Tanya Basso, de KDM Empresas: “La educación es la piedra de inicio para avanzar en un programa de reciclaje como requiere la Ley REP”
A medida que avanza la implementación de la Ley REP, particularmente para el producto prioritario Envases y Embalajes, la educación ambiental a la comunidad ha cobrado un rol cada vez más preponderante. Así lo destaca Tanya Basso, jefa corporativa de Medio Ambiente de KDM Empresas, quien señala que una comunidad informada genera beneficios, tanto en la calidad de los materiales para reciclar, como en la participación ciudadana respecto a este proceso. Basso será una de las participantes del panel “Envases y embalajes en Chile ¿Cuánto estamos valorizando realmente?”, en el marco del Segundo Foro REP, que se realizará la próxima semana.
En una cita que reunirá a todos los actores del sistema encargado de implementar la Ley 20.902 o Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), los próximos 1, 2 y 3 de octubre se desarrollará en la Región Metropolitana la segunda versión del Foro REP.
Y en este escenario, actores como KDM Empresas, que entrega soluciones ambientales y de gestión de residuos, tendrán mucho que aportar y a la vez retroalimentarse respecto a las metas que ya rigen para dos productos prioritarios, entre ellos Envases y Embalajes.
KDM Empresas se ha consolidado a través de sus servicios que van desde la recolección domiciliaria e industrial, el tratamiento y reciclaje de residuos, la construcción y operación de rellenos sanitarios, hasta la generación de energías renovables. Actualmente, indica Tanya Basso, jefa corporativa de Medio Ambiente de KDM Empresas, su principal objetivo está puesto en los desafíos y oportunidades, en términos de educación ambiental, para seguir potenciando la Ley REP.
“A través de la educación a la comunidad podemos aumentar la calidad de los materiales y la participación ciudadana, que son dos ítems muy significativos en un programa de reciclaje. Y esa es nuestra expectativa como empresa, seguir participando en instancias con los vecinos y vecinas, y ser un gestor en esta implementación”, declara la vocera de KDM Empresas, quien durante el Foro REP será una de las participantes del panel “Envases y embalajes en Chile ¿Cuánto estamos valorizando realmente?”, el miércoles 2 de octubre a las 11.00.
-En el contexto de la Ley REP, ¿cuál considera que es el rol que juega la educación ambiental a la comunidad?
Como empresa nos hemos dado cuenta que, para asegurar el éxito en la implementación de un programa de reciclaje en una comuna, hay una directa relación con la educación y el conocimiento que posee la población sobre qué materiales se van a recuperar y cómo se recuperan, que es el punto cero en este proceso. Y esto tiene que ver efectivamente con que las personas, al momento de separar los residuos en su casa, hagan la mejor elección que permita obtener los materiales correctos.
¿Cuál es nuestra realidad? Como organización realizamos estudios de caracterización de los residuos, que forman parte de nuestro alcance en reciclaje y nos damos cuenta que aún hay un desconocimiento de la comunidad, que tiene que ver principalmente con qué materiales se consideran envases y embalajes. Lo primero que nosotros les enseñamos es que, si un material contuvo o se utilizó para transportar algo, es un envase o embalaje y si no, no es parte del programa.
Y en esa línea, nos encontramos en la fracción de plástico con juguetes o cortinas de baño, por ejemplo, que la comunidad asocia como plásticos, pero finalmente no son envases y embalajes. Yo entiendo que muchas veces los vecinos y vecinas separan con cuidado los materiales plásticos para el reciclaje, pero al final, por desconocimiento, se transforman en contaminantes o en un tonelaje que no era necesario que se recuperara inicialmente.
-¿Cómo ve los avances en esa dirección?
Encuentro que la comunidad tiene ganas de participar, pero solamente falta ajustar este punto, que hace que un programa de reciclaje sea exitoso o no. Es decir, que las personas puedan depositar en los contenedores, ya sean en los puntos verdes, en los puntos limpios o en la recolección selectiva de su comuna, los materiales que efectivamente son parte del programa de reciclaje. Y también cómo los tienen que depositar.
Por eso creemos que la educación tiene un rol fundamental, porque es la piedra de inicio de este proceso. Cuando hay una comunidad informada y las personas saben lo que tienen que hacer, se generan dos cosas muy importantes en los programas. Por un lado, mayor calidad del material que podemos recuperar, porque muchas veces el camión puede transportar alto tonelaje, pero con baja calidad, bajo potencial. Y, por otro lado, aumenta la participación de la ciudadanía.
-En cuanto a la calidad, ¿qué tanto se marca la diferencia?
Hemos visto que en sectores donde como tenemos planes de reciclaje y no hay una inyección de educación ambiental, no hay una constante cercanía con las personas, la calidad de los materiales o lo que transporta el camión, no supera el 58% de potencial. Pero cuando intervenimos zonas con educación ambiental constante, podemos tener calidades que alcanzan el 90% de lo que llega en el camión. Y eso es súper importante, porque si se va a gastar energía en las plantas de separación, de recuperación y en todo el proceso, lo importante es que se lleve mejor material, con la mejor calidad.
“La comunidad tiene ganas de participar, pero solamente falta ajustar este punto, que hace que un programa de reciclaje sea exitoso o no. Es decir, que las personas puedan depositar en los contenedores, ya sea en los puntos verdes, en los puntos limpios o en la recolección selectiva de su comuna, los materiales que efectivamente son parte del programa de reciclaje”.
-¿Con qué comunidades trabajan sus programas?
Inicialmente, con las comunidades con las que tenemos participación en nuestros sistemas de recolección. En ciertos casos, es por acuerdos contractuales que tenemos con algunos municipios; y en otros, porque prestamos servicios en esas comunas, pero además queremos apoyar su desarrollo, a través de educación ambiental, sin haber contratos de por medio.
En estas instancias se derriban hartos mitos en relación al reciclaje, porque la comunidad participa abiertamente, formula muchas preguntas y eso genera que, finalmente, el reciclaje que puedan entregar, sea el que necesitamos que llegue a los procesos.
-Y asimismo, aumenta la participación ciudadana…
Sí. Cuando tenemos educación ambiental constante en los lugares, crecen los niveles de participación de las personas, porque creen en el reciclaje. Por ejemplo, en lugares donde no hay educación ambiental constante, la participación de la ciudadanía no es mayor al 20%. Pero cuando sí la tenemos, las participaciones pueden superar el 55%, según lo que hemos visto desde KDM.
Entonces, cuando se mezcla buena calidad con mayor participación de las personas, tienes mayores toneladas de recuperación, que es una de las cosas que la Ley REP nos pide tener. No es cuánto transporté, sino cuánto valoricé en envases y embalajes. Es el material valorizado.
Por lo tanto, si como país tenemos una buena participación de los ciudadanos, que entreguen el material en las condiciones que se requieren, con una buena calidad y además tenemos los procesos bien definidos y con alta tecnología, efectivamente podemos cumplir las metas.
-¿Cuál cree que es el mayor desafío en esta dirección?
Como ejemplo, como empresa KDM el año pasado hicimos 95 actividades de educación con distintas comunas y llegamos a más de 2.200 personas uno a uno. Y esto ayuda a que se derriben las barreras de conocimiento, porque muchas veces las personas no entienden qué hay detrás del reciclaje. Entonces ahí uno les explica las distintas etapas, que van desde las plantas de separación a los destinatarios finales, y cómo esto vuelve a sus manos y se genera finalmente la circularidad.
Efectivamente, que entiendan que el proceso no termina cuando se va el camión o cuando dejan su reciclaje en un punto limpio, porque luego viene una cadena de procesos que van en pos del medio ambiente.
-¿Cuál ha sido la clave para lograr el éxito en estas capacitaciones?
Nos adecuamos generalmente al entorno, pero muchas veces ocupamos material gráfico, ya sean los materiales a reciclar, así como los subproductos que se obtienen de cada uno. Por ejemplo, llevamos los distintos tipos de plásticos que ellos pueden recuperar, pero también les mostramos cómo quedan después de ser recuperados, como los pellets de los HDPE, para que entiendan qué pasa con su material y por qué es tan importante que lo entreguen limpio, seco y lo más aplastado posible.
-Es una educación bien didáctica…
Sí. La verdad es que hay que ser lo más sencillos posible. A veces depende del público hasta dónde uno puede llegar con los procesos, pero hay que ser bien dinámicos y que las personas entiendan que “envases y embalajes” es algo que se utilizó para transportar, para contener, pero si no tuvo esa razón de ser en su formación, en su origen, entonces no es parte del programa.
“En lugares donde no hay educación ambiental constante, la participación de la ciudadanía no es mayor al 20%. Pero cuando sí la tenemos, las participaciones pueden superar el 55%, según lo que hemos visto”.
-A un año de la entrada en vigencia de las metas para Envases y Embalajes en el contexto de la Ley REP, ¿cuál es el balance que hacen desde KDM?
Esta es una ley que tiene gradualidad y es importante que tengamos conciencia de que, efectivamente, aún podemos ver brechas en educación, en calidad y en condiciones de recuperación. Pero también nos llama a seguir avanzando y lograr que esta gradualidad sea positiva en el tiempo.
Creo que los Sistemas de Gestión están empezando a hacer educación ambiental en los distintos medios de comunicación, lo que es esencial para masificar la información. Pero también creo que es relevante que la comunidad esté súper informada de sus planes de reciclaje comunal y de cuáles son los canales adonde llega cada uno de los residuos.
Porque, por ejemplo, ven un comercial de una gran tienda que dice “trae tu ropa que la reciclamos”. Entonces, se quedan con la idea de que la ropa se recicla, la echan en el mismo contenedor de envases y embalajes, y se genera una falsa sensación de ayuda. Por eso es tan importante seguir avanzando en educar a las comunidades, porque son los primeros en generar este sistema de reciclaje.
-Finalmente, ¿cuál considera que es la relevancia de desarrollar eventos como el Foro REP?
Es súper importante, porque estas instancias nos permiten visualizar qué se está haciendo en materia de los distintos decretos que tiene hoy la Ley REP. No solamente envases y embalajes, sino que en neumáticos fuera de uso y qué se nos viene con los aceites lubricantes, por ejemplo.
Nos permite entender qué están haciendo las demás partes del sistema, los distintos Sistemas de Gestión, los gestores que estamos en el mercado y abordar también el rol de los municipios, desde el punto de vista territorial y desde el punto de vista de los Sistemas de Gestión con las licitaciones. Esto es algo que no vimos en el Foro REP anterior.
Entonces, creo que hoy tenemos un poco más claro todo el ecosistema de la Ley REP, cómo ha ido en funcionamiento y, claramente, son hartos los aprendizajes.