Enrique Peralta, gerente general de Coactiva: “Apuntamos a que el coproceso sea parte de las metas de la Ley REP”
La filial de Polpaico Soluciones, que transforma residuos industriales en combustibles alternativos sólidos, hoy se posiciona como un actor relevante en el ecosistema de la Ley REP. Aun así, son varios los desafíos y obstáculos por sortear, principalmente en lo que respecta al coprocesamiento, según indica Enrique Peralta, gerente general de Coactiva. Se trata de un modelo que permite valorizar residuos no reciclables, evitando que lleguen a vertederos, y ofreciendo una alternativa para reducir emisiones y avanzar en circularidad. Es lo que la empresa abordó durante su participación en la tercera versión del Foro REP, evento que durante tres días y hasta hoy reúne a los principales actores de la Ley 20.920.
Desde 2005 Coactiva ha desarrollado soluciones innovadoras y sostenibles para diversas industrias, contribuyendo a la descarbonización y el cumplimiento normativo ambiental. Como unidad de negocios de Soluciones Polpaico, Coactiva se instala como un aliado estratégico para la gestión integral y valorización de residuos industriales; peligrosos, no peligrosos y especiales.
En concreto, se especializa en transformar residuos en recursos valiosos, a través de la segregación, reciclaje y/o valorización energética en hornos cementeros; así como en la inertización y tratamiento de residuos infecciosos.
En el marco de la implementación de la Ley 20.920, más conocida como Ley REP, Coactiva destaca como destinatario autorizado para los productos prioritarios Envases y Embalajes (EyE), además de Aceites Lubricantes Usados (ALU) en la valorización energética mediante el coprocesamiento.
Sin embargo, esta normativa plantea importantes desafíos, según destaca Enrique Peralta, gerente general de Coactiva y quien ha sido uno de los protagonistas de la tercera edición del Foro REP, evento organizado por País Circular que se desarrolla hasta hoy, 16 de octubre, en el hotel Marriott de Las Condes. En la jornada de ayer, Enrique Peralta integró el primer panel, denominado “Regulación que habilita el cambio: propuestas para una REP más eficiente”, donde compartió escenario e impresiones con Nicolás Fernández, presidente ANIR; Claudia Ferreiro, directora de ReSimple; y Daniel Saldias, director de Economía Circular de Midas Chile.
“Este Foro es un punto de encuentro entre todos los que estamos preocupados de cuidar el medio ambiente, de que se cumplan las normas y que avancemos hacia una economía circular. Creo que un primer propósito ha sido encontrarnos y conversar con los distintos actores. Y luego, a través de una participación activa, poner todas las opiniones sobre la mesa respecto, entre otros temas, de los vacíos regulatorios que pueda tener la Ley REP”, comentó el ejecutivo de Coactiva.
“Es una ley que compartimos plenamente, desde el punto de vista de su espíritu. Pero hay que ir ajustándola para que sea más eficiente, para que se puedan ejecutar más acciones y para que algunos temas que no están incluidos, puedan ser considerados. Nosotros, por ejemplo, hacemos coprocesamiento en Coactiva y eso está en una zona medio gris, porque no es tan claro si sirve o no para contabilizar en las metas de cumplimiento que exige la ley”, explica Enrique Peralta.
“Pero también es importante generar conciencia de que todavía queda un camino largo por recorrer. En Chile, hoy día casi el 80% de los residuos terminan en vertederos o rellenos sanitarios; mientras que solo un 21% de los residuos generados se valoriza. Entonces, es clave encender las alarmar de que es un camino largo y que tenemos que tratar de acelerarlo”, recalca el gerente general de Coactiva, quien profundiza estos temas en la siguiente entrevista con País Circular.

-En Chile se producen más de 15 millones de toneladas de residuos industriales, gran parte sin alternativas de valorización ¿Cuál es la solución que ofrece Coactiva?
A través del coprocesamiento, a una serie de residuos, prácticamente todos los que puedas imaginar, pero en general residuos que tienen un alto poder calorífico, nosotros los trituramos, hacemos mezclas y los transformamos en un combustible sólido. Y ese combustible lo que hace es reemplazar al petcoke o carbón.
Entonces, al hacer ese reemplazo, en nuestro proceso productivo de Polpaico, que produce cemento, lo que estamos haciendo es reducir muy fuertemente las emisiones de contaminantes. Hoy día estamos reemplazando entre un 15 a un 20% con los residuos que trabajamos. Pero si eso fuera un 30, 40 o 50%, entonces la cantidad de emisiones que podríamos ahorrar sería gigantesca.
Por otro lado, la empresa que genera ese residuo, el generador, tiene la certeza de que esto es economía circular, porque su residuo terminó convertido en un combustible, que fue combustionado, quemado. Y que las cenizas de ese proceso son un componente también del producto que se fabrica: el cemento. Por lo tanto, sin duda hay una mejora. Además, nosotros entregamos certificados y eso da la tranquilidad a un generador de que somos capaces de hacer desaparecer su residuo.
-Respecto al vacío normativo en torno al coprocesamiento, ¿ustedes proponen actualizar el marco regulatorio?
Más que una actualización, tiene que ver con cómo reconocemos, no solo lo que se hace en reciclaje, sino también en valorización, como lo que hacemos nosotros en Coactiva, que es la valorización energética o el coproceso. Cómo hacemos que todo eso quede dentro de los Sistemas de Gestión para que sea trazable, para que las industrias sepan que pueden recurrir a esto y que va a ser considerado en sus metas de consecución, dependiendo de la industria que sea, respecto de las que impone la autoridad. Creo que esa es la reforma que queremos proponer en esta normativa.
El espíritu de la norma está claro, yo soy muy defensor de lo que se quiere conseguir y creo que todos adherimos. Pero nos hemos encontrado con la dificultad de llevarla a cabo y ahí es donde podemos hacer mejoras para que sea más sencilla y reconozca a todas las actividades que valorizan hoy día los residuos.
Por eso apuntamos a que el coproceso sea parte de las metas de la Ley REP que tienen asignadas las distintas industrias a cumplir. Que sea considerado como un elemento donde también hay economía circular.
-Más allá de eso, ¿cuáles son los avances que han visto desde la puesta en marcha de la normativa?
Creo que han pasado hartas cosas buenas. Y una de las cosas positivas es que las industrias, a quienes nosotros les recogemos sus residuos, hoy están mucho más ordenadas, conscientes en separar y en poder reciclar derechamente ellas mismas algunos de sus residuos.
Hoy día hay más conversaciones cruzadas de decir, por ejemplo, “mira, yo tengo un residuo que le podría servir a esta otra industria”. Eso está incipiente, pero uno ya empieza a notar ese tipo de conversaciones. En ese sentido, la Ley REP está logrando penetrar, aunque todos tenemos que acelerar el paso. No podemos quedarnos sentados esperando.
-En esa línea, ¿cuáles son las metas y ambiciones que se plantea Coactiva?
Por un lado, poder procesar más residuos. Queremos llegar a procesar más de 20.000 toneladas anuales. Hoy día procesamos en torno a las 14.000 a 15.000; por lo tanto, tenemos un horizonte de crecimiento importante. Por otro lado, como filial de Soluciones Polpaico, queremos ayudar a nuestra unidad de cemento a que reemplace más combustible. Como decía, hoy día estamos entre el 15 y el 20%, y queremos saltar al 25%.
Pero además queremos entrar en otros tratamientos de residuos, con otras tecnologías. De hecho, el año pasado ya invertimos en una planta de esterilización y valorización que nos permite tratar los residuos sanitarios, de hospitales, clínicas; los REAS, como son conocidos en la industria.
Y en nuestra planta, que ya está habilitada, lo que hacemos es triturar residuos que llegan de centros hospitalarios, que vienen contaminados. Luego hacemos una suerte de baño de vapor caliente, con microondas, para que salgan totalmente sin ninguna infección. Y después, ese mismo residuo lo usamos para fabricar combustible. En ese sentido, estamos adquiriendo tecnologías para entrar en otras industrias. Por ejemplo, en ésta de la salud. Y creo que hay una oportunidad grande también en temas de caucho, que se genera mucho en la minería, así que tenemos hartos planes para crecer.

“A través del coprocesamiento, a una serie de residuos, prácticamente todos los que puedas imaginar, pero en general residuos que tienen un alto poder calorífico, nosotros los trituramos, hacemos mezclas y los transformamos en un combustible sólido. Y ese combustible lo que hace es reemplazar al petcoke o carbón”.
-¿Cuál ha sido el mayor desafío para su empresa al momento de abordar estas innovaciones?
Todo lo que tiene que ver con tecnología que hemos implementado para poder gestionar residuos, creo que en sí mismo ha sido un desafío importante. Porque una innovación exige tecnología, maquinaria, automatizar procesos. Y es muy importante también el rol de los laboratorios, porque cuando tienes residuos con distintos componentes, de alguna manera esto se transforma en una suerte de cocina donde hay que buscar la combinación perfecta para que pueda transformarse en un combustible.
Pero en un combustible que cumpla con las características que se necesitan para generar energía calórica para estos hornos de cemento que utilizamos dentro de Polpaico. Entonces, yo creo que la innovación está en adaptar esa tecnología, pero también usar la capacidad de gente muy formada y que ha tenido mucha experiencia en poder hacer esta construcción de combustible alternativo.
-Respecto a la valorización de residuos que hace Coactiva, ¿en qué aspectos buscan perfeccionar sus operaciones?
Cuando uno está valorizando un residuo, siempre hay una parte que no logras ocupar, que puede ser un 5, 10 o 15%. Y eso al final igual necesitas mandarlo a un vertedero, porque no puedes transformar el cien. Creo que ese es nuestro desafío. Encontrar la forma, las tecnologías y/o los socios, para poder reutilizar incluso ese pedacito que queda. Valorizarlo de otra manera.
Y ahí es cuando uno se conecta con otros valorizadores o con otros recicladores: “Oye, pero a mí me sirve ese material, porque yo hago esto con esto otro”. Entonces, esa conexión va a permitir evitar que también mandemos residuos a los vertederos. Ahí hay un desafío importante para nosotros como compañía.
Pero además nos interesa la adopción de nueva tecnología que nos permita aumentar nuestra capacidad. Porque si solo el 20% hoy día se valoriza y el 80% no, el día que logremos que esto se vaya ampliando a través de la normativa, de la cultura, de la capacitación, etcétera, va a ser un sistema mucho más eficiente.
-El panorama en los rellenos sanitarios, de hecho, no es nada auspicioso…
El impacto es enorme a nivel de los suelos, de las aguas y se emite gas metano (…), se pierden hábitats, además que son molestos los olores, la estética, en fin. Entonces, no puede ser que la mayor parte de los residuos esté en esa condición. Ahí tenemos que liderar cambios culturales.
Pero el relleno sanitario tuvo su propósito. Si uno tampoco puede demonizar esto, porque todo tuvo un sentido en el momento que ocurrió. Aunque hoy día ya hay muchas otras alternativas. Ya hay mucha capacidad en Chile para poder hacer algo distinto con esos residuos y, de hecho, las órdenes de magnitud de residuos que generan las industrias no son volúmenes tan, tan grandes.
Cuando llevas residuos a un vertedero, por ejemplo, pagas una, dos o tres UF, dependiendo del tipo de residuos. Y cuando quieres valorizarlos, como lo que hacemos nosotros y como lo hacen otros, a lo mejor te cuesta el doble o hasta el triple. Una industria más o menos grandota puede generar, no sé, 20 toneladas al mes. Entonces, por ir a un vertedero le va a costar 40 UF, versus pagar 80.
En empresas grandes, la verdad es que eso es marginal. O sea, entre gastarte un millón o gastarte dos o tres para esto, la diferencia lo vale, porque finalmente estás contribuyendo, estás colaborando. Yo creo que eso es lo que tenemos que dejar en evidencia para que las industrias valoren estos procesos y no se vayan por una lógica solo de costos.
-Evaluando la trayectoria de Coactiva, ¿cuáles son los pilares que hoy los convierten en un referente en su sector?
Que partimos hace 20 años como una unidad de negocios, dentro de Soluciones Polpaico. Entonces, fuimos bien pioneros en empezar a creer en que los residuos podían tener una utilidad de valor. Y fuimos aprendiendo en el camino, porque esto no estaba todo hecho. Había que construirlo, armarlo, entenderlo y con los años creo que nos transformamos en un referente, desde el punto de vista del conocimiento, de saber para qué podemos usar cada residuo y cómo podemos combinarlos para generar esta valorización energética.
Pero hay un largo camino, una experiencia. Y el valor es que nacimos desde Polpaico y como Polpaico es un productor de cemento, tenemos el poder de utilizar ese combustible directamente en los hornos. No dependemos de que otro nos diga si se puede o no se puede. Acá es algo que tenemos a mano, hay una diferenciación ahí.
Entonces, desde los años, desde la historia, desde la tecnología que hemos implementado, y desde los procesos y procedimientos, creo que estamos en condiciones de decir, pero con mucha humildad, que sabemos de esto. Tampoco es que sabemos de todo.
También tenemos la humildad de reconocer que hay otros que lo hacen muy bien y queremos ser amigos de ellos. Queremos estar cerca de ellos para que nos enseñen y para que nos traspasemos conocimiento, porque aquí nadie sobra. Aquí tenemos que actuar como un grupo que quiere y que puede cambiar la lógica de cómo tratamos nuestros residuos en Chile.

“Queremos llegar a procesar más de 20.000 toneladas de residuos anuales. Hoy día procesamos en torno a las 14.000 a 15.000; por lo tanto, tenemos un horizonte de crecimiento importante. Y por otro lado, como filial de Soluciones Polpaico, queremos ayudar a nuestra unidad de cemento a que reemplace más combustible”.







