Magdalena Balcells, gerente general de ASIPLA: “El plástico bien gestionado es un gran aliado de la economía circular”
La Asociación Gremial de Industriales del Plástico (ASIPLA), que cumplió 70 años de historia, ha liderado una serie de proyectos destinados a mejorar la calidad de vida de las personas, impulsando la sostenibilidad a través del plástico. Un objetivo en el que también es clave, de parte de todos los actores involucrados, llegar a la ciudadanía con un mensaje único, claro y consistente. Así lo destaca a País Circular la gerente general de la asociación, Magdalena Balcells, quien además ahonda en los desafíos para seguir avanzando hacia una gestión responsable e innovadora de este material.
ASIPLA celebró sus 70 años de vida, el pasado 24 de octubre, con un encuentro de camaradería que reunió a alrededor de 150 invitados, entre ellos, socios de toda la cadena de valor del plástico, past presidents del gremio, autoridades y representantes de otras organizaciones.
En el evento, liderado por el presidente de ASIPLA, Michel Compagnon, se repasaron los hitos más importantes que han marcado la historia de la asociación a lo largo de estas siete décadas.
Entre ellos, la implementación gradual de la Ley 20.920 o Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), política pública de gestión de residuos cuyas bases se sentaron en el gremio. El Acuerdo de Producción Limpia, que impulsa la demanda de resinas plásticas recicladas y que acaba de concluir con éxito. Y el Programa Cero Pérdida de Pellets, iniciativa internacional de Operation Clean Sweep, liderada en Chile por ASIPLA, con el fin de que las empresas contengan la pérdida de materia prima a la naturaleza mediante buenas prácticas.
Pero en el encuentro también se plantearon desafíos de cara a los próximos años, subrayando que sus mayores esfuerzos están puestos en liderar proyectos que consoliden la circularidad del plástico. Y es que se trata de un sector que reúne a empresas a lo largo de toda la cadena de valor del plástico, desde proveedores de materias primas y maquinarias, y transformadores de aplicaciones plásticas que abastecen a los sectores productivos del país, hasta recicladores, gestores, empresas de logística y otros servicios relacionados.
Magdalena Balcells, gerente general de ASIPLA, comenta que además, en el marco de su aniversario número 70, coincidentemente ese día, sumaron un nuevo logro. “Fue una instancia muy especial, porque por primera vez llegamos a tener cien socios. Y hoy día estamos trabajando colaborativamente con varios actores relevantes de todo el ecosistema de la gestión de residuos, de la valorización y del reciclaje, lo que nos llena de alegría”.
“Este es un gremio que ha tenido que dar muchas peleas y defenderse constantemente, porque el plástico tiene mala prensa. Y por eso es que fue una noche destinada a resaltar todas las cosas buenas que se han forjado al alero del gremio. Fue una instancia de alegría, y de mucho reconocimiento al legado y a la trayectoria de ASIPLA”, agrega Magdalena Balcells, ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile.
-En este punto de su historia como gremio, ¿cuál es su principal ocupación?
Nuestra gran máxima es que el plástico se inventó para mejorar la calidad de vida de las personas y eso ha estado haciendo desde su invención. Por lo tanto, es un problema cuando termina en la naturaleza. En realidad no es un problema, es un problemón, pero nosotros somos los primeros en querer evitar que eso ocurra.
El plástico en el suelo para nosotros es equivalente a ver una “luca” tirada en la calle. Tú no dejas “luca” botada en el suelo, la recoges. Entonces, nosotros no solo mejoramos la calidad de la vida de las personas, sino que estamos convencidos de que somos parte de la solución.
-¿Una solución que apunta hacia qué dirección?
Apunta en avanzar hacia un Chile más sostenible y hacia un Chile más circular, porque tenemos un material que es eminentemente circular, pero depende de muchos factores que esto ocurra. Por eso es que desde ASIPLA, siendo un gremio pequeñito y sectorial, tratamos de empujar con toda nuestra fuerza, con todo nuestro conocimiento y con todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición, el poder llevar ese mensaje.
En el fondo, cómo entre todos logramos que este material, que es valioso y que puede tener millones de vidas, efectivamente aproveche esas millones de vidas. Y así no solo evitamos que el plástico quede en el medio ambiente, sino que evitamos la extracción de más recursos naturales, por el solo hecho de estar haciéndolo circular muchas veces.
-En cuanto a evitar la fuga de plástico al medio ambiente, una herramienta implementada por ASIPLA es el Programa Cero Pérdida de Pellets, ¿cuál es su evaluación al respecto?
Hace tres años que nosotros tenemos la licencia del programa en Chile y la verdad que es bien potente lo que está ocurriendo a nivel global, pero también la experiencia ha sido súper positiva dentro del país.
El Programa Cero Pérdida de Pellets es una iniciativa muy linda, porque habla de la contención del plástico aguas arriba. Para fabricar productos plásticos necesitas pellets, que son gránulos muy chiquititos, por lo que la posibilidad de que se fuguen al medio ambiente no es baja.
No obstante, con instalación de buenas prácticas, sin mayor inversión en infraestructura, se puede hacer un excelente manejo y gestión de aquello, para no tener fugas y no tener pérdidas. Desde acciones tan simples, como tener materiales de aseo o de aspirado en todos los lugares críticos, por ejemplo, donde bajas los sacos del camión o donde viertes los pellets dentro del silo. Tiene que ver con implementar pautas de manipulación, almacenamiento, contención y limpieza de resinas en las plantas industriales y centros de distribución.
“Nuestra gran máxima es que el plástico se inventó para mejorar la calidad de vida de las personas y eso ha estado haciendo desde su invención. Por lo tanto, es un problema cuando termina en la naturaleza. En realidad no es un problema, es un problemón, pero nosotros somos los primeros en querer evitar que eso ocurra”.
-Por otra parte, ¿cómo aborda su gremio la tarea de potenciar la circularidad del plástico?
Hoy en día, entre otros hitos que hemos logrado, tenemos un Comité de Desarrollo Sostenible, que se encarga de desarrollar contenidos, y tratar de invitar y promover acciones donde las empresas de ASIPLA puedan tener indicadores de sostenibilidad mucho más transparentes y más evidentes. En el fondo, tratar de ponernos todos ese sello de ser circulares.
-¿Cómo evalúa la puesta en práctica de la Ley REP?
Si bien la Ley REP es una tremenda herramienta y un tremendo paraguas, es una ley compleja y no puede hacerse cargo de todo. Entonces, se necesitan complementos. Como ASIPLA, con nuestro Acuerdo de Producción Limpia que acabamos de cerrar y de finalizar, logramos visibilizar, caracterizar e incrementar, en las empresas que participaron, la cantidad de materia prima reciclada que se ocupa hoy en nuevas aplicaciones.
Porque hay un potencial enorme ahí, en industrias distintas a la de envases y embalaje primarios; desde el embalaje secundario y terciario, que es bastante obvio, hasta la minería, la construcción, la agricultura y la acuicultura. Cómo en esas industrias, que son demandantes de grandes volúmenes de plástico, no hay nada que exija que sus aplicaciones sean fabricadas a partir de materia prima virgen.
Entonces, estamos muy contentos por lo logrado, porque aquellas empresas que ya fabricaban aplicaciones que tienen salida al mercado -obviamente, porque nadie fabrica para no vender-, incrementaron hasta en 40% la cantidad de material reciclado que ocupaban. Y por lo tanto, si hay demanda por material reciclado, que se genere más material reciclado a partir de la Ley REP es una gran noticia.
-¿Y qué le parecen las metas planteadas por la ley REP para los productos prioritarios, principalmente para envases y embalajes, cuyo reglamento ya entró en vigencia?
Sería irresponsable que hablara sobre cifras. Pero, por lo que uno escucha en el ecosistema, hay ciertos desafíos complejos que se están presentando que no los anticipamos. Y no los anticipamos, porque el ejercicio de la Ley REP fue un ejercicio de pizarrón que sacó a la calle y era obvio que en la calle íbamos a tener que encontrar espacios de ajustes. Y hay que hacer esos ajustes.
Entonces, primero, ¿existe la disponibilidad por parte de los actores relevantes, del Ministerio del Medio Ambiente y de otros ministerios que tengan algo que ver para pensar en esos ajustes? A mí me cuesta imaginar que la tienen. Pero no estoy hablando de un tema de disposición. Es porque no están los recursos. No está el recurso humano ni el recurso financiero. O sea, ellos todavía están al debe. Con tres reglamentos de productos prioritarios y quieren lanzar dos productos prioritarios más. Entonces, empezar a hacer ajustes a lo que ya lanzaste no es tan simple, porque la gente no tiene tanta paciencia. Estamos en una cultura cada vez más inmediatista.
-¿Qué sugiere ante este escenario?
Yo creo que es importante lograr llegar con mensajes potentes hacia la ciudadanía y de manera muy masiva, visto como lluvia suave. Pero es importante aclarar que esto es una corrida de largo aliento, no son 100 metros planos, estamos hablando de una mega maratón. Porque aquí hay que estar todo el tiempo transmitiendo el mensaje, y por múltiples medios y plataformas, con mensajes muy unificados, muy estandarizados. Y eso conlleva a la necesidad de contar con un reglamento de etiquetado y de eco-etiquetado, para que la gente tenga más herramientas para poder reciclar, así como un sistema de gestión y mejores herramientas para poder separar, entre otros puntos.
Entonces, yo veo que sí hay ajustes por hacer y una cosa que no se anticipó, es por qué hoy parte no menor de lo que se está valorizando, está quedando por fuera de la trazabilidad de Gransic (Gran Sistema de Gestión Colectivo). Ahí, yo creo que existe un riesgo real de no cumplir con las metas, no porque no se esté valorizando en Chile, sino porque está quedando fuera del conteo, del sistema.
Ahora, van a seguir surgiendo desafíos en cuanto a la Ley REP o la Ley de Plásticos de un Solo Uso, por ejemplo. El tema es cómo logramos avanzar en sintonía para que todas estas herramientas, todas estas iniciativas, ya sean públicas o privadas, logren empujar el mismo carro. Y cómo logramos generar un relato hacia la sociedad civil y hacia la ciudadanía, único, coherente, consistente, para que sea fácil, simple e intuitivo reciclar, recuperar o separar los residuos. Porque la única razón por la que un residuo de plástico o de cualquier otro material termina en la naturaleza, es porque una persona que lo usó, no hizo una correcta gestión final de ese material.
“Si bien la Ley REP es una tremenda herramienta y un tremendo paraguas, es una ley compleja y no puede hacerse cargo de todo. Entonces, se necesitan complementos. Como ASIPLA, con nuestro Acuerdo de Producción Limpia que acabamos de cerrar y de finalizar, logramos visibilizar, caracterizar e incrementar, en las empresas que participaron, la cantidad de materia prima reciclada que se ocupa hoy en nuevas aplicaciones”.
-¿La ciudadanía está entendiendo el mensaje?
Si bien creo que hay ciertos mensajes hacia la ciudadanía, falta todavía un relato mucho más fuerte. Yo siempre doy como ejemplo el manejo del Covid en Chile, porque ahí recibíamos todos la misma información desde el Ministerio del Interior, del Ministerio de Salud y de las alcaldías. En el fondo, no hubo ningún conflicto en ponerse de acuerdo en que el mensaje tenía que ser uno y siempre el mismo. Y la ciudadanía entendió y las campañas de vacunación en Chile, al menos en las primeras etapas, fueron muy exitosas.
Pero acá no estamos hablando de una sola cosa y eso lo hace un poquito más complejo. Además, necesitas tener la cobertura, que en pandemia por la situación en que estábamos se logró. O se racionó. Entonces ahora, ¿Qué hacemos? Por un lado, la cobertura ha ido mejorando y eso depende casi exclusivamente de los Gransic y de los acuerdos que están generando con los municipios, las licitaciones.
Pero, ¿Cómo hacemos que la ciudadanía se sienta parte de esto? ¿Cómo hacemos que la ciudadanía reciba un solo mensaje? ¿Cómo hacemos que los tres Gransic puedan generar, junto al Ministerio del Medio Ambiente, un único discurso común? Porque hoy en día hay muchas rigideces que impiden que eso ocurra. Y hay que entrenar en reciclaje a 18 millones de habitantes. Entonces, no es tarea fácil. Se puede, pero hay que hacer ajustes. Y yo creo que aquí todos los actores tienen que tener una apertura para hacer ajustes.
-¿Siente que como gremio hoy están en un lugar que les permite actuar de la mejor manera?
Hoy, como organización, estamos presentes en todas las mesas relevantes donde se están tocando temas que nos competen y donde creemos que es importante estar, porque nosotros somos un referente técnico y llevamos esta voz técnica. Chile no es un país petrolero, por lo tanto, buena parte del conocimiento de polímeros, de productos plásticos y de manufactura de productos plásticos, se ha creado dentro de la industria.
Entonces, uno de nuestros roles como asociación es llevar ese conocimiento de manera sistemática y ponerlo a disposición de los policy makers para que la política pública sea coherente y realista, que no sea letra muerta. Nosotros somos los primeros interesados en que queremos que eso resulte.
-Y tienen las herramientas para generar cambios…
Nosotros hoy en día sentimos que tenemos la articulación necesaria. Ahora, si por factores ajenos a nosotros, por ejemplo, cuando tenemos interacción con un ministerio, pero hay temas de agenda y de contingencia que absorben por completo la energía de ese ministerio, no sé qué tanto espacio haya realmente para hacer cambios. Y eso nosotros lo entendemos, así funciona.
Pero sí tenemos los espacios. Y eso fue parte de lo que celebramos también en nuestro aniversario. Hoy en día también participamos activamente, como parte de la delegación chilena, de país miembro, en las discusiones del Tratado Global contra la Contaminación por Plásticos. Y nuestro rol ahí es aportar antecedentes técnicos a nuestros negociadores del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio del Medio Ambiente, para que la postura país sea robusta técnicamente.
-Finalmente, en el contexto del cambio climático, ¿qué reflexión podría compartir con respecto al rol del plástico?
El plástico bien gestionado es un gran aliado para combatir el calentamiento global. Cuando tú usas plástico reciclado, reduces más del 80% las emisiones asociadas a la producción de ese plástico. El plástico además es liviano. Chile es un país que está lejos, entonces muchas cosas llegan después de muchas millas de navegación o muchos kilómetros de recorrido para hacer el abastecimiento.
Pero el plástico es un aliado porque es liviano, resistente y seguro. El plástico es un material que mejora y va a seguir mejorando la calidad de vida de las personas. Y de las personas depende que el plástico pueda circularizarse, aprovecharse y no perjudique a la naturaleza. Bien gestionado, es un gran aliado de la sostenibilidad y de la economía circular.
“Hoy, como organización, estamos presentes en todas las mesas relevantes donde se están tocando temas que nos competen y donde creemos que es importante estar, porque nosotros somos un referente técnico y llevamos esta voz técnica”.