El auge de los empaques biodegradables en el e-commerce chileno
En momentos en que el comercio electrónico muestra altas tasas de crecimiento, se vuelve indispensable que para el envío de los productos se utilicen materiales que no sigan contaminando el medio ambiente. En ese contexto, una alternativa a los envases y embalajes fabricados con plástico convencional son aquellos hechos con formulaciones que permiten su degradación biológica en el ambiente. Este tipo de empaques son los que desarrollan en la empresa chilena Bioelements, que cuenta con presencia en otros cinco países, incluidos México y EE.UU. Dos representantes de la compañía, Ybellise Azócar y Macarena Chaves, explican que para no caer en greenwashing realizan un proceso de acompañamiento y educación con sus clientes. Para conocer más sobre la penetración de estos innovadores productos en el e-commerce, País Circular también conversó con Luis Aburto, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAI.


Según un reciente informe publicado por Payments and Commerce Market Intelligence (PCMI), en 2024 el e-commerce o comercio electrónico, alcanzó en Chile un volumen de ventas de US$35 mil millones. Y entre otros datos, se determinó que 9 de cada 10 adultos compra en línea; mientras que en comercios, el 25% de las ventas se realiza por medios digitales.
Se trata de un tipo de mercado que no solo ha ido al alza, sino que además ha logrado reaccionar adecuadamente frente al problema que significa la contaminación por plásticos, innovando con envases y empaques “verdes”, alineados a un nuevo perfil del consumidor y bajo normativas claras.
Luis Aburto, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, afirma que “en los últimos años, hemos sido testigos de un crecimiento sostenido del comercio electrónico en Chile, impulsado en gran medida por cambios en los hábitos de consumo post-pandemia. Este auge ha generado una demanda exponencial de soluciones logísticas, incluyendo empaques eficientes y sustentables. Ante este escenario, los empaques biodegradables han cobrado una relevancia creciente dentro de la industria del e-commerce, respondiendo tanto a presiones medioambientales como a las nuevas preferencias de los consumidores”.
“Además, el marco regulatorio está impulsando la adopción de empaques biodegradables. La Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP) obliga a las empresas a reutilizar recursos y reducir la generación de residuos, incentivando el uso de materiales sustentables. Esta normativa representa un desafío, pero también una oportunidad para que las empresas innoven en sus procesos y generen un impacto positivo en el medio ambiente”, agrega el ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile.
De este modo, subraya Luis Aburto, “diversos sectores han contribuido a la expansión del comercio electrónico, desde supermercados y farmacias, hasta tiendas por departamento, mejoramiento del hogar y comida rápida”.
En esa línea, Bioelements es una de las empresas que ha innovado para el e-commerce con envases y empaques biodegradables y respetuosos con el medio ambiente. Fundada en Chile en 2016, hoy la empresa tiene presencia en México, Colombia, Perú y Brasil y, desde 2024, en Estados Unidos. En total, suman más de 250 clientes y 23 plantas aliadas de producción.

“Los empaques biodegradables han cobrado una relevancia creciente dentro de la industria del e-commerce, respondiendo tanto a presiones medioambientales como a las nuevas preferencias de los consumidores”.
Características de los empaques biodegradables
Instalada como una empresa líder en la industria del packaging sostenible, Bioelements ofrece al comercio electrónico una serie de alternativas, entre ellas, bolsas que reducen la huella de carbono manteniendo la funcionalidad.
Ybellise Azócar, head of science de Bioelements, comenta que “nuestros productos son biobasados, biodegradables y compostables. Es decir, que además de tener componentes de fuentes renovables -lo que les da la característica de biobasados-, pueden ser biodegradables hasta en cuatro condiciones: en el compostaje, por eso también los llamamos compostables; en rellenos sanitarios; en el medio ambiente; y en ambientes marinos”.
“Desarrollamos y producimos packaging que se transforma en alimento para microorganismos y hongos en un plazo de entre 3 a 20 meses post-consumo”, complementa Macarena Chaves, country manager de Bioelements México, quien detalla los distintos rubros de e-commerce con los que se relacionan.
“Trabajamos con empresas que hacen last mile, es decir, que entregan a la puerta del cliente; con servicios de supermercados a domicilio; servicios de mensajería y paquetería tradicionales; servicios pick up; retailers, etcétera. En el caso de los fashion retailers, por ejemplo, que se dedican al vestuario, se usa bastante el famoso empaque del empaque. Porque muchas veces cuando pides prendas de vestir, te llegan en bolsitas dentro de otro empaque. Entonces, esas también hemos llegado a reemplazarlas por nuestras soluciones biodegradables”, señala Macarena Chaves.
En cuanto a la demanda de sus productos, la head of science de Bioelements explica que lo más solicitado son “bolsas en distintos formatos, básicamente envases flexibles por sobre los rígidos. Más bien, venimos a sustituir las cajas que tienden a tener mucho volumen. No quiero decir que las cajas no sean buenas. Pero las bolsas, por lo menos en el mercado electrónico, han tenido una mayor demanda, porque tienen menor peso. Y de alguna forma, si nos vamos al lado comercial o de marketing, son brandeables [pueden incorporar elementos de la marca] y bastante versátiles”.
“Además, es importante que nuestros empaques para el e-commerce se adecúen a las regulaciones que hay en los distintos países donde estamos. Eso es lo que hace fuerte nuestra innovación; que las legislaciones están siendo adecuadas y promueven el uso de estas materialidades en los distintos empaques”, recalca Ybellise Azócar, quien es ingeniera de materiales.
En Bioelements tienen claro que existen materiales que se biodegradan solo en condiciones de compostaje y que, lamentablemente, no siempre son dispuestos de manera correcta, afectando igualmente el medio ambiente. Entonces, si bien lo óptimo es el correcto compostado, Ybellise Azócar destaca que aún falta avanzar en este hábito y, por esa razón, los empaques que han desarrollado y elaboran en Bioelements permiten la biodegradación a todo evento, es decir, tanto en el compostaje como en un relleno sanitario o, incluso, en el medio ambiente terrestre y acuático, en un máximo de 20 meses.
“Nosotros desarrollamos y producimos packaging que se transforma en alimento para microorganismos y hongos entre 3 a 20 meses post-consumo”.
Nuevo perfil del consumidor
El éxito de los empaques sustentables en el e-commerce ha ido de la mano -entre otras cosas- de consumidores conscientes de los problemas que afectan al medioambiente. Junto a esa nueva demanda, Chile ha avanzado en implementar normativas en este sentido y en promover el uso de materiales biobasados, biodegradables y compostables.
Según confirma Luis Aburto, “el comportamiento de los consumidores también juega un papel clave en esta transición. Según el Primer Barómetro del Reciclaje en Chile, un 47% de los encuestados afirma reciclar habitualmente, y una proporción significativa de ellos prefiere marcas que demuestran un compromiso con la sustentabilidad a través de empaques reutilizables o biodegradables. Esta tendencia refleja un cambio de mentalidad en los consumidores, quienes valoran cada vez más la responsabilidad ambiental de las empresas”.
“En definitiva, la creciente incorporación de empaques biodegradables en el e-commerce chileno es el resultado de una convergencia entre el crecimiento del comercio digital, la mayor conciencia ambiental de los consumidores y las exigencias normativas. La sostenibilidad ya no es solo una opción, sino una necesidad que las empresas deben abordar para mantenerse competitivas y alineadas con las expectativas del mercado” expresa el académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI.
En la misma línea, Ybellise Azócar cuenta que, “en base a encuestas, hemos visto que realmente hay una preferencia por optar por empaques más sustentables, que se puedan compostar, que sean biodegradables o que contengan algún material renovable. De verdad eso llama mucho la atención, porque al consumidor no le importa pagar un poco más, siempre y cuando ese empaque contribuya a disminuir el problema principal, que es la contaminación del plástico. Entonces, es un círculo bastante positivo el que se está dando”.
En cuanto a los precios, en comparación con empaques de plástico tradicional, si bien depende del tipo de producto y sus características, la ingeniera de materiales afirma que en general “podría ser entre un 10 a un 20% más costoso, pero que los clientes están dispuestos a pagar. Y en algunos casos, dependiendo de la legislación, igual les genera un ahorro a las empresas el tener un material biodegradable. Porque si bien no es un ahorro inmediato, sí les genera un ahorro en sus procesos, por lo que se compensa”, destaca Ybellise Azócar.

“Al consumidor no le importa pagar un poco más, siempre y cuando ese empaque contribuya a disminuir el problema principal, que es la contaminación del plástico”.
Acompañamiento y educación
Respecto al servicio que ofrece Bioelements, una de las ventajas por sobre la competencia es el acompañamiento que brindan a sus clientes durante todo el proceso, en el cual también van aprendiendo.
Al respecto, Ybellise Azócar indica que “Bioelements le da garantías al cliente. Por eso es que pedimos a nuestros clientes que en los empaques coloquen nuestra marca, porque eso nos hace responsables del producto y de todo el cumplimiento que eso conlleva. No somos una empresa que hace una venta spot, sino que los acompañamos desde el requerimiento, hasta que entregamos el empaque y cualquier otra solicitud post-venta que necesiten. Vendemos una ciencia que está certificada y validada por todo el desarrollo del empaque”.
“Desde el área legal los acompañamos y les damos tranquilidad también a nuestros clientes en relación a las normativas, de las certificaciones y, adicionalmente, cuando quieren comunicar en el branding del empaque, nuestros equipos de marketing se sientan con ellos y les entregan un kit del buen uso y mal uso, por así decirlo. Al final, todo lo que sale al mercado tiene nuestra aprobación, evitando caer en el greenwashing”, complementa Macarena Chaves.
“Además, como tenemos laboratorios y distintos especialistas, estamos abiertos a cualquier desarrollo en el área de sustentabilidad que requiera nuestro cliente. Personalizamos el producto. Por ejemplo, si alguien nos pide un empaque que solo tenga un contenido biobasado o que sea biodegradable en ciertas condiciones, lo realizamos y le entregamos un certificado que así lo acredita”, detalla Ybellise Azócar.
Según destaca la country manager de Bioelements México, “todos nuestros empaques son personalizados e incluyen, como parte de una estrategia verde en conjunto con los clientes, un código QR que se puede escanear y que lleva a un landing page con la explicación de todo lo que puede hacer el consumidor final con nuestro empaque, por ejemplo, composta casera”.
Junto con ser un desafío constante, educar a los clientes también se ha convertido en una característica de la empresa, especialmente por innovar en un campo científico poco conocido y que, por tanto, tiende a generar debates. La ejecutiva mexicana del equipo de Bioelements afirma que “educamos desde a las empresas con las que trabajamos, hasta el consumidor final. La verdad es que invertimos mucho tiempo y recursos para evitar confusiones, y romper paradigmas sobre lo que son los bioplásticos. De hecho, todas nuestras campañas y la forma de acercarnos es siempre educando”.
Un punto que refuerza Ybellise Azócar, quien recalca que “al ser materiales muy nuevos, hay mucha confusión con los términos o con los procesos y, por ejemplo, hay que explicarles a los clientes que una cosa es la biodegradación y que esa biodegradación se activa cuando está en disposición final el empaque, y que otra cosa son las vidas útiles de almacenamiento o la vida útil propiamente tal del empaque. Hay procesos biológicos que ocurren a través del tiempo”.
“Entonces, ha sido un gran desafío y por eso siempre invitamos a clientes, instituciones y autoridades a que vengan a nuestros laboratorios y visiten nuestros showrooms para que puedan ver y entender todo lo que es la ciencia detrás del producto. Porque esto no es magia”, apunta Ybellise Azócar.

Metas y pendientes
Cada año, la producción mundial de plástico alcanza los 460 millones de toneladas (OCDE), de las cuales menos de 10% se recicla adecuadamente. De ahí la urgencia de implementar soluciones biodegradables. Al respecto, Ybellise Azócar comenta que en Bioelements “estamos perfeccionando cada una de nuestras fórmulas para llegar a ciertos objetivos y demandas del mercado. Ahora estamos desarrollando investigaciones para lograr que nuestro producto sea más transparente. Y también, para el rubro de los alimentos, estamos trabajando fuertemente para mejorar nuestros empaques con tecnología más avanzada e innovación”.
Macarena Chaves, en tanto, enfatiza que, con miras a este 2025, “nos vamos a concentrar mucho en el crecimiento y fortalecimiento de alianzas, porque éste es un trabajo colectivo. Pero también la industria tiene que obtener certificaciones, que es lo que hoy le interesa al cliente. Por ejemplo, de acuerdo a un reciente estudio a nivel latinoamericano, el 77% de los consumidores necesita pruebas concretas para creer en algo. Entonces, las certificaciones y las validaciones en general tienen un papel muy importante en la decisión final del consumidor”.
“Por lo mismo, es esencial que podamos demostrar todas nuestras afirmaciones y que todo el impacto que estamos generando podamos confirmarlo con diferentes certificaciones”, señala Macarena Chaves, quien destaca que Bioelements trabaja con diversas instituciones científicas a nivel internacional que certifican sus productos.
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