Ayer, en la apertura en Santiago del encuentro “Chile 2020: Green Hydrogen Summit”, el mayor evento de este tipo en Latinoamérica y uno de los principales a nivel mundial, el gobierno presentó la esperada Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde que busca convertir al país en el principal productor y expotador de este combustible en el mundo, levantando una nueva industria en Chile con un peso similar al que hoy tiene la minería de cobre.
“El hidrógeno verde es una oportunidad estratégica para Chile. Nuestro país es el lugar ideal para producir y exportar hidrógeno verde y sus derivados, incluyendo amoniaco, metanol y combustibles sintéticos. Diversos análisis, incluyendo los de la Agencia Internacional de Energía y de McKinsey&Company, muestran que la enorme riqueza de energías renovables de Chile le permitiría producir el hidrógeno verde más competitivo del planeta y a gran escala”, afirmó el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet.
De acuerdo a McKinsey, se calculan oportunidades de inversión a nivel global por US$475 mil millones en la industria del hidrógeno para los próximos 10 años. Y de estas, dijo Jobet, se buscará que al menos U$200 mil millones en inversiones recalen en Chile durante las próximas dos décadas, lo que además permitirá la creación de 100 mil empleos ligados a esta industria.
“El momento del hidrógeno es ahora”, plantea el documento presentado ayer, ya que tras varias décadas de expectación por el potencial del hidrógeno como energético, hoy este elemento está listo para asumir un rol protagónico en la transición energética y productiva global. De hecho, señala, países que representan casi el 90% del PIB global ya tienen políticas e iniciativas públicas de apoyo al hidrógeno.
Según estiman los expertos, hoy estamos en un momento global sin precedentes para desarrollar el hidrógeno verde, donde existen tres drivers están impulsando esta industria: descarbonización, reducción en los costos de las tecnologías y estrategias gubernamentales. Para el año 2050 se estima en un mercado de US$ 2,5 trillones, aproximadamente la mitad del tamaño del mercado del petróleo actual. En ese escenario, Chile tiene un potencial de energías renovables para ser líder global en producción de hidrógeno verde, un combustible que además tendrá un rol relevante en la meta de carbono neutralidad ya que se estima mitigará entre el 17% y el 27% de las emisiones del país al año 2050.
Y como se trata de un mercado que requerirá contratos de largo plazo para reducir riesgos de la inversión en la oferta y la demanda, es importante adelantarse en el juego. “Los competidores de Chile ya comenzaron una carrera por capturar estos contratos con los países que serán importadores. Establecer relaciones y contratos de largo plazo con países importadores, en paralelo al crecimiento de la industria local, permitirá que Chile capture una cuota relevante del mercado global del hidrógeno y sus derivados”.