Ecoven: la empresa de máquinas recicladoras y expendedoras made in Chile
Si bien en principio importaban máquinas recicladoras desde Italia, a partir de 2019 el emprendedor Mauricio Quezada comenzó a fabricar en Chile estas máquinas que compactan sobre todo botellas PET y latas de aluminio a cambio de una recompensa para el usuario. Adicionalmente, confecciona máquinas dispensadoras principalmente de productos de limpieza y agua purificada. En curso hay un proyecto que pretende integrar ambas líneas de producción.
Buscando incrementar las tasas de reciclaje en Chile, que ya de por sí son bastante bajas, Mauricio Quezada visitó Alemania, donde encontró maquinarias que trabajan a través de un modelo de recompensa; vale decir, que el usuario, por entregar un producto a reciclaje, reciba una retribución monetaria o descuento.
Puesto que en Chile no existía tal tipo de maquinaria, Quezada se dedicó a pesquisar aliados y lo encontró en Italia. A fines de 2017, logró traer una máquina recicladora y compactadora que fue estrenada en la Universidad de Los Andes, y que luego fue llevada a malls y otros recintos. Fue la piedra fundacional de Ecoven, empresa dedicada a la gestión integral de residuos a través de varias acciones sostenibles. “Fue una experiencia súper gratificante”, recuerda.
Sin embargo, Quezada quería marcar una diferencia con el sistema que prevalecía en Europa: “No quería que fuera tan transaccional. Allá la gente va a la máquina, deja sus residuos y te entrega un descuento. Nosotros cambiamos eso y tratamos de convertirlo a una comunidad a través del desarrollo de la app. La gente se creó un perfil, acumula eco-puntos por envase entregado y esos se canjean por descuentos. Agregamos una huella verde, es decir, le decimos a la gente cuántos kilos de carbono evitan al medio ambiente, y así complementamos lo que existe a nivel mundial”, comenta el emprendedor. También se ofrecen descuentos en la tarjeta BIP o TNE, y se dona dinero a fundaciones benéficas.
Incluso, agrega Quezada, Ecoven entrega tips de cuidado medioambiental para evitar que fuera algo meramente transaccional, y que en realidad girara hacia lo lúdico. “Tenemos un ranking de huella verde, donde premiamos vía concurso a los mejores recicladores por máquina, etcétera”, dice.
El giro hacia una industria nacional
A fines de 2019 ocurrió un cambio que determinó el destino final de Ecoven. Su fundador Mauricio Quezada se empeñó en hacer las maquinarias acá mismo en Chile, en esta búsqueda de personalización. Estas consiguen compactar las botellas PET y las latas de aluminio y de conserva, además de prensar los tetra-pak. Pero a esa máquina recicladora añadieron otro modelo: unas máquinas expendedoras de productos de limpieza, leche y agua purificada.
“Es mucho más casero y doméstico. Muchas de nuestras máquinas las hemos mandado a Perú, nos permite tener más control sobre las máquinas. Emprender en este país es un desafío y emprender en medioambiente, una cruzada. Fabricar una máquina que trabaja estos temas es realmente una vocación”, agrega el fundador de Ecoven. Estas máquinas tienen puntos en 10 centros comerciales de la cadena Red Plaza en el país vecino.
“No quería que fuera tan transaccional. Allá la gente va a la máquina, deja sus residuos y te entrega un descuento. Nosotros cambiamos eso y tratamos de convertirlo a una comunidad a través del desarrollo de la app. La gente se creó un perfil, acumula eco-puntos por envase entregado y esos se canjean por descuentos”.
“La mayor diferencia es por un tema de costos, un producto medioambiental que no es el área empresarial que dispone los mayores recursos. Era importante hacer más accesible este sistema. La personalización de la cantidad de material, de cómo interactúa el usuario. Si queremos cambiar la pantalla, leer un QR, o que sea táctil, tiene que ver con personalización. Las máquinas italianas son estándar, y nosotros le dimos la opción al cliente de que la imaginación era el límite. Nosotros somos una empresa de soluciones”, complementa.
Actualmente estas máquinas recicladoras -sobre todo PET y latas de aluminio- se encuentran en la cadena de Mall Plaza, en la Municipalidad de Quinta Normal y también a futuro en edificios, lo que involucra un proyecto ambicioso que conecta con la otra línea de producción de Ecoven: las máquinas expendedoras.
“Es un muy lindo proyecto en un edificio, que será el primero en América Latina en contar con un sistema así de integral. La gente va a poder reciclar y cuando recicle le va a dar un descuento para usar las máquinas expendedoras del edificio. Son expendedoras de agua purificada, limpiador multiuso, detergente y lavalozas. La idea es generar una disrupción y un impacto”, cuenta Quezada, quien pretende extrapolar este modelo -cuya inauguración está proyectado para septiembre- a otros edificios.
Validando lo disruptivo, Quezada cita el caso de un modelo similar, pero con reciclaje electrónico de celulares, también a cambio de una recompensa. “Esto es algo muy innovador, no está masificado mundialmente. Hicimos una moto eléctrica con este sistema de recompensa, recorren distintos Mall Plaza, es un sistema único en el mundo. La idea es poder llevarlo a los colegios, ahora estamos esperando que los colegios se afirmen en el retorno a la presencialidad para que esa máquina itinerante vaya a los colegios”, afirma el emprendedor.
En cuanto a las máquinas expendedoras, Ecoven hace poco fabricó una que dispensa aceite, pero la fortaleza sigue siendo el detergente. A veces entrega distintos productos en una sola máquina, y en otras ocasiones por separado. “Recién estamos mandando máquinas expendedoras de detergente y lavaloza a Los Ángeles, Chile, y van a dar descuentos en las máquinas de reciclaje del Mall Plaza de la ciudad. Los emprendedores ambientales somos gente que nada contra la corriente y tenemos que buscar todos alianzas, buscar apoyarse”, revela Quezada. Todo el material que recuperan las máquinas recicladoras hechas por ellos mismos se envía directamente a las plantas de tratamiento.
Hay una tercera línea de trabajo de Ecoven y tiene que ver con el servicio de gestión de residuos. “Salió como respuesta a los problemas que tienen las empresas. Una cosa es decir que quieren reciclar, pero otra cosa es quién le retira los materiales, tener un programa que impacte, qué hacer, cómo segregar en el lugar de la manera correcta. Optimizamos la gestión de residuos para que les salga más conveniente económicamente”, asegura Mauricio Quezada.