Alfredo Gili, de BioPackaging Corrugados CMPC: “Somos una empresa 100% circular, y por eso nos preocupamos de estar en todos los lugares donde hay potencial de recuperación”
Con más de 100 años de historia, Empresas CMPC se ha posicionado en la oferta mundial de soluciones derivadas de fibras naturales, como ha sido la fabricación de papeles para empaques. Dentro de las metas ambientales del holding está convertirse en cero residuos a disposición final al 2025. En esa tarea se encuentra el área Corrugados de Biopackaging, que recolecta, a través de la empresa Sorepa, los residuos de papeles y cartones desde distintos puntos de Chile y los transforma en nuevos envases y embalajes, los que retornan al mercado para ser usados en rubros productivos muy diversos. De esta manera, la compañía cumple un rol fundamental en la renovada industria del reciclaje que se forja al alero de la Ley REP, normativa que el pasado 2 de octubre cumplió un año desde la entrada en vigencia de su reglamento de metas para envases y embalajes y que tuvo su primer balance en el Foro REP 2024, donde CMPC fue protagonista en uno de los paneles de conversación. En ese marco, Alfredo Gili, gerente general de Corrugados, profundiza en la siguiente entrevista con País Circular en los retos y oportunidades de la ley, pero también en las iniciativas que lleva por delante la compañía buscando avanzar en la innovación y circularidad de sus productos.
En abril de este año se dieron cita los Premios Viva Chile Packaging, evento organizado por el Centro de Envases y Embalajes (EyE) de Chile (CENEM) que busca reconocer públicamente las buenas ideas e incentivar la innovación, el desarrollo tecnológico y la creatividad asociada a la industria de los empaques en Chile, con el foco puesto en la economía circular. Una de las soluciones premiadas en el primer lugar fue Pulp-T, una caja de huevos creada con la combinación de pulpa de cartón reciclado recolectado por CMPC y la borra de té de Tresmontes Lucchetti. El envase no solo resultó ser totalmente biodegradable, reciclable, repulpable y compostable, sino que su elaboración fue capaz de reciclar hasta 6 mil toneladas de fibras naturales, además de reducir un 10% el uso de agua al separar la materia prima y un 5% de energía en el secado del producto.
El área de BioPackaging de CMPC -su negocio de embalajes que ofrece soluciones sustentables basadas en fibras vírgenes y recicladas, para promover, transportar y proteger los productos de sus clientes en más de 70 países- estaba explorando el uso de nuevas materias primas más sustentables. Fue así como desde Corrugados, que es la línea de negocios más circular de la firma, logró, en el marco de un acuerdo de colaboración con Tresmontes Lucchetti, dar con el envase, único en su tipo, tras una serie de pruebas realizadas a hojas de té agotadas de procesos de extracción. Estos test revelaron la capacidad de la fibra natural para reducir el uso de agua en la producción y su alta efectividad a integrarse en los procesos de fabricación de pulpa moldeada.
La innovadora apuesta forma parte de otras iniciativas de CMPC que buscan responder a su compromiso con la sostenibilidad de las operaciones, la optimización del uso de recursos naturales durante los procesos productivos, junto con maximizar la recuperación de residuos valorizables. Todos esfuerzos que se adhieren a las metas establecidas en su Estrategia Corporativa al año 2030, desafíos que asume como también así el cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP), en su calidad de regulado -a través de Softys CMPC Tissue-, y siendo uno de los mayores valorizadores de residuos de papeles y cartones del país. CMPC es un actor clave de la ley, la que está impulsando una nueva industria del reciclaje. El primer año de implementación fue evaluado en el Foro REP 2024, efectuado durante los días 1, 2 y 3 de octubre y donde la empresa tuvo protagonismo en el panel ´Innovaciones y packaging: ¿dónde están los incentivos?´. En el exitoso evento, CMPC expuso sus casos de éxito que en el ámbito de la oferta de soluciones sustentables han posicionado a la compañía en el mercado local y en el extranjero.
Sobre el trabajo que en esta línea de acción está llevando a cabo Corrugados, su relevancia para los objetivos ambientales del holding, las alianzas estratégicas con empresas del ecosistema de EyE y los futuros proyectos vinculados a la cadena productiva completa que maneja: recuperación, fabricación de papel, conversión de cajas y bandejas, nos comparte Alfredo Gili, gerente general de BioPackaging Corrugados de CMPC en entrevista con País Circular. “Hemos potenciado bastante que somos una empresa 100% circular, y por eso nos preocupamos de estar en todos los lugares donde hay potencial de recuperación. Generamos acuerdos con algunos clientes buscando recuperar lo que no estén usando, tal como opera la logística inversa, eso nos genera mucho volumen, y tratamos de hacerlo con clientes dispuestos a ese tipo de actividades”.
“Estamos desarrollando con Aqua Chile una caja que tiene cierta protección a la humedad con plástico en su interior, que puede separarse fácilmente del cartón en los pulpers y enviar el plástico a reciclado mientras que el cartón pasa a transformarse en papel 100% reciclable. De esta manera, se soluciona el problema del plástico en la industria del salmón fresco”.
-¿Cuál es el enfoque de BioPackaging Corrugados de CMPC para contribuir al modelo de sostenibilidad de la compañía?
Este es el negocio más circular que tiene CMPC. Está la empresa Sorepa que es muy antigua, que se dedica a la recuperación de papeles y cartones de segundo uso en todo Chile. Tenemos puntos de acopio desde Antofagasta hasta Puerto Montt, y además contamos con gente que recuperan para nosotros en otras ciudades de Chile, incluyendo Punta Arenas, donde no tenemos puntos propios. Son las cajas que nosotros mismos usamos, que transportan el televisor o el refrigerador que compramos o aquellas que contienen los paquetes de tallarines que se venden en el supermercado. Esas cajas se recolectan y se envían después a un compactador. Al final, entre cartones y papeles reciclados de múltiples orígenes la cifra alcanza a unas 250 mil toneladas al año, un volumen muy importante. Todo eso se va a la planta papelera y se transforma en papel reciclado y ese papel va a nuestras plantas de embalaje donde se corruga, se transforma en cartón y ese cartón se transforma en cajas de nuevo que son utilizadas por la industria de la exportación de la fruta, de la exportación del salmón o para el consumo nacional, y por empresas de lácteos o de pastas que requieren este tipo de envases para mover sus productos al mercado y ahí empieza el ciclo otra vez.
-¿Se recupera casi todo?
Prácticamente todo, aunque hay cartones que no se pueden recuperar, dado que vienen con cera que lo hace resistente a la humedad o con plástico extruido que contamina la pasta, por lo que hemos trabajado en la dirección de eliminar ese tipo de materiales.
-¿Qué pasa con esos residuos que finalmente no se pueden recuperar?
En general, no recuperamos productos que no podamos reciclar. Dentro del gran volumen de cartón, entre medio viene poliestireno expandido (conocido como plumavit), plásticos que no son reciclables y deben ir a disposición final. A pesar de que nuestro foco es recuperar papeles y cartones porque eso fue nuestro bosque, en los supermercados también recuperamos plásticos como stretch film que se usa en el embalaje y otros de ese tipo que en nuestras plantas de reciclado los separamos y entregamos a plantas de bolsas de basura, por ejemplo.
-En cuanto a las soluciones que ofrecen ¿Cuáles son algunos ejemplos recientes que reflejen el compromiso de CMPC Corrugados con la sustentabilidad y la reciclabilidad, tanto para la empresa como para sus clientes?
Estamos en hartos frentes. Yo te mencionaría nuestros más emblemáticos hasta este minuto. En el mundo del salmón, el producto se exporta congelado y fresco. El salmón congelado va en la caja del corrugado, sin ningún problema. El salmón fresco tiene condiciones de humedad que requieren un envase con ciertas características especiales para que no se deteriore en el viaje. Estamos desarrollando con Aqua Chile una caja que tiene cierta protección a la humedad con plástico en su interior, que puede separarse fácilmente del cartón en los pulpers y enviar el plástico a reciclado mientras que el cartón pasa a transformarse en papel 100% reciclable. De esta manera, se soluciona el problema del plástico en la industria del salmón fresco.
El otro caso es bien interesante, ya que se trata de Pulp-T, un estuche de huevos creada con papel reciclado, pulpa moldeada y fibra de té -residuo vegetal- de Tresmontes Lucchetti, en el marco de un acuerdo con esta compañía.
En el mundo de la fruta tenemos otro caso. Acá se usan bastante las cajas que contienen una capa de cera para proteger las manzanas o cítricos de la humedad del frío, entre otras cosas, y eso imposibilita que el cartón de esa caja se pueda reciclar después, por lo mismo, contamina el papel cuando ingresa al pulper para transformarse en pasta y hacer papel. El año pasado dimos de baja nuestra línea de ceresinado y la reemplazamos por una línea de barniz acuoso que tiene el mismo efecto, quizás mejor, pero es 100% reciclable.
Por otro lado, en nuestro tratamiento de aguas se genera mucha pérdida de fibra, entonces estamos recuperando esos residuos que son compostables y los estamos volviendo al proceso. Además, hemos trabajado fuerte en generar productos derivados del papel que reemplacen los plásticos de un solo uso. En ese sentido, el mundo de la pulpa moldeada va en una dirección bien interesante, hacia la elaboración de botellas de pulpa moldeada de fibra de madera impermeables, con barreras especiales, que permitan que el líquido no se salga, a pesar de que el material del envase es papel, pero que es reciclable. El mundo tiene que ir hacia lo reciclado y lo reciclable.
-¿La industria del packaging avanza como ustedes de manera proactiva en la circularidad de los materiales?
Toda la industria, tanto el plástico como el papel están avanzando en este camino, en hacer los productos reciclados y reciclables. Es una preocupación importante, soy también director del CENEM (Centro de Envases y Embalajes de Chile) y ahí tenemos socios que están preocupados de avanzar en esa misma dirección con sus materialidades.
-¿Hay apertura para ir incorporando envases que sean biodegradables?
Todo lo nuestro es biodegradable, el papel es fibra de madera y lo que sea reciclado sigue siendo fibra de madera hasta el día que por alguna razón desaparezca. En el mundo del plástico se está trabajando bastante eso, hay empresas investigándolo bien en serio.
“Facturamos unas 250 mil toneladas de papeles y cartones al año. Llevamos mucho tiempo en esto y nos parece que tenemos bastante que aportar como experiencia en la Ley REP y en la forma de hacer la recuperación de residuos y valorizar. Por eso que nos estamos involucrando seriamente en este tema, no porque tengamos que ganar”.
-¿Qué tan sustentable se han vuelto los procesos de fabricación de los productos de CMPC?
CMPC tiene metas de reducción de emisiones, de residuos, y de consumo de agua bien específicos, y cada negocio ha fijado sus propias metas al año 2030. El punto más álgido es el agua. Hablando de corrugados, nuestras plantas están en la Región Metropolitana, zona donde hay escasez hídrica. Las plantas de embalaje son de muy bajo consumo de agua, mientras que la planta papelera (de Puente Alto) hace todo el proceso con agua. En esa planta se han realizado inversiones de varios millones de dólares para siempre ir cerrando el ciclo de uso, de tal forma que cada vez entre menos agua fresca y más cantidad reutilizada en el mismo proceso, y porque contamos con derechos de agua no consuntivos, los que posibilitan el empleo del recurso hídrico sin consumirlo y obligan a restituirlo en la misma calidad, cantidad y oportunidad. Entonces, se toma agua, se usa en el proceso, pasa por una planta de tratamiento de afluentes muy grande que tenemos aquí mismo y vuelve al río Maipo en mejores condiciones de la que la recibimos.
-¿Cuánto han logrado bajar el consumo de agua?
Hoy día estamos en 13m3 por tonelada producida, y la meta es llegar a 10m3/t. Partimos aproximadamente en 15m3/t, teniendo como año base el año 2020.
-¿Cómo está apoyando CMPC Corrugados la implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP)?
Somos una empresa de valorización de residuos en esencia, y en términos de movimiento de residuos valorizados debemos ser uno de los más grandes de Chile. Facturamos unas 250 mil toneladas de papeles y cartones al año. Llevamos mucho tiempo en esto y nos parece que tenemos bastante que aportar como experiencia en la Ley REP y en la forma de hacer la recuperación de residuos y valorizar. Por eso que nos estamos involucrando seriamente en este tema, no porque tengamos que ganar. A través de la participación de Sorepa en los foros que el Estado llevó a cabo, fuimos parte involucrada en la creación de la ley, como expertos en el tema lo que nos mueve es eso.
“En el mundo, la pulpa moldeada ha ido demostrando ser una de las aplicaciones con más potencial para sustituir el plástico y es ahí donde estamos avanzando fuerte. ¿Qué es lo que hay que descubrir para que la solución sea apropiada? las barreras correctas; qué tipo de barrera le voy a aplicar a la botella por dentro, por ejemplo, para que sea inocua para la salud y para que el producto sea posible de reciclar después”.
-¿Cómo han visto los primeros meses de aplicación de la normativa y el camino que ha ido recorriendo este segundo año?
Han existido algunos problemas en la implementación, sobre todo, en la parte domiciliaria. La ley es importante, tiene que existir y va a haber una marcha blanca porque era la primera vez que existía una. El aprendizaje de la autoridad ha tenido la altura de miras suficiente como para entender que han existido dificultades y que hay que ir adaptando el proceso y alargando los plazos, de tal forma que esto no se transforme en una limitación. Al final, el espíritu de la ley es cambiar una cultura y eso puede tomar 6 meses, o puede tomar 6 años. Lo importante es que el Estado, los organismos que están detrás han tomado conciencia y las precauciones en la medida que se ha ido instalando esto, para que no haya trabas, se vaya corrigiendo y al final pase lo que tiene que pasar, que es para lo que nació.
-¿Se necesita más educación ciudadana que permita que el proceso de implementación cumpla sus objetivos?
Me movilizo todos los días hasta Puente Alto y veo muchos elementos de reciclado, bien determinados, veo gente preocupada en los puntos limpios separando los residuos con los niños, que son las generaciones que al final van a hacer la diferencia en esto. Pero paso por otras comunas donde ves en las esquinas cerros de basura, llega un camión municipal que recoge esos desechos, y los lleva a un vertedero. No hay buzones clasificados, ni siquiera un contenedor para que la basura no esté amontonada en la vereda. Hay mucha pega pendiente, desde el punto de vista de aprendizaje y cambio cultural. Dependiendo de donde uno vaya, existen tremendas diferencias y es algo que hay que entrar a estandarizar. Al final, si a los niños de mi barrio les muestro buzones para depositar residuos en forma clasificada o le instalo un cerro de basura en la esquina, es la importancia que le van a dar después al tema del reciclado, y al impacto ambiental.
-En términos de futuro, ¿qué dirección tomará CMPC Corrugados para seguir desarrollando alternativas que reemplacen al plástico?
Estamos con hartas iniciativas. Nuestro trabajo está concentrado en desarrollar nuevos productos que sustituyan al plástico. Tenemos una planta de pulpa moldeada grande, laboratorios con máquinas que nos permiten hacer cosas bien especiales. En el mundo, la pulpa moldeada ha ido demostrando ser una de las aplicaciones con más potencial para sustituir el plástico y es ahí donde estamos avanzando fuerte. ¿Qué es lo que hay que descubrir para que la solución sea apropiada? las barreras correctas; qué tipo de barrera le voy a aplicar a la botella por dentro, por ejemplo, para que sea inocua para la salud y para que el producto sea posible de reciclar después. Queremos eliminar el plástico en todos los productos donde aún lo estamos usando, tal como venimos avanzando bastante en embalajes.