Conocimiento sobre Economía Circular es escaso y principalmente teórico, según resultados preliminares de sondeo realizado en América Latina y el Caribe
Cientos de personas de más de 20 países han respondido la encuesta impulsada por el programa EKLA de la Fundación Konrad Adenauer. Su directora, Nicole Stopfer, explicó que el objetivo es “averiguar la percepción de gerentes empresariales, emprendedores, directivos públicos, políticos y actores de la sociedad civil respecto de los avances, oportunidades y barreras que presenta la región para transitar hacia un modelo de desarrollo sostenible basado en la economía circular”. El investigador a cargo del estudio, Andreé Henríquez, dio a conocer los primeros hallazgos que, a su juicio, “permiten abrir el debate”.
El conocimiento general sobre Economía Circular en América Latina y el Caribe es bajo o muy bajo, según considera el 62% de las personas que respondieron una encuesta sobre esta temática cuyos resultados preliminares acaban de ser revelados.
El sondeo, impulsado por el Programa Regional de Seguridad Energética y Cambio Climático en América Latina (EKLA), de la Fundación Konrad Adenauer, tiene como propósito conocer la situación regional en torno a la Economía Circular (EC), como un modelo que busca dejar atrás el concepto lineal de extraer, producir y desperdiciar.
Según explica Nicole Stopfer, directora de EKLA, “el objetivo general de este instrumento es averiguar la percepción de gerentes empresariales, emprendedores, directivos públicos, políticos y actores de la sociedad civil respecto de los avances, oportunidades y barreras que presenta la región para transitar hacia un modelo de desarrollo sostenible basado en la economía circular”.
“Asimismo –dice Stopfer- queremos encontrar puntos pendientes y apoyar a que se encuentren más instrumentos, herramientas y procesos de tomas de decisiones para empujar la circularidad en la región. Y esperamos poder ofrecer orientación con respecto a decisiones públicas”.
Por esa razón, convocaron a responder la encuesta a todas aquellas personas mayores de 18 años con algún conocimiento en materias de economía circular, producción más limpia y otros aspectos relativos a desarrollo sostenible.
Los resultados preliminares fueron dados a conocer el 25 de noviembre, en el marco del Vaivén-Festival de Economía Circular en América Latina. Para entonces, más de 550 personas, de 21 países, habían respondido la consulta.
De ese universo de encuestados, 35% son personas vinculadas a empresas, 18% a consultoras, 16% a la academia, 12% a gobierno, 8% a ONGs y fundaciones, 2% a cooperación internacional, y 9% a otros. “El alto porcentaje de participación desde el sector de empresas es muy positivo, porque nos entrega una mirada de la economía circular desde uno de los actores fundamentales”, explica Andreé Henríquez Aravena, investigador a cargo del estudio.
“Sabemos que esto va a ser un trabajo en conjunto, donde debe estar la sociedad civil, política, la prensa y el sector privado. Solo si todos conocen el concepto y entienden cómo pueden hacer su parte, se podrá implementar la economía circular en la región”.
Más teórico que práctico
Uno de los propósitos del sondeo es determinar cuánto y qué se sabe sobre el tema en la región, por lo que una de las primeras preguntas tenía relación con el grado de conocimiento teórico sobre EC de cada participante, donde 35,6% respondió que era alto y 8,9%, muy alto. Sin embargo, en cuanto al conocimiento práctico, un 22,7% lo consideró alto y solo un 5% como muy alto.
“Hay una diferencia estadísticamente significativa de personas que consideran que tienen un conocimiento alto o muy alto desde el punto de vista práctico, lo que refleja que en la región la economía circular todavía parece estar muy enfocada a lo conceptual, y poco centrada en el ámbito de cómo implementarla”, explica Henríquez, subdirector e investigador del Observatorio de Innovación de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, y Director de Innovación del Centro de Innovación y Economía Circular (CIEC).
En tanto, cuando se preguntó “¿Cómo calificaría el conocimiento promedio sobre EC en el país donde reside?”, 53,9% opinó que es bajo y 8%, muy bajo.
“Este resultado evidencia que hay un grupo que maneja los temas y el resto los conoce tangencialmente y ese es un problema, porque la economía circular no es para los expertos, sino que es para las empresas, para el sector público y la sociedad en general. Entonces, mientras más se concentra el conocimiento en un grupo, menos posibilidades de éxito vamos a tener”, afirma el investigador.
Sobre este punto, Stopfer sostiene que “hemos visto que el concepto de economía circular sigue siendo algo de nicho (muy enfocado en residuos) y que el tema como tal todavía no ha llegado al consumidor privado como una manera de vivir más sostenible. Por lo tanto, mediante esta encuesta, mediante esta radiografía, podemos ver cómo la región de verdad percibe el concepto y cómo los avances que ha habido se pueden dar a conocer mejor”.
En cuanto al nivel de conocimiento por sectores, la percepción en general es bastante negativa. Por ejemplo, más de la mitad percibe que en el gobierno es bajo (38,9%) o muy bajo (16,6%). En el caso de las empresas, 56,4% de los encuestados cree que saben poco o muy poco.
En relación a la prensa y los consumidores, las cifras son preocupantes: 80,6% cree que el grado de conocimiento sobre economía circular en los medios de comunicación es bajo o muy bajo (47,7 y 32,9%, respectivamente), y 87,9% opina esto en relación a los consumidores (45,4% bajo, 42,5% muy bajo).
Andreé Henríquez considera estas cifras como muy relevantes pues, cuando se habla de economía circular se trata de un cambio en los patrones de producción y consumo y, al parecer, esto último no se está abordando.
“En el caso de los medios de comunicación, son la caja de resonancia fundamental para que el concepto permee en distintos espacios, y creo que ahí hay un trabajo muy importante que se debe seguir haciendo”, añade el investigador.
En este ámbito, la directora de EKLA subraya la necesidad de que todos los sectores se involucren en los cambios, “sobre todo en la actualidad, cuando cada vez más se escucha que los países quieren superar de la mejor forma la crisis causada por la pandemia y quieren apoyar una recuperación sostenible; la economía circular es un camino hacia la sostenibilidad”.
“Sabemos que esto va a ser un trabajo en conjunto, donde debe estar la sociedad civil, política, la prensa y el sector privado. Solo si todos conocen el concepto y entienden cómo pueden hacer su parte, se podrá implementar la economía circular en la región”, agrega Nicole Stopfer.
A juicio de la ejecutiva del organismo internacional, “América Latina y el Caribe han avanzado bastante en este ámbito, sobre todo en los sectores públicos y privados, lo que se refleja en estrategias de gobierno y muchas iniciativas privadas. Sin embargo, falta mucho camino por recorrer hacia una región circular”.
“Es uno de los primeros estudios de este tipo y creemos que su principal contribución es que los hallazgos permiten abrir el debate (…). Nuestro interés es invitar a los distintos actores a utilizar los datos, ya sea para reflexionar, diseñar política pública, tomar decisiones en empresas, en la academia, y también a seguir profundizando”.
Futuros impulsos
Otro de los aspectos que fue consultado tiene relación con la promoción de la economía circular. En esa línea, se preguntó sobre las instituciones que, pensando en el momento actual, han tenido mayor relevancia para impulsar este modelo.
La mayoría de los encuestados percibe que los organismos internacionales han jugado un rol clave en este aspecto, ubicándolos en un primer lugar con un 41% que cree que han tenido bastante o mucha relevancia. En segundo lugar aparece la academia, cuyo impulso es percibido como bastante o mucho por el 29,4%.
En cuanto al gobierno, su relevancia en este aspecto es vista como algo menor, con 38,8% que la considera baja y 16,7%, como muy baja. En una forma similar son percibidas las empresas, que según la mayoría promueve poco o muy poco la economía circular (41,6% y 11%, en cada caso).
Sobre este mismo aspecto, se preguntó sobre el nivel de responsabilidad que diversos sectores debiesen tener, en el futuro, en impulsar la economía circular. Aquí destaca claramente el gobierno, con “mucha responsabilidad” en 78,2%.
“Es interesante observar que para los encuestados el gobierno tiene un rol fundamental en impulsar la economía circular, seguido por la academia (66,5%) y las empresas (65,1%). Estadísticamente, se les asigna el mismo peso en este rol a la academia y las empresas”, comenta Henríquez.
Conceptualmente, agrega el investigador, acá hay un tema muy relevante porque se está hablando de la “triple hélice”, es decir, que en las expectativas de las personas la responsabilidad de impulsar la EC recae de forma muy fuerte en esos tres actores. “Es un dato significativo, porque nos obliga no solo a realizar un trabajo por cada uno de estos actores, sino también a buscar la coordinación entre ellos para avanzar en la economía circular de la región”, dice el académico.
Estudio cualitativo
Según confirma el investigador a cargo, los resultados definitivos de la encuesta debiesen ser publicados a fines de diciembre y toda la data va a quedar disponible de manera abierta, pública y gratuita durante 2021.
“Es uno de los primeros estudios de este tipo y creemos que su principal contribución es que los hallazgos permiten abrir el debate, además de entregar evidencia que nos ayuda a fundamentar los relatos que hemos construido. Nuestro interés es invitar a los distintos actores a utilizar los datos, ya sea para reflexionar, diseñar política pública, tomar decisiones en empresas, en la academia, y también a seguir profundizando”, comenta Henríquez.
Asimismo, el académico llama la atención sobre todo el proceso previo a la elaboración del cuestionario para este estudio cuantitativo. Explica que se desarrolló un trabajo de carácter cualitativo, que consistió en entrevistas en profundidad a más de 50 especialistas en economía circular, fundamentalmente vinculados a ONGs, empresas, academia y gobiernos, de 14 países de la región.
Esas entrevistas permitieron llegar a un conocimiento más acabado sobre la discusión relativa a la economía circular en América Latina y el Caribe, definir las categorías y subcategorías de avances, barreras, oportunidades y amenazas y, finalmente, diseñar las preguntas para la encuesta.
A partir de las conversaciones con esos especialistas, además, se generó un estudio específico que será publicado en los próximos meses. “Se trata de la visión de personas que son referentes de la región en materia de economía circular, por lo que creemos que esta publicación tendrá un gran valor en mostrar lo que ellos están pensando sobre estos temas de manera profunda”, adelantó Henríquez.