Propósito para el nuevo año: reducir el desperdicio de alimentos en los hogares para cuidar el medio ambiente y el bolsillo
Sencillas prácticas, como dejar más a mano lo que caduca antes -método FIFO (First In, First Out)-, pueden contribuir a mejorar la gestión de la comida en los hogares, responsables del 60% de la pérdida de alimentos a nivel mundial. De acuerdo a un estudio chileno, se puede llegar a importantes ahorros -hasta 25 mil pesos-, al tiempo que se contribuye a cuidar el agua, el suelo y reducir los gases de efecto invernadero. Desde la empresa Aramark entregan útiles recomendaciones para comenzar ya a aprovechar más y botar menos.
De acuerdo con el Informe sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos 2024, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en 2022 se generaron 1.050 millones de toneladas de desperdicios alimentarios, lo que es aproximadamente una quinta parte de todos los alimentos disponibles para el consumo humano.
La mayor parte de ese desperdicio corresponde a los hogares, con 60%, seguidos por los proveedores de servicios alimentarios, con 28%, y el comercio minorista, 12%. Esta proporción hace indispensable adoptar medidas desde las casas, para lograr un mejor aprovechamiento de todo tipo de productos -frutas, verduras, lácteos, legumbres, carne, etc.-, lo que es posible adoptando algunas prácticas muy sencillas.
Y para hacerlo existen, al menos, dos buenas razones: cuidar el medio ambiente y el bolsillo. Es decir, este problema no solo tiene un efecto negativo económico y social, sino también ambiental, ya que los alimentos desperdiciados generaron un impacto en el entorno durante su producción y transporte, y también lo generarán en su disposición final, generando gases de efecto invernadero.
En el caso de Chile, un estudio presentado hace tres meses reveló que un 56% de las personas declara perder entre $1.000 y $25.000 mensuales en comida no consumida.
En cuanto al medio ambiente, botar alimentos significa la pérdida de recursos como agua, energía, tierra y mano de obra que se usaron para producirlos. Además, los alimentos que terminan en los vertederos producen metano, un potente gas de efecto invernadero que está entre los responsables del cambio climático.
Según la Directora Ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, “el desperdicio de alimentos es una tragedia mundial (…) No solo se trata de un grave problema de desarrollo, sino que las repercusiones de este desperdicio innecesario están causando costos sustanciales al clima y a la naturaleza”.
En este contexto, para comenzar 2025 mejorando la economía familiar y reduciendo el impacto negativo de nuestro comportamiento sobre el medio ambiente, la empresa Aramark Chile, que entrega servicios de alimentación a lo largo del país, otorga algunos consejos para un uso más eficiente de los alimentos en los hogares.
Según Evelyn Figueroa, nutricionista de Aramark Chile, “uno de los mejores hábitos que se puede adoptar es cocinar en porciones justas. De esta manera, se evita que grandes cantidades de comida se queden en el refrigerador sin ser consumidas. Y, si sobra algo, se puede reutilizar de forma creativa en las siguientes comidas. Además, es importante prestar especial atención a las frutas y verduras, ya que suelen ser los alimentos que se pierden con mayor frecuencia”.
A continuación, 6 hábitos cuya aplicación permite reducir la pérdida de alimentos y tener un consumo más responsable:
- Planifica las comidas: Organizar un menú semanal y hacer una lista de compras sobre esa base, puede evitar la compra de productos innecesarios que terminan caducando, especialmente de productos perecederos. Evita compras impulsivas y compra con responsabilidad.
- Almacena los alimentos correctamente: Sigue las instrucciones de almacenamiento de los productos envasados. Utiliza contenedores herméticos para conservar frescos tus alimentos por más tiempo. Refrigera los alimentos para prolongar su vida útil y averigua cuáles pueden ser congelados y por cuánto tiempo.
- Aprovecha las “sobras”: Si cocinas más de lo necesario o te sobró alguna preparación, reutiliza en nuevas recetas, como tortillas o ensaladas. También algunas preparaciones pueden ser congeladas para comerlas en días posteriores; averigua cómo hacerlo de una forma segura.
- Prueba el método FIFO (First In, First Out): Al almacenar alimentos, coloca los productos más antiguos adelante y los nuevos atrás, para asegurarte de usar primero lo que ya tienes y vencerá antes.
- Monitorea y ajusta: Revisa tu despensa y refrigerador con regularidad. Identifica qué alimentos sueles desperdiciar más y ajusta tus compras en consecuencia.
- Cocina en porciones justas: Así evitarás tener que reutilizar lo que quedó en nuevas recetas o averiguar los mejores métodos de conservación.