Rume Chacay: desde el sur convierten una planta invasora en sustrato y arena sanitaria
Rodrigo Navarro, profesor de educación básica e ingeniero industrial, está al frente de este emprendimiento domiciliado en Puerto Montt que logra procesar el chacay (conocido como espinillo en Chiloé) que se ha convertido en un problema insoluble para la biodiversidad en el sur de Chile, con un crecimiento exponencial e incontrolable. Navarro sueña con crear una gran industria en la zona, en reemplazo de la extracción del musgo pompón. Actualmente logra procesar 600 kilos mensuales de esta planta en el galpón de su casa puertomontina.
Rume Chacay significa “mucho chacay”, especifica de entrada Rodrigo Navarro, profesor de educación básica con especialidad en matemáticas e ingeniero industrial, para explicar el nombre de su emprendimiento fundado este año y que está transformando el destino de una planta exótica e invasora que ha provocado un verdadero descalabro para la biodiversidad, la naturaleza y la producción agrícola en el sur de Chile: el chacay o, como se conoce más en Chiloé, el espinillo.
Con nombre científico Ulex europaeus, esta planta originaria de Europa -como lo indica su nomenclatura- es un dolor de cabeza para los paisajes de la zona sur de Chile, producto de su veloz crecimiento que ha ido degradando el bosque nativo chilote y de esos sectores del país. Inspirado en esa realidad, Navarro empezó a observar el comportamiento de esta planta hace 15 años, y notó que cuando cercaba con bosque nativo su propio predio, el chacay frenaba su crecimiento.
Había probado con un fertilizante, un papel y champú durante algunos años para ir sacando el chacay (espinillo) de los parajes sureños. Ya con bastante conocimiento acumulado, se contactó con el ingeniero agrónomo de la Universidad Católica de Temuco Ricardo Thige; y con la ingeniera forestal de la Universidad de Chile Daniela Espinoza, quien había escrito una tesis para documentar el desarrollo del chacay en la Isla Grande de Chiloé.
Tomando como base esa información, en diciembre del año pasado Navarro concluyó cuáles eran los productos a desarrollar a partir de la extracción del chacay: un sustrato compostable para plantas y huertas, y arena sanitaria para animales.
“Hice unas pruebas de campo de ensayo y error y al mezclarlo efectivamente se generaba un potencial importante para el suelo y las plantas, ya que aporta nitrógeno y potasio al suelo. Y lo de la arena sanitaria o aserrín lo probé con mis gatos y con gatos se mis amistades, y se puede compostar, no tiene sílice, es vegetal y se descompone”, explica Navarro, fundador de Rume Chacay, quien añade que “recolecto una planta que nadie quiere, que cuando la cortan la dejan botada, y con esto hago economía circular”.

“Hice unas pruebas de campo de ensayo y error y al mezclarlo efectivamente se generaba un potencial importante para el suelo y las plantas, ya que aporta nitrógeno y potasio al suelo. Y lo de la arena sanitaria o aserrín lo probé con mis gatos y con gatos de mis amistades, y se puede compostar, no tiene sílice, es vegetal y se descompone”.
Dentro de los análisis que hizo Navarro de la planta, descubrió que la composición principal de la madera es la lignina, una sustancia difícil de descomponer y muy resistente ante la invasión de insectos. De ahí su rápida expansión por los campos sureños. Lo que hizo, entonces, fue chipear la planta gracias a una planta chipeadora que le facilitó un profesor de la Universidad de Los Lagos, Claudio Navarro. “Lo que hago, en el fondo, es apurar el proceso de descomposición de la tierra”, narra el creador de Rume Chacay.
Según describe, el sustrato es una especie de mantillo o manto (mulch) que se coloca encima de la planta o se mezcla con la tierra. Por ejemplo, él lo ocupa para sellar su compostera, y así no sale olor ni entran moscas. Optó por asignarle un nombre en mapudungun: Mapu Chacay, sustrato-mantillo para plantas (compostable).
El aserrín para mascotas es el mismo producto, sólo que se destina para otro uso. Navarro le denominó Kulliñ Chacay (animal en mapudungun), aserrín sanitario para mascotas (compostable). “La gente usa la arena sanitaria porque está disponible en el mercado y al desecharla no se puede compostar. En la basura quedará una especie de cemento. Resulta que el polvillo lo respiran los gatos y el ser humano. La gente que vive en departamento debería usar mascarilla si usa esa arena; en cambio, esta es vegetal y se puede compostar”, señala Navarro.
“A 10 minutos de mi casa en Puerto Montt encuentro chacay. Lo recolecto, lo limpio y lo traigo a mi casa. Tengo un galpón con mis materiales para procesarlo”, dice el fundador de Rume Chacay, quien ha llegado a una no despreciable producción de 550 kilos mensuales de sustrato y arena sanitaria, a partir de 600 kilos mensuales de extracción de chacay. “Los 50 kilos restantes los llevo a actividades escolares, dono para huertos escolares, para ferias tenemos un margen, pero 600 kilos de chacay para partir está bastante bien”.

“En estas charlas propongo la reutilización del chacay y su reducción a partir de la restauración forestal con especies nativas. Acá las municipalidades lo que hacen son cortafuegos, pero nada más. Ahí va a volver el chacay. A lo que yo apunto es a hacer cercos forestales de bosque nativo, ayuda a hermosear el entorno y a recuperar la biodiversidad perdida”.
Las charlas lúdicas de Rume Chacay
Existe un tercer producto que, en rigor, es un servicio. Se trata de Kimeltuwe Chacay (lugar de enseñanza), una charla educativa sobre la reutilización del chacay y su reducción a partir de la restauración forestal con especies nativas.
“En estas charlas, esa medida es la que yo propongo para controlar el avance del chacay. Acá las municipalidades lo que hacen son cortafuegos, pero nada más. Ahí va a volver el chacay. A lo que yo apunto es a hacer cercos forestales de bosque nativo, ayuda a hermosear el entorno y a recuperar la biodiversidad perdida. En Chiloé hay zonas que tenían bosque nativo o especies endémicas que están cubiertos con chacay, igual que muchos humedales”, analiza el profesor de educación básica.
Justamente logró verter los conocimientos de su profesión a las charlas educativas, ya que incorporó varios elementos para hacerlas más lúdicas y didácticas: las charlas vienen con un poema, un cuento y una canción, esta última compuesta por su amigo Henry Galdames.
“El poema es relativo a la transformación del chacay, lo mismo que el cuento. La canción la canto yo y yo mismo le hice los arreglos: tiene que ver con el medio ambiente, con la cosmovisión mapuche, con la tierra, con la cercanía a los bosques y de vivir en comunión con la naturaleza”, complementa Navarro, quien siente que en este servicio “apliqué mis conocimientos pedagógicos y de ingeniería para modelar la idea e incorporar las matemáticas al proceso de creación”. Actualmente Navarro está 100 por ciento dedicado a Rume Chacay, y dejó por ahora su trabajo como profesor.
En esas mismas charlas él logra transmitir a distintos tipos de organizaciones toda la información que posee respecto del chacay: que es una planta introducida desde Europa, no se sabe si traída por los españoles o los alemanes; que fue concebida para hacer cercos contra el paso de los animales; que luego se hizo más potente y difícil de controlar por sus semillas; y además, que nadie la maneja y, más bien, se corta y se quema, lo cual contribuye perniciosamente a los incendios. “A la semilla le sirve el fuego”, explica Navarro, quien como dato extra comenta que, siguiendo información de la ingeniera forestal Daniela Espinoza, si en el año 2000 el chacay crecía a un 0,31 por ciento en Chiloé, en el año 2021 crecía a un 1,4 por ciento. Además, se sabe que la planta se distribuye desde Valparaíso hasta Chiloé.
Navarro se encuentra en estos momentos esperando la entrega de recursos de un Fondo Inicia Sostenible de CORFO que se adjudicó el año pasado, equivalente a 15 millones de pesos, que invertirá “en la investigación de la planta, en el marketing y en el modelo de negocio, entre otras áreas”.
En el horizonte de sus sueños, Rodrigo Navarro pretende que haya un cambio de extracción para generar una industria en el sur en torno al chacay. Sabida es la extracción indiscriminada, sobre todo en Chiloé, del musgo pompón, un organismo que aporta muchos nutrientes a los suelos, purifica el agua, absorbe carbono, entre otros servicios ecosistémicos: “Mi idea es que se cambie la extracción del pompón por la extracción del chacay, hacerlo comercial y que en algún momento la gente pueda tener trabajo procesando chacay y que, de paso, se reduzca su extensión”.







