Consorcio Santa Marta: Infraestructura sanitaria esencial de manejo de residuos para avanzar hacia una mayor circularidad
En 2018, Chile generó casi 20 millones de toneladas de residuos sólidos, según el Informe del Estado del Medio Ambiente 2020 del Gobierno. De este total, un 55% corresponden a residuos industriales y un 42% a desechos municipales, también denominados residuos domiciliarios. Según este informe solo el 20% de los residuos se recicla, mientras que el 80% se destina a eliminación en rellenos sanitarios u otras infraestructuras de disposición final. Según Consorcio Santa Marta, los avances esperados de la Ley REP permitirán que los rellenos sanitarios puedan extender su vida útil, ya que, al lograr valorizar un porcentaje mayor de estos, disminuirá la cantidad destinada a ellos. Esta realidad, señala la compañía, refuerza la necesidad de optimizar las infraestructuras asociadas, no sólo para reducir su impacto ambiental, sino para garantizar a la ciudadanía la disposición segura de los residuos que no pueden ser reciclados.
La gestión eficiente de residuos sólidos domiciliarios es uno de los mayores desafíos de las ciudades modernas. Grandes urbes generan enormes cantidades de desechos, y los rellenos sanitarios se han consolidado como obras de ingeniería seguras y esenciales para su disposición. En el caso del relleno sanitario Santa Marta, gestiona aproximadamente un 35% de los residuos de la Región Metropolitana, y desde hace 22 años destaca por su enfoque en la gestión integral, la sustentabilidad y la educación ambiental, mostrando cómo estas infraestructuras, además de ser necesarias, pueden coexistir con iniciativas de reciclaje y valorización.
La importancia de los rellenos sanitarios
En 2018, Chile generó casi 20 millones de toneladas de residuos sólidos, según el Informe del Estado del Medio Ambiente 2020 del Gobierno. De este total, un 55% corresponden a residuos industriales y un 42% a desechos municipales, también denominados residuos domiciliarios. Según este informe solo el 20% de los residuos se recicla, mientras que el 80% se destina a eliminación en rellenos sanitarios u otras infraestructuras de disposición final.
En la Región Metropolitana, que concentra al 41,1% de la población, se genera un 45% de estos residuos no peligrosos, con una producción per cápita de 1,3 kg/hab x día, de los cuales, según distintas fuentes, solamente un 18,7% se recicla, aunque la realidad que se observa de las municipalidades usuarias de Santa Marta puede ser menos auspiciosa. Esto, subraya la compañía, evidencia la importancia de contar con rellenos sanitarios eficientes para gestionar adecuadamente la gran cantidad de residuos que se generan.
Por otra parte, la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP) vigente desde el año 2016, busca promover el reciclaje y la valorización de residuos a través de la participación de productores y consumidores. En este contexto, y tal como ocurre en gran parte de Europa, los rellenos sanitarios siguen siendo cruciales para gestionar los residuos que no se valorizan. Pedro Rivas, Gerente de Medio Ambiente y Sustentabilidad de Consorcio Santa Marta, comenta: “Lo importante es mantener informada a la ciudadanía, hacerse cargo y minimizar los impactos ambientales, velar por un proyecto de ingeniería sustentable y ser parte de la solución de los residuos que nosotros mismos generamos, lo que es vital para el crecimiento del país”.
“Lo importante es mantener informada a la ciudadanía, hacerse cargo y minimizar los impactos ambientales, velar por un proyecto de ingeniería sustentable y ser parte de la solución de los residuos que nosotros mismos generamos, lo que es vital para el crecimiento del país”.
Los avances esperados de la Ley REP, según Santa Marta, permitirán que los rellenos sanitarios puedan extender su vida útil, ya que, al lograr valorizar un porcentaje mayor de estos, disminuirá la cantidad destinada a ellos. Esta realidad refuerza la necesidad de optimizar las infraestructuras asociadas, no sólo para reducir su impacto ambiental, sino para garantizar a la ciudadanía la disposición segura de los residuos que no pueden ser reciclados. Al respecto Pedro Rivas señala: “El crecimiento demográfico y el incremento en la producción per cápita de residuos, inclusive cumpliendo todas las metas de valorización de la Ley REP, requiere de los rellenos sanitarios como solución basal con la mayor vida útil posible para hacerse cargo de la fracción no valorizable”.
Sustentabilidad y viabilidad económica
Los rellenos sanitarios son una solución técnica, económica y sustentable para gestionar grandes volúmenes de residuos. Si bien el reciclaje es una práctica que debe seguir fortaleciéndose, los costos asociados pueden ser elevados lo que hace que los rellenos sanitarios continúen siendo esenciales. Con el uso de tecnologías avanzadas, estos rellenos minimizan impactos negativos, como las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del suelo o aguas subterráneas.
Santa Marta fue pionero en innovación al implementar el año 2013 una Central de Energía Renovable No Convencional (CERNC), con la cual se han generado más de 700GW/h a partir del biogás que se genera producto de la descomposición de los residuos que se han dispuesto, energía que es inyectada en forma diaria al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Educación ambiental como parte de la solución
Consorcio Santa Marta no gestiona únicamente residuos de manera responsable, sino que también trabaja en la educación ambiental. Según Pedro Rivas, “hemos participado en distintas instancias para fomentar el reciclaje y la separación en origen, porque entendemos que la educación es clave para reducir la cantidad de residuos que llegan a los rellenos sanitarios, y para mejorar las perspectivas de cumplimiento de la ley REP, lo que permite a su vez aliviar la presión sobre estas instalaciones”.
En este ámbito, es fundamental señalar que Santa Marta recibe anualmente a más de 800 visitantes interesados en conocer el proceso y la gestión real de los residuos que se generan en la RM, contribuyendo así de manera directa a la educación ambiental de niños, jóvenes y adultos, para lograr generar conciencia y generar cambios concretos en las futuras generaciones. Para Pedro Rivas, “Educar ambientalmente es sin duda responsabilidad de todos los actores.”