Con cinco años de operaciones y 22 autos eléctricos GEN2 capaces de alcanzar los 280 km/h -y de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 2.8 segundos- la Fórmula E llega este sábado 26 de enero por segunda vez a Santiago, para mostrar en el Parque O´Higgins todo su despliegue de tecnología que la han transformado en uno de los principales promotores y desarrolladores tecnológicos de la electromovilidad a nivel global.
Pero este circo tuerca que recorre cada año 12 ciudades del globo no es solo un gran embajador de la movilidad eléctrica, sino también un fuerte impulsor de la sostenibilidad en los eventos deportivos.
“Hemos nacido con esta vocación de ser completamente sustentables, y llevamos luchando mucho tiempo para ello. En concreto, el año pasado, y después de dos años de mucho esfuerzo, conseguimos la certificación de ISO 20121, y es el único evento de motor en el mundo que la tiene, y uno de los pocos eventos deportivos que la sustentan”, afirma Alberto Longo, el director de la Fórmula E.
En concreto, esa certificación ISO, surgida a partir de la organización de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, apunta a mejorar aspectos clave en materia de sostenibilidad, como la elección del lugar donde se desarrollará el evento, el reciclaje y reutilización de residuos, la reducción de las emisiones de carbono y una fuerza laboral inclusiva, entre otros aspectos.