Escena Silvestre: los murales de flora y fauna nativa que acompañan el proceso de parto en el hospital regional de Rancagua
El equipo conformado por tres diseñadoras escénicas -Cristina Tapia, Belén Larenas y Claudia González- presentó una serie de murales ilustrados en la Unidad de Parto Integral (UPI) del Hospital Dr. Franco Ravera Zunino de Rancagua. A través de imágenes de reproducción y crianza de diferentes especies de la Región de O’Higgins, las mentoras del proyecto “Escena Silvestre: maternando con flora y fauna” proponen una fuente de compañía, empoderamiento y contención para mujeres que son atendidas en dicha unidad.
Cuando era pequeña, Cristina Tapia percibía un gran contraste entre dos salas que frecuentaba en el Hospital San Borja Arriarán. Mientras el ambiente del consultorio 1 le parecía tétrico, otro espacio del mismo recinto le devolvía el alma al cuerpo. Era una sala donde había un mural inspirado en el fondo marino, en el que figuraban sirenas, barcos piratas, peces, algas; en fin, un submundo de colores y fantasía que endulzaba su estadía en el centro asistencial.
El recuerdo de ese mural, que iba a contramarcha con la imagen fría y severa de los hospitales públicos, se le quedó grabado a Tapia, quien cuando ya trabajaba como diseñadora gráfica (todavía no egresaba de diseñadora escénica) comenzó a trabajar para el servicio privado de salud, donde le solicitaban murales de jirafas, elefantes, monos y, en general, “todo ese imaginario muy lejano a nuestro patrimonio natural”, acota Cristina.
Esa suma de factores dio origen a Escena Silvestre, un proyecto que “nace de la necesidad de llevar la vasta diversidad y naturaleza de Chile al espacio de salud pública para generar un ambiente más positivo dentro del recinto”, agrega la también ilustradora y diseñadora gráfica Cristina Tapia, directora del proyecto que comparte con otras dos diseñadoras escénicas tituladas en la Casa de Bello: Belén Larenas (productora, investigadora y creadora de contenidos didácticos) y Claudia González (investigadora y redactora de contenidos).
El primer proyecto de Escena Silvestre -financiado por un FONDART Nacional- consistió en una serie de murales sobre la biodiversidad de Chile de norte a sur en la larga sala de espera del CAE del Hospital Dr. Luis Calvo Mackenna, principal centro hospitalario pediátrico del país. En ellos se entregó contenido educativo, a través de juegos y desafíos que acompañan a niños y niñas y a sus familias.
El segundo proyecto, inaugurado el pasado jueves 9 de mayo, tuvo una impronta diferente, aunque mantuvo el espíritu de intervenir los espacios de salud pública. Con una gran expectación, las tres diseñadoras escénicas presentaron otra serie de murales ilustrados sobre flora y fauna nativa para acompañar, empoderar y contener a las mujeres gestantes que se atienden en la Unidad de Parto Integral (UPI) del Hospital Dr. Franco Ravera Zunino de Rancagua, anteriormente conocido como el Hospital Regional de Rancagua.
“Yo no soy mamá. No tengo esa vivencia tan en la piel como Belén y Claudia, que sí lo son, pero puedo entender como mujer y por experiencias cercanas cómo es todo un tema lo del parto respetado. El hospital de Rancagua tenía muy presente eso y fue súper abierto en recibir el proyecto. Les encantó la idea”, explica Cristina Tapia, directora de “Escena Silvestre: maternando con flora y fauna”, como fue bautizado este segundo proyecto, financiado por el FONDART Nacional Convocatoria 2023, y que contó con el apoyo de instituciones como la CONAF y el SAG.
“El objetivo es acompañar a las mujeres gestantes en este proceso tan estresante que produce ansiedad y miedo. Buscamos visibilizar estos procesos en la naturaleza y lograr bajar la ansiedad de las mujeres que dan la luz a un nuevo ser humano. Cuando hay un ambiente adecuado para una persona, te predispone positivamente”.
La elección de murales y textos
Opuestamente al primer proyecto en el Calvo Mackenna, esta selección de murales presenta escenas sobre crianza, reproducción y cuidado de diversas especies nativas sólo de la Región de O’Higgins, en orden a promover una identidad regional a través de la flora y fauna. Las imágenes buscan retratar estos procesos en la naturaleza y hacerlos asimilables al proceso de maternidad que viven las mujeres dentro de la Unidad de Parto Integral del recinto hospitalario.
“El objetivo es acompañar a las mujeres gestantes en este proceso tan estresante que produce ansiedad y miedo. Buscamos visibilizar estos procesos en la naturaleza y lograr bajar la ansiedad de las mujeres que dan la luz a un nuevo ser humano. Cuando hay un ambiente adecuado para una persona, te sientes recibido por el hospital, te predispone positivamente cuando hay un espacio que hicieron con cariño para ti”, detalla Cristina Tapia.
En tanto, Belén Larenas, investigadora, productora y responsable en específico de este proyecto por ser la única del equipo que vive en Rancagua, cuenta que vivió este proceso casi de forma “psicomágica”, como ella misma describe. “Al principio cuando me vine a vivir acá a Rancagua, no me gustaba, pero descubriendo la fauna y la flora local me fui enamorando de este lugar”, confiesa Larenas, quien junto a Claudia González Guevara emprendió un exhaustivo trabajo de investigación para elegir las especies que fueron incorporadas a los murales ilustrados que embellecen el hospital.
“Buscamos la particularidad de cada especie, enfocada hacia la reproducción, las características de los nidos, los polluelos y huevos. La idea es que estas formas de reproducción conectaran con la crianza humana y así las íbamos dejando”, recuerda Larenas, quien agradece el apoyo del profesional del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de la CONAF y encargado de la Unidad de Proyectos de ese servicio, Diego Peñaloza; y del coordinador regional de la Unidad de Vida Silvestre del SAG, Diego Ramírez.
“Al momento de iniciar la investigación, pensamos qué nos habría gustado ver como mamás en los espacios de nacimiento de nuestros hijos, qué decirles a las mamás que pasan por este espacio”, comenta por su parte Claudia González, otra de las investigadoras del proyecto y redactora de contenidos. Ilustradora además en su proyecto de bordados Criaturas Cardiacas, González cuenta que el equipo trató de “dejar de lado el sesgo de la familia ideal nuclear” y puso sobre la mesa, por ejemplo, el cuidado y las crianzas monoparentales que se expresan libremente en la naturaleza.
“Rescatamos casos de especies en que la hembra se hace cargo sola de la crianza; otros en que hembra y macho participan juntos en el cuidado de las crías; otro caso como el macho del cisne coscoroba en que el macho construye el nido solo y se prepara para recibir a la familia. Buscamos distintos casos para mostrar las muchas posibilidades de maternar, cuidar y criar”, especifica Claudia González.
Tanto Cristina Tapia como Claudia González citan como ejemplo de esta amplitud el caso de un roedor nativo como el degú, retratado en los murales del hospital, y cuyas hembras se hacen cargo no sólo de sus propias crías, sino de las de otras mamás degú, en una suerte de crianza comunitaria. “Son formas comunitarias de cuidar a las crías que ocurren en el mundo natural y ojalá ocurrieran en el mundo de la naturaleza humana. Buscamos rescatar esos valores asociados a la maternidad, paternidad y crianza que se pueden encontrar en la naturaleza. Esa fue una de las líneas discursivas que elegimos”, apunta González.
Otra de las ilustraciones que destaca en la Unidad de Parto Integral del hospital rancagüino es la del gato güiña, cuyas hembras se encaraman a los árboles para cuidar a sus crías entre los ramajes para fines de protección; un acto que, según las autoras del proyecto, no es muy profusamente conocido.
En tanto, Belén Larenas destaca el caso de la garza cuca, cuyo plumaje cambia durante la época reproductiva para luego volver a un estado normal. Según Larenas, es algo similar a lo que ocurre con las mujeres cuando traen a la luz a un hijo/a. “A la mujer también le pasa eso, cambia mucho físicamente, y ese detalle de la garza cuca nos pareció curioso y atractivo”.
Para Cristina Tapia, por lo tanto, el montaje de los murales contribuye notablemente a la salud de las personas dentro de los recintos hospitalarios. “Como diseñadora escénica puedo decir que el ambiente es un actor más, está pensado para que las mujeres den a luz en este caso. Siempre el ambiente dice algo: a través de la voz, la textura, el color, los tamaños; en fin, en todo hay información que te dice algo”, comenta Tapia, quien ideó la línea gráfica de los murales y los diseñó bajo la técnica de ilustración digital, combinada con efectos de lápices y acuarelas, junto al también ilustrador Nicolás Chacón.
“Era lo menos invasivo. Si fuésemos a pintar, tendríamos tomado el espacio y sería complicado por el olor de las pinturas. De manera que se instala a través de un mural adhesivo que permite ser lavado con desinfectante, elemento que se ocupa en el hospital”, añade Tapia. De la instalación de los murales adhesivos precisamente se preocupó Belén Larenas, la única integrante del equipo que vive en la ciudad de Rancagua.
“En la sala de duelo no queríamos poner una escena de reproducción. Nos inclinamos por unas mariposas y el quillay como símbolos, además de trabajar con tonos lilas, celestes, que son típicos en el proceso de duelo”.
“Rescatamos casos de especies en que la hembra se hace cargo sola de la crianza; otros en que hembra y macho participan juntos en el cuidado de las crías; otro caso como el macho del cisne coscoroba que construye el nido solo y se prepara para recibir a la familia. Buscamos distintos casos para mostrar las muchas posibilidades de maternar, cuidar y criar”.
Su tiempo es ahora una mariposa
Otro componente muy sensible dentro de “Escena Silvestre: maternando con flora y fauna” es el conjunto de murales instalados en la sala de duelo de la UPI del Hospital Dr. Franco Ravera Zunino de Rancagua. Se trata de una selección de especies que representan la naturaleza frágil y hermosa de la vida: mariposas y flores de quillay que acompañan a las familias en los momentos difíciles de duelo perinatal o pérdida de un hijo/a. De esta manera, este proyecto contribuye a la implementación efectiva de la Ley Dominga, promulgada en 2021 y que resguarda estándares especiales para la atención y el acompañamiento de mujeres que han sufrido duelo perinatal.
“Cuando un bebé pasa al otro lado del arcoíris, muchas mamás lo asocian con los colibríes cuando vienen de visita o las mariposas. Hicimos dos especies de mariposas nativas chilenas en unas flores que se llaman estrellitas. Son mensajes sutiles que entregan calma en ese momento de acompañar en el sentir a la mamá. Intentamos entregar un pequeño detalle en medio de ese dolor terrible”, plantea Cristina Tapia, para quien “si el parto ya genera una montaña rusa de emociones, nos imaginamos cómo puede llegar a ser este otro momento”.
Por su parte, Belén Larenas señala que “en la sala de duelo no queríamos poner una escena de reproducción. Nos inclinamos por unas mariposas y el quillay como símbolos, además de trabajar con tonos lilas, celestes, que son típicos en el proceso de duelo. A este proceso se le conoce como ‘maternidad azul’. Las mariposas fueron elegidas por el sentido de la transformación, y el quillay tiene florcitas muy sutiles. La verdad es que este proyecto tiene muchas aristas: salud, patrimonio natural, protección de las mujeres, leyes, arte y cultura”.
A partir de la inauguración de los murales en el recinto rancagüino, surgieron otros recintos hospitalarios interesados en replicar la propuesta. Actualmente el equipo trabaja en otros tres proyectos para espacios pediátricos de atención pública en la Región Metropolitana. En esa línea, Cristina Tapia dice que Escena Silvestre “siempre se mantendrá como un proyecto pensado para la salud pública que mejora el ambiente de las y los pacientes, porque el arte da salud”. Esta última frase fue pronunciada por la directora del Hospital Dr. Franco Ravera Zunino, Alis Catalán Araya, durante la ceremonia de inauguración de los murales: el arte da salud.