Maisa Rojas, ministra del Medio Ambiente: “El Proyecto GEF Restauración de Paisajes es una respuesta urgente a la necesidad de recuperar la biodiversidad”
Implementado en siete paisajes piloto, en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío, el Proyecto GEF Restauración de Paisajes busca recobrar y fortalecer la biodiversidad, así como los servicios ecosistémicos en áreas productivas y naturales de la ecorregión mediterránea de Chile central, una zona que enfrenta problemas ambientales críticos. Al mismo tiempo, este instrumento apunta a mejorar los medios de vida de las comunidades locales, que juegan un rol fundamental, impulsando la sostenibilidad y la resiliencia de sus paisajes y habitantes. Maisa Rojas, ministra del Medio Ambiente, expone a País Circular los detalles de este proyecto, cuyos modelos y resultados se esperan replicar en todo el país.


El Proyecto GEF Restauración de Paisajes es ejecutado por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), en conjunto con la Corporación Nacional Forestal (CONAF), e implementado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF).
Esta iniciativa surge en el contexto de la formulación del Plan Nacional de Restauración de Paisajes (PNRP), como apoyo a la implementación de esta política pública que fue aprobada en diciembre de 2021 por el Consejo de Ministros y Ministras para la Sustentabilidad y el Cambio Climático.
El Proyecto GEF Restauración de Paisajes, que comenzó a ejecutarse en 2023 y se extenderá hasta 2027, tiene como objetivo contrarrestar los efectos de la degradación ambiental y el cambio climático, a través de una nueva gobernanza y acciones concretas en los siete paisajes piloto seleccionados en seis regiones: Coquimbo; Valparaíso, Corredor del Puma (boques de Casablanca-Peñuelas-Quilpué-Colliguay); O’Higgins, secano Costero-Nilahue; Maule, Curepto-Putú-Huenchullami-Río Maule; Ñuble, secano Interior-Altos de Ninhue; Biobío, Nahuelbuta-Lanalhue; y el proyecto birregional Ñuble y Biobío: Cayumanqui y alrededores.
Entre las acciones concretas destacan la restauración a escala de paisaje, que facilita el manejo sostenible de la tierra, así como la conservación de la biodiversidad, promoviendo prácticas mediante Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN). Ello, mientras que en simultáneo se busca atraer inversiones públicas y privadas para incentivar economías basadas en la restauración, y así crear modelos replicables para otras zonas del país a corto, mediano y largo plazo.
Maisa Rojas, ministra del Medio Ambiente, destaca la importancia del proyecto GEF Restauración de Paisajes, especialmente ante la amenaza creciente del cambio climático y otras situaciones, como la urbanización, que fomentan el deterioro ambiental.
“Es una respuesta urgente a la necesidad de restaurar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en la ecorregión mediterránea de Chile, una de las zonas con mayor endemismo en América del Sur, pero gravemente afectada por factores como la presión urbana, la sobreexplotación de recursos naturales e incendios forestales”.
“Los ecosistemas mediterráneos, sensibles al uso intensivo de la tierra y al cambio climático, podrían sufrir cambios significativos en su biodiversidad para el año 2100 si no se actúa a tiempo. En este sentido, el Gobierno reconoce la restauración de paisajes como una herramienta esencial para enfrentar la degradación ambiental y el cambio climático, tal como se detalla en el Plan Nacional de Restauración de Paisajes 2020-2030”, subraya la titular de la cartera.

“Los ecosistemas mediterráneos, sensibles al uso intensivo de la tierra y al cambio climático, podrían sufrir cambios significativos en su biodiversidad para el año 2100 si no se actúa a tiempo”.
-¿Cuáles son las principales causas del deterioro de los paisajes?
Los paisajes son producto de la interacción entre actividades humanas y procesos naturales. Entre las principales causas de deterioro se encuentran los incendios forestales, la invasión de especies exóticas, la pérdida de suelo, la expansión de monocultivos y plantaciones forestales, así como el sobrepastoreo. En la ecorregión mediterránea de Chile central, la urbanización y la especulación inmobiliaria ejercen una presión adicional, incrementada por los efectos del cambio climático y la falta de planificación territorial adecuada.
La restauración de paisajes no implica un obstáculo para las actividades productivas, sino que busca mejores prácticas sustentables mediante Soluciones basadas en la Naturaleza. Esto permite recuperar la funcionalidad ecológica de los paisajes y alcanzar beneficios sostenibles en el largo plazo. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la restauración es clave para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en áreas como el cambio climático, la erradicación de la pobreza y la conservación de la biodiversidad.
-¿Con qué criterio seleccionaron las regiones piloto?
Las regiones elegidas -Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío- forman parte de la ecorregión mediterránea, un hotspot de biodiversidad prioritario para la conservación. Estas regiones enfrentan desafíos como alta densidad poblacional, sequía y actividades agrícolas intensivas, pero también cuentan con iniciativas de restauración con alto potencial para ser replicadas en otras áreas.
Los sitios piloto están diseñados para abordar problemáticas específicas, como incendios forestales en la zona centro-sur o la sequía en el norte. Esto permite implementar soluciones adaptadas a contextos locales, con miras a generar un impacto sostenible en el tiempo.
-¿Con qué estrategia se trabaja este proyecto?
La restauración de paisajes es un proceso a largo plazo. El Proyecto GEF busca articular iniciativas públicas y privadas para potenciar la restauración, apalancar inversiones y desarrollar experiencias piloto replicables. Esto incluye gobernanza efectiva, con comités regionales y locales de restauración en las seis regiones piloto, donde participan actores públicos, privados y comunitarios para planificar acciones integrales.
Además, el proyecto desarrolla herramientas clave como un sistema de monitoreo de indicadores socioecológicos y un índice de sustentabilidad del paisaje, fundamentales para evaluar los avances de restauración. Se implementan planes estratégicos y modelos de inversión que promueven sinergias entre actividades productivas, restauración y bienestar comunitario.
-¿Qué acciones concretas se están desarrollando?
Entre las acciones destacan la recuperación de suelos degradados, prácticas agrícolas sostenibles, captación de agua para enfrentar la sequía y control de especies exóticas. El proyecto también fomenta campañas de plantación de especies nativas y desarrolla planes de restauración socioecológica en los paisajes piloto, ubicados en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío.
La colaboración entre organismos públicos, privados y la sociedad civil ha sido esencial. Por ejemplo, la integración del Programa Comunidades Preparadas ante Incendios liderado por CONAF con el Proyecto GEF permitirá implementar medidas preventivas en cuatro paisajes piloto, fortaleciendo la resiliencia frente a incendios forestales.
-En este sentido, la participación de la comunidad es fundamental…
Sin la participación de la comunidad este proyecto no sería posible. En él son parte las familias propietarias de terrenos, mujeres rurales y las comunidades beneficiadas las que participan. En el marco de su gobernanza, las comunidades son convocadas a participar en los comités locales de restauración de paisajes, siendo parte de la planificación de actividades y de la implementación a través de talleres, eventos y reuniones.
El proyecto trabaja directamente con las comunidades, porque son las habitantes de los paisajes y las principales beneficiarias de las prácticas productivas sostenibles y de la articulación con diversos actores involucrados en la restauración en el país.
Al mismo tiempo, las organizaciones de la sociedad civil desarrollan, a lo largo del país y más allá de la zona de implementación del Proyecto GEF Restauración de Paisajes, múltiples iniciativas orientadas a la restauración ecológica. Estas organizaciones juegan un rol destacado en la movilización y capacitación de la comunidad. También son convocadas al trabajo del proyecto a través de la articulación de iniciativas y participación en los comités.
Las comunidades locales involucradas en la restauración de paisajes son agentes de cambio sustentable a largo plazo, valorando el territorio donde habitan y siendo imprescindibles para el éxito de todo proceso de restauración. Además, el proyecto contempla programas de fortalecimiento de capacidades, talleres educativos y actividades de sensibilización para vecinos, con un enfoque inclusivo que considera la diversidad cultural y de género.

“El proyecto trabaja directamente con las comunidades porque son las habitantes de los paisajes y las principales beneficiarias de las prácticas productivas sostenibles y de la articulación con diversos actores involucrados en la restauración en el país”.
-¿Qué otros organismos participan de esta iniciativa?
Al ser liderado por dos organismos públicos, este proyecto incorpora a diversos actores del mundo público relacionados con la restauración. Por ejemplo, en la última sesión del comité directivo se solicitó incluir a INDAP (Instituto de Desarrollo Agropecuario), que desempeña un rol fundamental en el trabajo con productores, municipios y organizaciones locales.
Los municipios de las comunas donde se ubican los paisajes piloto también participan activamente, integrándose a los comités locales de restauración. Los organismos públicos no solo facilitan la implementación de políticas y programas de restauración mediante apoyo técnico y financiero, sino que también forman parte de las estructuras de gobernanza del Plan Nacional de Restauración de Paisajes (PNRP).
-A medida que se avanza en la restauración de paisajes, ¿cuáles son los resultados constatados hasta la fecha?
En su primer año, el proyecto se enfocó en establecer una sólida gobernanza, con seis comités regionales y siete locales operativos. Este trabajo, desarrollado con apoyo de las SEREMI del Medio Ambiente, ha permitido convocar a diversos actores clave con miradas distintas del territorio para planificar procesos de restauración estratégica en la ecorregión mediterránea de Chile.
A la fecha, se han avanzado indicadores socioecológicos multiescala, un índice de sustentabilidad del paisaje y un catastro de iniciativas de restauración a nivel nacional, identificando 75 iniciativas que abarcan 72.183 hectáreas en 12 regiones. Además, se ha fortalecido la colaboración con INDAP en los paisajes piloto y se han desarrollado planes de acción con enfoque de género para garantizar la participación significativa de mujeres en la restauración.
-¿De qué modo se benefician actividades como las productivas o de conservación?
El proyecto busca integrar actividades productivas como la agricultura sostenible, apicultura y turismo con objetivos de restauración, fortaleciendo prácticas que apoyen economías locales. También fomenta la conservación mediante acciones como la restauración ecológica de bosques, matorrales y praderas, y la planificación ecológica regional, identificando sitios prioritarios y objetivos de conservación y restauración.
Las acciones diseñadas en los paisajes piloto serán replicadas en otras zonas del país bajo el marco del PNRP, destacando los beneficios de la conservación para los productores, como suelos de calidad y acceso al agua. La articulación entre actores públicos y privados maximiza el impacto de estas iniciativas, escalando las soluciones implementadas en los territorios.
-¿Qué papel juegan las Soluciones basadas en la Naturaleza?
En primer lugar, es importante señalar que la Ley Marco de Cambio Climático define las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN). En este sentido, el Ministerio del Medio Ambiente, como coordinador de la implementación de esta ley, reconoce las SbN como estrategias fundamentales para enfrentar desafíos ambientales y sociales, incluyendo el cambio climático, la seguridad hídrica y alimentaria, y la reducción del riesgo de desastres. Se trata de “acciones para proteger, gestionar y restaurar de manera sostenible los ecosistemas naturales o modificados que hacen frente a los desafíos sociales de manera efectiva y adaptativa, proporcionando simultáneamente beneficios para el bienestar humano y la biodiversidad” (UICN).
El Ministerio ha desarrollado lineamientos para la incorporación de las SbN en políticas públicas, destacando su potencial para mitigar y adaptarse al cambio climático, proteger la biodiversidad y mejorar la calidad de vida de las comunidades. En el marco del Proyecto GEF Restauración de Paisajes, en el que el Ministerio actúa como organismo ejecutor, la iniciativa se enfoca en áreas agrícolas y forestales a través de acciones de restauración a escala de paisaje y la promoción de mejores prácticas productivas mediante SbN. Estas acciones no solo contribuyen a la restauración, sino también a la adaptación al cambio climático, abordando problemas como la erosión, la pérdida de biodiversidad y la sostenibilidad de los recursos.

“El proyecto busca integrar actividades productivas como la agricultura sostenible, apicultura y turismo con objetivos de restauración, fortaleciendo prácticas que apoyen economías locales. También fomenta la conservación mediante acciones como la restauración ecológica de bosques, matorrales y praderas, y la planificación ecológica regional”.
-¿De qué modo se relaciona el El Proyecto GEF Restauración de Paisajes con la implementación de la Ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas?
El Proyecto GEF Restauración de Paisajes apoya directamente la implementación de la Ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP). Este apoyo incluye abordar desafíos como la planificación ecológica, el control de especies exóticas invasoras, la degradación de paisajes y la planificación de áreas de conservación. Mediante acciones concretas orientadas a la restauración y conservación de la biodiversidad, el proyecto genera aprendizajes y experiencias significativas que pueden ser escaladas y replicadas bajo el marco del SBAP.
Estas contribuciones fortalecen la institucionalidad ambiental y mejoran la normativa en Chile, facilitando la integración de la restauración de paisajes en el ámbito público y privado, consolidando así los pilares de la sostenibilidad y la resiliencia climática.
-¿Con qué herramientas o mecanismos de monitoreo y seguimiento se evalúan los resultados?
El monitoreo del proyecto se realiza en varios niveles. Desde la FAO, se utiliza una metodología de marco lógico para evaluar avances. A nivel nacional, el proyecto desarrolla un sistema de indicadores socioecológicos y un índice de sustentabilidad de paisaje que operará en la plataforma del Sistema de Información y Monitoreo de Biodiversidad (SIMBIO) y que será interoperable con SIMEF. Este sistema permitirá reportar los compromisos nacionales e internacionales de restauración y evaluar el cumplimiento del Plan Nacional de Restauración de Paisajes (PNRP).
Adicionalmente, el proyecto desarrollará indicadores específicos para el seguimiento del PNRP, que serán transferidos al Ministerio del Medio Ambiente y a CONAF, facilitando la evaluación de los lineamientos estratégicos y las líneas de acción en sus cinco componentes clave.
-¿Qué compromisos a nivel nacional e internacional apoya esta iniciativa?
El Proyecto GEF Restauración de Paisajes tiene como principal expectativa fortalecer la resiliencia de los ecosistemas y las comunidades frente a las amenazas del cambio climático. Esto incluye implementar prácticas sostenibles que reduzcan vulnerabilidades ambientales, mejoren la calidad de vida en los territorios piloto y fomenten la participación de comunidades locales, agricultores y pueblos originarios en los procesos de restauración.
El proyecto se articula con el Plan Nacional de Restauración de Paisajes (PNRP) y las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC, Acuerdo de París), promoviendo soluciones inclusivas y sostenibles. Además, se espera que sus aprendizajes y modelos sean replicables en todo el país, generando una capacidad nacional para recuperar y mantener la biodiversidad a largo plazo, haciendo a Chile más resiliente frente a las crisis ambientales actuales.
En ese sentido, este proyecto GEF está alineado con el Plan Nacional de Restauración de Paisajes 2021-2030, que busca recuperar la biodiversidad, la funcionalidad de los ecosistemas y los servicios que estos proveen, aumentando la resiliencia de los territorios y comunidades frente al cambio climático. Además, fomenta la integración de instrumentos públicos y privados para financiar la restauración y fortalece la planificación estratégica a nivel regional y local.
Y por otro lado, en el ámbito internacional, el proyecto contribuye a cumplir las metas de las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC), el Marco Global de Biodiversidad y el Convenio de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Estas acciones posicionan a Chile como un líder regional en restauración y sostenibilidad.
-¿Qué plazos manejan para alcanzar las metas?
El proyecto tiene una duración de cinco años, con cierre en 2027. Sin embargo, las acciones de restauración de paisajes continuarán bajo el Plan Nacional de Restauración de Paisajes, garantizando la sostenibilidad de las intervenciones a largo plazo.

“El Proyecto GEF Restauración de Paisajes tiene como principal expectativa fortalecer la resiliencia de los ecosistemas y las comunidades frente a las amenazas del cambio climático. Esto incluye implementar prácticas sostenibles que reduzcan vulnerabilidades ambientales, mejoren la calidad de vida en los territorios piloto y fomenten la participación de comunidades locales, agricultores y pueblos originarios en los procesos de restauración”.
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