Conectando datos e instituciones para proteger la biodiversidad: el rol del IEB y su programa BIODATA
El Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), a través de su programa integrador BIODATA, realizó el seminario “Datos de biodiversidad para el futuro de Chile”, marcando un hito en la creación de una red de colaboración para promover el uso de datos de biodiversidad en la toma de decisiones informadas y sostenibles. (*)
La biodiversidad es el corazón de los ecosistemas que sustentan el bienestar humano, por lo que enfrentamos el desafío de comprenderla y gestionarla adecuadamente en un mundo cada vez más cambiante. En este escenario, el Instituto de Ecología y Biodiversidad -IEB-, a través de su programa integrador BIODATA, se posiciona como un actor clave en la articulación de esfuerzos para la movilización de datos de biodiversidad en Chile.
El reciente seminario “Datos de biodiversidad para el futuro de Chile”, organizado por BIODATA los días 9, 10 y 11 de diciembre en la Universidad de Concepción, reunió a más de 90 participantes provenientes del sector público, privado, académico y estudiantil. Este evento marcó un hito en la creación de una red de colaboración para promover el uso de datos de biodiversidad en la toma de decisiones informadas y sostenibles.
Un puente entre ciencia, políticas públicas y sociedad
BIODATA no es solo un proyecto de investigación, sino también responde a una creciente demanda social y política. Según Marcela Verdugo, coordinadora de la Unidad de Desarrollo, Transferencia Tecnológica y Conocimientos (UDTT) del IEB, “estas instancias no solo transfieren conocimiento de alta calidad, sino que también redefinen prácticas estatales, respondiendo a nichos esenciales para el desarrollo del país”. A su vez, Ricardo Segovia, coordinador de BIODATA, resaltó el valor de esta iniciativa, “estas instancias fortalecen una red de colaboración que involucra a actores de diversos sectores de la sociedad. Este enfoque interdisciplinario posiciona al IEB como un referente en la articulación de esfuerzos para avanzar hacia un modelo de desarrollo sostenible en Chile”, destacó.
El seminario contó con exposiciones magistrales y talleres prácticos que abordaron desde la gobernanza de datos en portales como SIMBIO, presentada por Jorge Herreros de Lartundo del Ministerio de Medio Ambiente, cómo emprender en ciencias aplicadas y biodiversidad con Antonio Tironi de la consultora Cienciambiental, hasta las implicancias de las asimetrías en la información de biodiversidad, analizadas por Dylan Craven de Data Observatory y centro GEMA de la Universidad Mayor. Estas presentaciones destacaron la importancia de estandarizar e integrar datos para superar brechas y optimizar la gestión de la biodiversidad en distintos niveles.
Uno de los aspectos más destacados del evento fue su enfoque en la formación y el empoderamiento de estudiantes y profesionales. Los talleres, liderados por expertos como Marius Bottin, del Instituto Humboldt de Colombia, y Mauricio Caroca, de Data Observatory, ofrecieron herramientas prácticas para la gestión de datos y el análisis de biodiversidad. “Contamos con la participación de estudiantes, a quienes se les presentó la gestión de datos de biodiversidad como una alternativa laboral prometedora”, comentó Ricardo Segovia, coordinador de BIODATA.

Desafíos, oportunidades y aprendizajes
Durante el seminario se abordaron los principales desafíos que enfrenta Chile en la gestión de datos sobre biodiversidad, tales como la curación de información, la superación de brechas tecnológicas y la necesidad de fomentar una colaboración interinstitucional más sólida. Jorge Herreros de Lartundo, del Departamento de Política y Planificación en Biodiversidad de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente, subrayó la importancia de una gobernanza eficiente y el acceso a datos abiertos como pilares fundamentales para tomar decisiones informadas en políticas públicas y desarrollo sostenible. “El SIMBIO y BIODATA representan un avance significativo para los usuarios, al permitir la interoperabilidad y el enriquecimiento de los datos con información geográfica, política y ecológica”, señaló. Además, destacó que estas plataformas, aunque complejas, son ampliamente utilizadas por empresas y profesionales, y que incluso el Ministerio de Educación está interesado en incorporar SIMBIO al currículo educativo, como un paso crucial para fomentar la toma de decisiones locales basadas en datos y evidencia científica.
Por su parte, Dylan Craven enfatizó la necesidad de superar los sesgos en los datos y de valorar grupos taxonómicos subrepresentados, “colaborar con el IEB ha sido clave para evidenciar vacíos de información y formular nuevas preguntas de investigación. Las redes de colaboración y la generación de confianza son fundamentales para avanzar”. Enfatiza que la vieja escuela en ciencia es más reticente y celosa en compartir datos, pero afortunadamente las generaciones más modernas poseen nuevas miradas “eso ha permitido movilizar más información, acercarnos y formular nuevas preguntas de investigación y desafíos nuevos en biodiversidad, el enfoque humano, las redes de colaboración y la generación de confianzas es importante para ello”, destacó.
Antonio Tironi, jefe científico y gerente de administración de la consultora Cienciambiental, una empresa chilena con 16 años de trayectoria dedicada a la gestión de biodiversidad, destaca la importancia de comprender todo el ciclo de vida de los datos, desde la recolección de datos en terreno hasta la formulación de estrategias y planes de gestión que permitan tomar decisiones fundamentadas. “Hoy, la necesidad de aplicar buena ciencia es inmensa. Con los gestores de BIODATA, partimos juntos desde una formación científica basada en la colaboración en biodiversidad y medio ambiente. Ante ello, es crucial fortalecer los lazos entre la academia y el sector privado, cerrando esa brecha”. Tironi subraya que la crisis de biodiversidad es grave y requiere una respuesta urgente basada en la unión y la cooperación, “la rigurosidad científica, especialmente fuera de la academia, y el factor humano son fundamentales. Colaborar es la clave para abrir puertas y avanzar”.
*Este artículo es una colaboración de IEB.







