Espectaculares en su diseño floral, exuberantes en sus colores y fragancias, con más de 25 mil especies a nivel mundial, las orquídeas presentan una belleza enigmática y exótica que han cautivado al ser humano desde la antigüedad.
Aunque en Chile la familia Orchidaceae está representada con alrededor de 72 especies equivalentes a ocho géneros, muchos chilenos aún desconocen la existencia y riqueza de estas especies nativas que en algunos casos se comparten con Argentina.
Una realidad que los investigadores, Patricio Novoa, ingeniero forestal de la Universidad de Chile, investigador asociado del Jardín Botánico Nacional del Ministerio de Agricultura y Jaime Espejo, ingeniero de ejecución forestal, Doctor y Magíster en Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, buscan revertir mediante sus investigaciones, que se han dado a conocer incluso a nivel internacional a través de dos de las 14 Guías de Campo publicadas por Corma.
“Dada la importancia de la guía nosotros conversamos con Corma y empezamos a enviarla a bibliotecas y a instituciones botánicas afuera de Chile, por ejemplo, a Estados Unidos al Missouri Botanical Garden, a Kew Gardens de Inglaterra y a varias partes, y hoy como eso está globalizado fue un boom y mucha gente nos llamaba para pedirnos la guía”, detalla Jaime Espejo, quien agrega que incluso han sido contactados por revistas botánicas de Holanda y Dinamarca, entre otros.
Estas flores poseen una estructura única y llamativa, dividida en pétalos, sépalos y un labelo interior, que en todas las especies del mundo cambia su forma y llama la atención por su colorido y diseño que invita a los insectos a visitarlas. Pero las chilenas tienen su particularidad, ya que su diseño es diferente a las que se encuentran en Asia, África o incluso en los países de clima tropical de América Latina, como Brasil o Perú, debido a que su tercer pétalo es relativamente simple, dejando ver su diseño arcaico.
“Son de colores apagados, no son como las tropicales, son amarillas o blancas, tienen tintes negros, que es muy raro en la naturaleza, y otras son verdes, entonces no es fácil verlas pero quien las ve se maravilla porque al acercarse son una joya”, destaca el botánico Patricio Novoa, quien además recalca que se trata de especies terrestres, a diferencias de otras flores internacionales que son epifitas y crecen sobre otras especies usándolas como soporte.