Isidro Pereda, de ReciclaMás: “Uno de los grandes desafíos de la Ley REP es la demora en los permisos que los gestores requerimos de la autoridad sanitaria”
Ayer se dio inicio al Segundo Foro REP, encuentro anual donde se dan cita todos los actores involucrados en la implementación de la Ley 20.920, tanto del sector público como privado. Entre ellos, destacan los gestores, cuyo rol es indispensable para el correcto manejo de los residuos y su valorización. Es el caso de la empresa ReciclaMás, creada para dar cumplimiento a esta normativa para Envases y Embalajes y que será parte del Foro REP con la participación de su gerente general, Isidro Pereda, en el panel “Licitaciones: el eslabón clave de la Ley REP”, que se realizará a las 16.30 de hoy. En esta entrevista, el ejecutivo adelanta algunas de sus apreciaciones tras un año de vigencia de las metas para ese producto prioritario.
Hoy se cumple exactamente un año desde que comenzaran a regir las metas de la Ley REP (N°20.920) para el producto prioritario de Envases y Embalajes (EyE), y es el momento en que los distintos actores de esta nueva forma de gestionar los residuos hacen sus evaluaciones y rescatan aprendizajes para seguir aportando desde sus diversos roles. Si bien el nombre de esta ley de “Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje” deja claro que son los productores los encargados de darle cumplimiento, para ello requieren de la intervención de muchos otros, bajo la coordinación de los Sistemas de Gestión.
Es el caso de los gestores, definidos por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) como “persona natural o jurídica que realiza cualquiera de las operaciones de manejo de residuos”. En el caso de los EyE domiciliarios, los gestores son principalmente aquellas empresas encargados de realizar la correcta recolección y preparación de los residuos para que puedan ser valorizados.
Así, los gestores son una de las caras más visibles para la población, pues operan los servicios de retiro de los residuos segregados desde los domicilios y/o puntos limpios, en virtud de los convenios realizados entre los municipios y los Sistemas de Gestión.
Una de las empresas gestoras, especialmente creada para dar cumplimiento a la Ley REP para envases y embalajes, es ReciclaMás, cuyo gerente general Isidro Pereda, ha sido uno de los pioneros en la implementación de esta normativa.
ReciclaMás es parte del Grupo Inser, matriz de la empresa Dimensión, dedicada a la gestión de residuos domésticos y de limpieza a nivel municipal. Dimensión acaba de cumplir 20 años, y posee más de 50 contratos con 30 municipios del país. Es una empresa donde trabajan más de 4.300 personas y tiene una flota de 1.200 vehículos de transporte en las calles. Estar asociados con esta experiencia y patrimonio otorgan “una ventaja competitiva” a ReciclaMás, comenta Pereda, en relación a las altas exigencias que enfrentan los gestores para cumplir con las metas de recolección y clasificación.
Para dialogar sobre esas exigencias y los múltiples desafíos de la Ley 20.920, se está realizando desde ayer el Segundo Foro REP, donde participan todos los actores involucrados en esta transformación ambiental mediante la gestión de residuos. En ese contexto, Isidro Pereda será uno de los participantes del panel “Licitaciones: el eslabón clave de la ley REP”, que se realizará a las 16.30 de hoy, miércoles 2 de octubre.
Para conocer su trabajo en estos primeros 12 meses de vigencia total de la Ley REP para EyE, sus proyecciones y los retos que vislumbran, País Circular conversó con el gerente general de ReciclaMás.
“A medida que va pasando el tiempo, distintas comunas tienen los sistemas de reciclaje andando, pero los kilos que uno esperaría que se recolecten de dichas comunas han sido bastante menos. Esto pasa porque la participación ciudadana no se ha dado de la manera que se suponía”.
-¿Qué servicios entrega ReciclaMás?
ReciclaMás es un gestor de residuos para la Ley REP, que realiza recolección selectiva de envases y embalajes reciclables desde las casas, el transporte de esos residuos, y posee una planta de clasificación y pretratamiento -ubicada en Maipú-, con capacidad para el ingreso de 6.000 toneladas al año. En estos momentos estamos montando una segunda planta -en la misma ubicación- que nos permitirá triplicar nuestra capacidad a partir del primer semestre del próximo año.
Básicamente, estamos al servicio de los Sistemas de Gestión de envases y embalajes, y nuestro foco es trabajar con todos los desafíos de la Ley REP de este producto prioritario, tanto en su recolección como en su clasificación y pretratamiento.
Ya estamos haciendo recolección domiciliaria en ocho comunas, de acuerdo a los términos establecidos en los contratos. En cuanto al trabajo en la planta, lo primero es la clasificación, donde es súper importante la rigurosidad, porque no da lo mismo un plástico 6 con un plástico 5 o 1. Luego viene la compactación, mediante un proceso automático, porque la compactadora tiene que ser lo más eficiente posible para que todo lo que se clasifique la compactadora lo enfarde y se tengan fardos súper estandarizados, para que venga un camión de un valorizador y se lo lleve.
-¿Cómo han sido para ReciclaMás los primeros 12 meses de la Ley REP para envases y embalajes?
La primera comuna que comenzó a operar con nosotros fue Colina, el 1 de noviembre de 2023. Es decir, la Ley REP partió en octubre de ese año y un mes después ya teníamos adjudicado el primer contrato; desde entonces hemos crecido exponencialmente en la medida que nos hemos ido adjudicando distintos contratos en licitaciones hechas por los Sistemas de Gestión.
Actualmente estamos en las comunas de Colina, Lo Barnechea, Ñuñoa, Peñalolén, Buin, Concepción, Vitacura y, desde noviembre, en Pudahuel.
En la medida que los Sistemas de Gestión vayan haciendo convenios con más comunas y licitaciones para la gestión de recolección, seguiremos participando para adjudicando nuevos contratos. Tenemos capacidad para seguir creciendo en recolección selectiva, gracias a que somos parte del mismo grupo que Dimensión, que cuenta con 1.200 camiones. Es una de nuestras ventajas competitivas, porque Dimensión también nos presta servicios con su taller y con trazabilidad, entre otros. Todo esto hace que ReciclaMás pueda tener una oferta de valor hacia el mercado muy distinta a que si empezáramos una empresa desde cero. Es una ventaja por el tema de la espalda financiera, porque cuando uno entra, por ejemplo, a operar una comuna como Ñuñoa, que requiere 6 o 7 camiones recolectores, cada uno con un costo de 150 millones de pesos, estamos hablando de inmediato de mil millones. Además, hay que poner los contenedores en toda la comuna, eso suma de 200 a 500 millones de pesos adicionales. Entonces, es súper difícil para una empresa que está recién partiendo tener una espalda financiera para asumir esos costos.
“Hay un aprendizaje sobre las rutas de recolección. Hemos comprobado que se requiere de al menos tres meses de operaciones para que una comuna tenga una ruta de recolección de reciclable un poco más consolidada, una arquitectura de rutas de reciclaje lista”.
-¿Cómo han funcionado esas comunas en la separación de los residuos, la recolección?, ¿cómo ven la participación ciudadana?
La participación ciudadanía ha sido bastante baja, y eso significa que finalmente los kilos que podríamos estar recolectando en una comuna -que son los que hacen que cumplamos las metas de la Ley REP- son pocos. A medida que va pasando el tiempo, distintas comunas tienen los sistemas de reciclaje andando, pero los kilos que uno esperaría que se recolecten de dichas comunas han sido bastante menos. Esto pasa porque la participación ciudadana no se ha dado de la manera que se suponía.
Creo que esa participación no se ha dado porque, en primer lugar, ha faltado que llegue más información al ciudadano; segundo, hay personas que han recibido la información, pero no les ha importado: y tercero, creo que existe lata de reciclar, porque cuando tienes un servicio que va a buscar hasta la casa de manera gratuita, las barreras para no participar son bastante bajas, pero igualmente no toda la gente participa.
Por otra parte, de todo el abanico de cosas para reciclar, en general la gente sigue reciclando lo mismo, las botellas PET, cajas de cartón y vidrio. Pero otro tipo de residuos no se ha notado que la gente esté participando de mejor manera, por ejemplo con otros plásticos, con plásticos flexibles, con envases de champú, o bien con envases de cartón para líquidos. En el caso de los metales, con las latas de bebida es más fácil, pero la lata de conserva ha costado más, porque debe ir limpia, entonces este material tampoco ha sido lo que esperábamos.
En definitiva, diría que la Ley REP va creciendo en su cobertura, y va dentro de lo que se esperaba, es decir, el 10% el año 1, el 20% recolección selectiva el año 2, pero lo que se está recolectando de ese porcentaje es mucho menos de lo que se esperaba.
Hay un desafío grande en los comportamientos ciudadanos.
-¿Ustedes realizan actividades para informar a la ciudadanía?
Sí, ayudamos mucho a Dimensión en este tema, porque ellos tienen comunas donde también hacen reciclaje y necesitan capacitaciones. En este caso, ReciclaMás provee esas capacitaciones, por ejemplo, en comunas como Peñaflor, Huechuraba, Curicó, donde realizamos charlas de reciclaje y capacitaciones en colegios y para la comunidad en general.
“Cada comuna tiene sus flujos -entre uno y tres-, entonces la ciudadanía tiene que ir acostumbrándose y nosotros tenemos que ser súper flexibles para encontrar la mejor forma de entregar ese servicio. No hay una receta estándar acá”.
-Como empresa gestora, ¿qué han aprendido en estos 12 meses de REP para EyE?, ¿qué cosas han ido mejorando en el camino?
Hay un aprendizaje sobre las rutas de recolección. Hemos comprobado que se requiere de al menos tres meses de operaciones para que una comuna tenga una ruta de recolección de reciclable un poco más consolidada, una arquitectura de rutas de reciclaje lista.
Esto ocurre porque a diferencia de la recolección de basura, donde todo el mundo saca sus bolsas, en el caso del reciclaje no todos lo sacan y, además, no todos lo sacan a la misma hora. Entonces, puede ocurrir que pasemos por una casa a las 10 de la mañana y el ciudadano saque el reciclaje a las 12 y, al final del día, quede con su bolsita de reciclable afuera. Para evitar ese tipo de situaciones toma al menos tres meses para que entre el municipio, el Sistema de Gestión y nosotros los gestores podamos hacer que la ciudadanía se acostumbre a reciclar. Es decir, que conozca los horarios de los camiones y saque los residuos antes de que pasen. Cada comuna tiene sus flujos -entre uno y tres-, entonces la ciudadanía tiene que ir acostumbrándose y nosotros tenemos que ser súper flexibles para encontrar la mejor forma de entregar ese servicio. No hay una receta estándar acá. Es difícil, porque cada comuna tiene sus particularidades; es muy distinta Colina, que está llena de condominios, a Ñuñoa, que está llena de edificios.
-¿Eso también influye en el tipo de contenedores que entregan?
El tipo de contenedores que debemos poner está indicado en las bases de licitación de los Sistemas de Gestión. Hemos entregado sacos reutilizables, contenedores de 120 litros, de 240 y de 360 litros, de colores azules, verdes, amarillos; depende mucho de cómo se instale el Sistema de Gestión en cada una de las comunas, lo que acuerde con el municipio para luego licitar. Por ejemplo, en Pudahuel, donde comenzaremos a operar en noviembre, tenemos que colocar un contenedor amarillo en cada una de las más de 35.000 casas de la comuna. En otras comunas, como Buin, por el tipo de casas, hemos entregado sacos reutilizables.
“Uno de los grandes desafíos tiene relación con los permisos que los gestores requieren por parte de la autoridad sanitaria, que demoran mucho tiempo en ser aprobados. Esos permisos pueden tardar seis, ocho meses, hasta un año”.
-¿Cuáles son los desafíos para el segundo y tercer año de metas de la Ley REP, tanto para los gestores como para los otros actores?
Uno de los grandes desafíos tiene relación con los permisos que los gestores requieren por parte de la autoridad sanitaria, que demoran mucho tiempo en ser aprobados. Esos permisos pueden tardar seis, ocho meses, hasta un año, y eso hace que sea muy difícil que la Ley REP llegue a regiones, por ejemplo, porque fuera de la Metropolitana no hay nada, y es muy difícil instalarse si un permiso demora tanto. Porque los Sistemas de Gestión necesitan cumplir metas ese mismo año, no el año siguiente. Yo diría que ahí hay un gran desafío, la “permisología”.
Otro enorme reto es la participación ciudadana. Se requiere más comunicación e información para que el reciclaje sea mucho más masivo, conocido, cotidiano, debe aparecer mucho más en comerciales, en noticieros, en matinales. Los Sistemas de Gestión tienen que triplicar o cuadruplicar sus presupuestos de difusión. La única forma de que el ciudadano se convenza de que tiene que reciclar es que lo inundemos de información al respecto, porque de otra forma es súper complejo que se forme el hábito. Hay que hacerlas todas, en redes sociales, colegios, actividades comunales, el almacén de la esquina, televisión abierta, radio, etc.
Un tercer desafío es aumentar la apertura de la información de los Sistemas de Gestión, porque son muy cerrados. No hay, por ejemplo, una página donde se pueda ver cuánto se recicló el mes pasado en una comuna X. Yo diría que mientras más información tenga toda la ciudadanía, todos vamos a tener mucho más claro en qué estamos. Saber cuántos kilos están recolectándose de cada comuna, cuántos kilos se valorizaron, etc., ‘en esta comuna tenemos poco reciclaje, y en esta otra nos está yendo muy bien’.
Esa información tiene que ser abierta hacia el público, lo más transparente y lo más online posible; existe la tecnología para hacerlo, falta querer exponerla al público. Hay que convencerse de que la transparencia en los datos es tu mejor cara hacia el ciudadano.
Si tú me preguntas cuánto recicla cada comuna, cuánto recicla cada comuna en el mes de agosto, nadie sabe eso. Estamos en octubre y no sabemos cuánto se recicló en el año 2023. Y eso está mal.
-En relación a los permisos, ¿quién los debe dar, para qué tipo de instalaciones se requieren?
Son permisos de la autoridad de Salud. Ahí está el gran obstáculo, ahí hay un gran cuello de botella.
En el caso de los permisos no estamos hablando de grandes instalaciones, porque se requieren incluso para tener un camión para poder recolectar residuos reciclables, o para cosas sencillas, como un punto limpio. En cuatro años tenemos que colocar más de 300 puntos limpios, muchos camiones recolectores, y no vamos a poder con esta tasa de “permisología”. Necesitamos que todo esto funcione de manera mucho más rápida.
“Otro desafío es aumentar la apertura de la información de los Sistemas de Gestión, porque son muy cerrados. No hay, por ejemplo, una página donde se pueda ver cuánto se recicló el mes pasado en una comuna X”.
-¿Cuáles son las características de la nueva planta de ReciclaMás, tendrá algún tipo de tecnología especial, generará más empleo?
El concepto que hay detrás de estas plantas no es tan tecnológico, debido a que no es lo que se requiere en estos momentos; todavía no entendemos muy bien qué es lo que la gente recicla, porque las tasas de reciclaje son muy pequeñas. Entonces, vamos a poner tecnología cuando esto esté mucho más asentado en las distintas comunas.
Nuestras plantas son bastante sencillas, modulares, donde se requiere una buena cantidad de gente clasificando; el trabajo es más bien manual, porque permite mayor flexibilidad. Por ejemplo, mover a los equipos que clasifican dependiendo del material predominante en la carga que llega según el día; si un día viene una carga con mucho plástico, entonces hay que poner más personas en separación de plástico.
Por el momento, dado que esto está recién comenzando y las cargas son súper inestables en el tiempo, optamos por una estrategia más flexible, y que tiene una eficiencia en la separación mucho mayor, en cuanto a la cantidad de kilos que entran a la planta y los kilos que se reciclan de eso que entra. Hoy día estamos en tasas del 70% hacia arriba en el caso de aprovechamiento. O sea, entran 100 y podemos aprovechar 70. Esa tasa es alta para los estándares que hay en Chile, es un estándar similar al de España, por ejemplo.
Todavía los sistemas de gestión están instalándose en las comunas, la gente está recién entendiendo qué se recicla, y que no. Todavía están llegando juguetes, balones de fútbol, peluche, cosas del baño, por ejemplo, a las plantas de clasificación. Ese tipo de cosas complican el trabajo con sensores. No podemos pensar en grandes tecnologías si todavía todo esto está muy líquido. La ley REP es progresiva, y nosotros queremos ir en esa misma línea.
Respecto al personal, incluyendo a quienes clasifican, recolectan y administra, somos 85 y llegaremos a 100 trabajadores con la nueva planta operando.
-¿Cuál es tu evaluación a nivel personal de la implementación de la Ley REP, considerando que has estado impulsando esto desde 2019?
Estuve en la creación del primer Sistema de Gestión que se formalizó en el país y eso me permite tener claridad de lo que los Sistemas de Gestión esperan de un gestor. Eso me permite liderar ReciclaMás, una empresa gestora mucho más enfocada en las necesidades de los Sistemas de Gestión, y en comunión con los mismos municipios. Creo que esa experiencia me hace visualizar muy bien cómo hoy es la triada entre Sistema de Gestión, municipio, y gestor. Y eso nos ha permitido crecer a la tasa que estamos creciendo y dar respuesta a lo que se espera de nosotros como servicio.