, las cosas se movilizan de manera más fácil, y eso ha permitido que nos certifiquemos y que queramos seguir aportando y participando de este tipo de instancias”.

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